BOLSA D BASURA EN LA BOCA
evitan el contacto social por miedo al contagio de manera dislocada, y pacientes con trastorno obsesivo compulsivo de lavado de manos. Gentes que directamente han perdido el control gracias a la política sanitaria dictatorial que disfrutamos.
Dejando aparte los suicidios, Rafael habla de 5 en un día en Zaragoza, testimonio del cuerpo de bomberos de la ciudad.
Lamentamos la detención de Fernando Vizcaíno ayer en Madrid, organizador de la desconcentración. Hasta que los españoles no entendamos que nos están obligando a ir con la bolsa de basura en el hocico todo el día y que eso se llama tortura, las cosas no se van a mover un milímetro. ¿Quién es capaz de meter la nariz de su hijo pequeño 8 h al día en la bolsa de basura? es lo que los políticos, los padres que se fían, están haciendo.
Es tortura para todos por muy sanos que estemos entrar en un entorno y no distinguir si es un quirófano o una oficina de un banco o una biblioteca. El ser humano sobrevive con salud gracias al contacto social con amigos y enemigos, forma parte de nuestra idiosincrasia animal. Y si nos niegan ver la expresión el gesto de los demás y mostrar el nuestro, nos están torturando. Ningún gob está legitimado para ello, éste ha perdido su legitimidad democrática, sigue en pie por el engaño y el miedo. Porque tienen la coacción de las multas y la policía. Pero esos métodos no son propios de una democracia, son propios de una dictadura. Nuestros gobernantes nos han declarado la guerra.
Con la inestimable colabo de los medios. Y en todos los países les han dado la misma chuleta, le están poniendo mucho empeño a que ningún juez levante la prohibición de salir de casa sin mask. Véase el min. francés Olivier Veran que la ha emprendido en fin de semana contra los ciudadanos que lograron sentencia favorable por el desenmascaramiento en el departamento de Estrasburgo (Bas Rhin) y Lyon.
Y Aitor el abogado antidemagogo ha obtenido que levanten la prohibición de salir a cara descubierta siempre y en cualquier ocasión, pero el documento de la fiscal solo sirve en esa comunidad autónoma...
https://youtu.be/9aQ9eVOHHbo
Como resulta que varios whistleblower plan démicos nos han salido antifeministas, quiero poner mi grano de arena, no es el tema fundamental en estos momentos. Pero por favor, avancemos. He leído lo que Stefan Zweig cuenta de la educación de las mujeres antes de la primera guerra mundial en centroeuropa y yo que soy de un siglo más tarde me he sentido bastante identificada con el "cuadro". Porque esa educación de niña tonta favoreció nuestra captación para el opus, focares, cyl, y tantas otras comunidades semisect que florecieron con el polaco.
Todavía hoy, 2020 y a una edad respetable, hombres bien intencionados me dirigen la palabra para señalar que es peligroso ir sola por el campo. Soy muy educada pero ganas tengo de responder, "a lo mejor eres tú el que tienes que tener cuidado de ir solo por el campo, melón."
Los peligros para la mujer sola están en el centro de las ciudades: nidos de hipócritas, embustero/as, aprovechado/as, no en el campo, donde naturaleza, oxígeno, sol y animalitos simpáticos te saludan y hacen la vida amable. Se está bien y se genera vitamina D.
Otro aspecto en el que el whistleblower de Mijas no está nada acertado. Que no hable de iglesia por fa, que no estás al tanto como buen ateo católico.
El siguiente texto coincide con la mentalidad de nuestro santo favorito de cabecera, nacido allá por 1900, en la España de la Restauración. Viene al pelo porque parece ser según última publicación en OL que recoge otra de ABC, "fuimos feministas sin saberlo", y que la actual sucesora de Marlies, eterna dire romana, ejerce de adalid del feminismo.
Dice Zweig, p 109 de "El mundo de ayer", :
"Pero dicha moral social que, por un lado, daba por hecho la existencia de la sexualidad y de su desarrollo natural en privado y, por otro, no quería reconocerla bajo ningún concepto en público, era doblemente engañosa. Porque, si tratándose de los muchachos cerraba un ojo y con el otro les animaba incluso con guiños a "correrla", como s solía decir en el argot familiar burlesco pero bienintencionado de la época, por lo que a las chicas se refiere cerraba miedosamente los dos ojos y se hacía la ciega.
El que un hombre sintiera impulsos sexuales y le fuera lícito tenerlos, incluso la convención tenía que reconocerlo tácitamente. Pero el que una mujer pudiera igualmente estar sometida a esa clase de impulsos, el que la creación necesitara para sus propósitos eternos una polaridad femenina y que ello se confesara abiertamente habría atentado contra el concepto "santidad de la mujer".
Y así en la época prefreudiana se había im puesto como axioma el acuerdo de que una persona del sexo femenino no tenía ninguna clase de deseo físico, a no ser que fuera despertado por el hombre, lo cual, huelga decirlo, solo estaba permitido en el matrimonio.
Ahora bien, puesto que el ambiente, sobre todo en Viena, también en aquella época de moralidad estaba cargado de peligrosos gérmenes de infección erótica, una muchacha de buena familia tenía que vivir en una atmósfera totalmente esterilizada desde su nacimiento hasta el día en que bajaba del altar nupcial con su marido.
Para proteger a las muchachas no se las perdía de vista un instante. Se les asignaba una institutriz que tenía que velar para que Dios nos libre, no dieran un solo paso fuera de casa sin protección: las acompañaban a la escuela, a las clases de música y de baile, y también iban a recogerlas. Se controlaba todos los libros que leían y por encima de todo, se las mantenía en actividad constante para distraerlas de pensamientos peligrosos.
Tenían que estudiar piano,canto, dibujo, idiomas extranjeros, historia del arte y de la literatura; las instruían e hiperinstruían. Sin embargo mientras se afanaban por hacerlas socialmente tan cultas y bien educadas como fuera posible, al propio tiempo se cuidaban celosamente de que quedaran in albis respecto a todo lo natural.
Una muchacha de buena familia no debía tener la más mínima idea de cómo estaba formado el cuerpo de un hombre, no debía saber cómo vienen los niños al mundo, y todo porque el angelito tenía que llegar al matrimonio no sólo con el cuerpo intacto, sino también con el espíritu puro. Decir de una chica que estaba bien educada equivalía en aquellos tiempos a decir que era completamente ajena a la vida real y algunas mujeres de aquella época vivieron toda su vida sumidas en esa enajenación.
Todavía hoy me divierte la historia grotesca de una tía mía que, en la noche de bodas, compareció de nuevo en casa de sus padres, a la 1 de la madrugada, y armó un escándalo afirmando que no quería volver a ver nunca más el monstruo con el que se había casado, que era un loco y un demonio, porque había intentado, en serio, desnudarla. A duras penas había podido salvarse de tamaña exigencia, evidentemente enfermiza"
Hoy nos hemos pasado de frenada en sentido contrario a menudo para mi gusto y concretamente en España. No me va la sinvergonzonería en ningún ámbito de la vida: dignidad ante todo define a la persona, hombre o mujer.
Pero tampoco es el tema que nos ocupa.
Estar fuera de la realidad, ese es el quid de la cuestión, así hicieron con nosotras lo que quisieron, por ejemplo, colocarnos una llamada divina que implicaba entre otras extravagancias, los crespillos del viernes de Dolores. Azucarada extravagancia.
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