LUCES Y SOMBRAS

Gracias por los 40 periodistas "mini corruptos" de España, yéndose a ver fracasar estrepitosamente a la selección a cuenta de nuestras infladas facturas de la luz. Escuché a Miralles autojustificarse en la radio. No sé que haya pisado Pamplona. Pedro J sí lo hizo y muchos otros entre los que viajaron seguro. Fue la primera facultad de periodismo en España junto con Madrid, quizás. Ahora de Comunicación.




Nos gustan los cuentos de hadas y ayer nos tragamos uno más. Mucho cortesano. El hundimiento del antiguo régimen tendría que protagonizarlo la sociedad española en su conjunto, o sea todos nosotros. Yo hago lo que puedo en mi rincón por descorrer espesas cortinas y que entre la luz.

Da pesar tanto estómago agradecido, no se libra nadie, o se libran muy pocos de los favores de los poderosos. Normal nuestra situación anquilosada, no conciencias críticas, sino domesticadas.

Gracias por la entrega de los premios T de Telva. Premio redundante a gente que no necesita más reconocimiento. Las Telvas sí necesitan "hacer apostolado" del famoso, el foco y la foto, y salir al lado de la gente rica y guapa de España.

Con todas esas informaciones vamos descubriendo que bien encaja OD en el escenario de nuestra sociedad española.

A cuento de los niños robados que el otro día se manifestaron, traigo el asunto del osario recientemente descubierto en Irlanda. 796 esqueletos. Cuenta una de las chicas que con 18 años se descarrió. Era 1955 dió a luz a un bebé, el padre un hombre casado. La chica se lo contó a su madrina para que se lo contara a sus padres, los cuales la mandaron al hogar de chicas descarriadas llevado por las monjas.

En mi infancia pamplonesa recuerdo una ¿Villa Teresita? a lo lejos, sobre un cerro, cerca de la clínica de san Juan de Dios, y una mujer explicándome con voz lastimera quién vivía en el chalet con las monjas...lo peor que te podía pasar. Los hombres nunca se descarriaban ni eran enviados a hogar ninguno para reciclarse. Algo que siempre me ha intrigado, un baby siempre es cosa de dos. Pero no, es cosa de una.

 Las chicas "caídas" eran tratadas sin piedad por las monjas. La que en el 55 tenía 18 años todavía se avergüenza y no quiere dar su nombre, dice que las monjas no ahorraban castigos corporales. Las chicas daban a luz en una balde de aluminio para no manchar las camas. Tras el parto, el niño se quedó dos horas con la madre, luego lo vió esporádicamente y a los siete meses nunca más se supo.
Preguntó por su hijo pero le dijeron que lo habían dado en adopción a un matrimonio. Más tarde esta madre se enteró de que detrás del hogar de la "descarriada" había una fosa común. Como todas las españolas "fosas comunes". El pasado enterrado.

La historiadora Catherine Corless descubrió en 2012 que entre 1925 y 1961, 796 niños murieron en el Hogar de Tuam, cerca de Galway, Irlanda. Ella misma se pagó la investigación, no había ningún certificado de defunción en el hogar. Tampoco los niños eran enterrados en cementerios de la zona. Por ello llegó a la conclusión de que los cuerpos habían sido arrojados a la fosa común. Muchos en un colector de aguas residuales. Unos eran recién nacidos y los mayores tenían 9 años.

Después de tanto sí a la vida como nos machacan ciertos colectivos todo esto es desolador e inquietante. En realidad desde 1975 se habían descubierto los esqueletos, pero nadie investigó. Los niños morían en masa, por tuberculosis o de hambre. El edificio del hogar se había usado antes para los sin techo, en 1925 llegaron las monjas y usaron el colector de aguas residuales hasta que en los años 30 se unieron al colector público.  Los cadáveres se quedaron ahí y en 1975 dos niños de 10 y 12 años jugando por la zona, les dío por levantar la losa de hormigón que siempre habían visto. Descubrieron esqueletos, sin sarcófago, huesos desperdigados. Se fueron corriendo a contárselo a sus padres. Ahí quedó la cosa. La gente del pueblo pensó que eran muertos de la gran hambruna que asoló Irlanda en el s. XIX. Pusieron una estatua de la virgen  y se dedicaron a cuidar el césped del lugar. En 1961 cerró el hogar y luego fue derruido. Hoy se levanta en el solar una hilera de casas.

Las monjas entendían que los niños eran hijos de Satanás y por eso no se preocupaban mucho por ellos. Un tercio de los niños morían en el primer año, de media moría uno cada quince días. Una estadística exagerada incluso para la época. Había otros hogares del estilo en la zona, el "Bethany Home", protestante, donde no les iba mejor a los niños y sus madres. Los últimos cerraron en los 90. En la zona de Cork la mortalidad de los niños en estos hogares era del 55%. En Sean Ross Abbey uno de los más conocidos del 50%.
Allí fue a parar Philomena Lee, 19 años, embarazada. Como era menor sus padres la enviaron al Hogar. Su hijo Anthony nació en 1952. Con tres años un matrimonio norteamericano pagó una suma a las monjas y se lo llevó. "Oí el ruido del coche y luego silencio". Philomena se guardó la historia durante 50 años, tenía sentimientos de culpa. Pero buscó a su hijo sin parar. Las monjas no le daban información, no sabían donde estaba el bebé. Anthony se trasnformó en Michael A. Hess y trabajaba de abogado para el partido republicano en NY. Volvió tres veces a Irlanda buscando a su madre. Las monjas le dijeron lo mismo que a la madre: ni idea. Cuando al final Philomena supo cuál era el nombre de su hijo, ya era tarde, había muerto con 43 años de SIDA
"Si sólo hubiera podido abrazarle una vez..." se lamenta Philomena. Su historia fue llevada al cine el año pasado y recibió 4 nominaciones a los Oscars. Hoy tiene 81 años y ha fundado una organización que lucha para que la iglesia y el estado saquen a la luz las 60.000 actas de los niños nacidos en hogares similares y vendidos en adopción.

Práctica corriente entre ancestros de los defensores de la vida.

"A los niños se les alimentaba de agua y azúcar, estaban desnutridos y morían. Luego se deshacían de los cuerpos." Al menos su hijo sobrevivió y encontró una familia que lo quiso.
John Rodgers es un niño nacido en esas condiciones, superviviente por tanto. "El estado y la iglesia se han comportando como la mafia". Nació en el hogar de Tuam, "me acuerdo de que estaba hasta los topes de niños, fui separado muy pronto de mi madre. Muchos niños estaban enfermos, yo también lo estuve. "Me hice amigo de dos chiquillos, pero sabíamos que no podíamos hacer grandes amistades porque de un día para otro se los llevaban a morían. Tuve suerte, no acabé en el colector de aguas."

Fue adoptado por una familia de la zona con 6 años. Acusa al Estado de complicidad. En 1944 se hizo un informe sobre el hogar, las malas condiciones, los niños desnutridos, las madres medio locas y el exceso de alojados. Pero no se tomó ninguna medida.
Rodgers piensa que quizá se probaron vacunas con los niños del hogar. Michael dwyer de la universidad de Cork ha investigado durante tres años, entre 1930 y 1936 se probó una vacuna contra la difteria de la firma Burroughs Wellcome con esos niños antes de su comercialización en Gran Bretaña. Los resultados se publicaron en revistas científicas pero no se han publicado actas ni dado explicaciones del hecho.

Es probable que lo mismo pasara en Tuam. Eran los perfectos cobayas. "Nadie se preocupaba de nosotros, mi madre había sido enviada como fregona a otro convento." Entre las chicas de santa Magadalena, recomendada película, "no había sólo madres solteras, también mujeres solteras de 30 años, que el clero consideraba un peligro para los hombres casados. Muchas acababan allí porque "leían libros indecentes", otras porque tenían una relación con un hombre protestante. Tenían que realizar los trabajos más bajos, y no podían dejar el convento ni tras su muerte. Eran enterradas de manera anónima en los terrenos del convento. Se descubrió hace unos años en Dublín cuando una constructora se hizo con los terrenos de unas monjas para construir casas, al excavar dieron con tumbas anónimas.
Las monjas del Bon Secours han aclarado que no sabían nada del enterramiento de los niños. Pero la antropóloga Toni Maguire no lo cree, "esas tumbas estuvieron abiertas durante semanas y a veces años, sólo cubiertas por planchas de madera. Es posible que las mujeres solteras tuvieran abortos o dieran luz a niños muertos en su propia casa, y que esos fetos fueran llevados de noche a la fosa." Las cifras podrían ser todavía más altas, nadie sabe el alcance de todas las tragedias que se han podido vivir en este católico país. Tras los escándalos de la pedofilia clerical tapada por los obispos, tras los casos de muerte de embarazadas por la prohibición del aborto que obligaba a llevar el feto muerto hasta el final del embarazo, la autoridad moral de la iglesia en ese país se desmorona.

La mayoría se casa todavía por la iglesia, bautizan a sus hijos y los llevan a la primera comunión. Pero ya son tradiciones más que convicción creyente. El arzobispo de Dublín se quejaba hace poco de la falta de clero, sólo dos curas de la diócesis tienen menos de 40 años. Descubrimientos como el de Tuam no animan mucho al sacerdocio. El gobierno irlandés promete una investigación sobre los hogares. La historiadora Corless recoge dinero para poner un monolito en recuerdo de los niños muertos, y las monjas del Bon Secours han dado ya una cantidad.




Comentarios

Noelia Casanova ha dicho que…
Acabo de encontrar a una mujer víctima de "Villa Teresita". Una mujer que parió en la Clínica Gortari de Pamplona y a quien el 5 de octubre de 1971 LE ROBARON A SU HIJO RECIÉN NACIDO. Todavía hoy sigue sin conocer su paradero.
Chus Villegas narra su historia en el blog "Reeducando a mamá", de María Berrozpe. Su testimonio tiene un valor extraordinario, puesto que es la primera vez –al menos que yo conozca– que se revela un robo de niños en Navarra.

Relato de una mujer que, habiendo parido, no llegó a ser madre

EL EMBARAZO

Volví a Villa Teresita. Durante dos meses más conviví con las monjas, unas 15 chicas embarazadas como yo y Pura, una ex-puta que vivía permanentemente allí. Pura me acogió bajo su protección y me defendía de las burlas de las otras que se reían de mi ingenuidad. Desde entonces para mí la palabra puta significa tener un gran corazón.
Limpiábamos la casa y trabajábamos doblando bolsas de basura. Durante el tiempo de trabajo, yo…, oía y callaba. No comprendía por qué algunas de las chicas entablaban conversaciones tan intimas y desagradables, mientras las demás (excepto otras dos y yo) se carcajeaban. Al final Carmen, la superiora, me liberó del trabajo y esas horas las dedicaba a estudiar.
Las monjas nos hacían creer que la estancia en Villa Teresita era gratis. Hace unos meses, por una hija adoptada cuya madre también estuvo allí, me enteré que cobraban a los futuros padres adoptivos 250 pesetas diarias.


EL PARTO

Al día siguiente, 5 de octubre de 1971, hacia las 9 de la mañana rompí aguas. Me ingresaron en en la Clínica Gortari de Pamplona, apreté los dientes y no deje salir de mi boca ni un quejido. A mí llegaban los gritos desgarrados de "las madres decentes" con dolores de parto. Hacia la 13,15 me subieron a quirófano.
Parí.
Ese tiempo para mí se reduce a unas batas verdes que me gritan incesantemente "empuja, empuja, empuja…"; un susurro que se escapa de mis labios, "papá yo no quería…"; un llanto, el primer llanto del hijo que ya no era mío, que nunca sentí mío, y la silueta de mi bebé que por unos segundos contemplé al incorpórame en la camilla.
Olvidé las batas gritándome y mi propio susurro. Durante años, muchos años, oí el llanto de esa silueta, el llanto de mi bebé…
Ese 5 de octubre de 1971 aunque no dejó mi vientre estéril, me incapacitó para ser madre. ¡¡NO HE PODIDO VOLVER A TENER HIJOS!!


EL ROBO DEL BEBÉ

En los días siguientes al parto pedí, roge, implore, exigí que me devolvieran a mi bebé. Clamaba casi a gritos, entre sollozos, que me había equivocado que yo no quería darlo en adopción. Una vez parido ya no me importaba más que tener a mi hijo, el miedo se había diluido. Me creía capaz hasta de enfrentarme a mi padre con tal de conservar a mi bebé. Nadie oyó mi lamento. Las monjas de Villa Teresita decían que era una reacción normal, que ese dolor se pasaría, que ya no se podía hacer nada. Mi bebé…, ya estaba en brazos de otra mujer.

Chus, al narrar su infancia, dice haber sido una niña "extremadamente feliz" hasta los 11 años. Estudiaba interna en las monjas dominicas de Pamplona, pero al volver a su casa en unas vacaciones de Navidad todo cambió. En sus propias palabras:
Mi padre, al que yo idolatraba y del que era "su preferida", había sufrido una transformación total. De ser un marido que adoraba a su mujer, un padre que jugaba con sus hijos todas las horas que sus negocios le permitían, un hombre de misa y rosario (en familia) diarios…, se convirtió en un ser solitario, distante, intransigente, amargado… y, lo que es peor aún, en un hombre que maltrataba a su mujer, mi madre

Chus nunca ha llegado a conocer los motivos por los que su padre se convirtió en un monstruo; siendo adulta, al preguntar a su madre, recibió una explicación delirante. Personalmente, sospecho que el Opus Dei tuvo mucho que ver.
Noelia Casanova ha dicho que…
Navarra.es, 07/10/2005
El Presidente Sanz concede la Cruz de Carlos III el Noble de Navarra a Mª Josefa Huarte Beaumont, Isabel Garbayo Ayala y a "las Pocholas"

El Presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma, ha hecho entrega esta mañana de la Cruz de Carlos III el Noble de Navarra a Mª Josefa Huarte Beaumont, a las hermanas Conchita y Josefina Guerendiain Larrayoz, "Las Pocholas", y a Isabel Garbayo Ayala, fundadora de Villa Teresita, quien por haber cumplido en la actualidad 101 años, tener muy disminuidas sus facultades físicas y encontrarse encamada, ha recibido, previamente al acto de homenaje, la visita del presidente de Navarra, Miguel Sanz Sesma, para hacerle entrega del galardón

La Cruz de Carlos III el Noble fue creada por el Gobierno de Navarra en 1997 para reconocer la labor de las personas que han contribuido de forma destacada al progreso de Navarra, a su proyección exterior y al prestigio de la Comunidad Foral desde el ámbito concreto de su actividad
(...)
Finalmente, se ha dado paso a la lectura del Decreto Foral por el que se concede esta distinción a Isabel Garbayo Ayala, fundadora de la Asociación de Auxiliares del Buen Pastor-Villa Teresita, que abrió cauces de liberación entre las mujeres prostitutas. La homenajeada fue glosada por Mercedes Gascue Uranga, actual directora de la asociación, quien explicó la valiente labor de una mujer que se adentró en el sórdido mundo de la prostitución y se adelantó 50 años a los movimientos que ahora promueven la igualdad de la mujer. Explicó que, pese a que su decisión escandalizó a muchos por entonces, ella continuó creando un ámbito de acogida cálida, de respeto y de intimidad para unas mujeres a las que dio, asimismo, formación cultural y profesional.
Carla ha dicho que…
Busco a mi madre q estuvo en villa Teresita Pamplona nací el 2 de noviembre de 1981 en la clínica San Miguel,si alguien me pudiera dar información lo agradecería......

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