MERCADO SANITARIO

 Dice Giménez que Opus entra a cuestionar el derecho universal a la salud, al menos en lo teórico. El mismo profe de Sociología citado ayer ponía en duda en 2013 que la salud sea un derecho, y lo considera un lujo más al que la sociedad se ha acostumbrado en tiempos de bonanza.

¿En qué planeta viven?

Navas lamenta que la vida en este mundo deje de ser un valle de lágrimas, en el que toca sufrir, una mala noche en una mala posada, con la mirada puesta en el más allá.

Con derecho a la salud y sin él, con hospitales a disposición de los ciudadanos y sin, la vida sigue siendo una sufridera por muchos motivos. ¡Están locos los romanos!, decía Asterix en todos los episodios.

Y lo que es peor a su juicio, "pasamos a considerarnos dueños de nuestra existencia, pero las patologías siguen ahí asociadas ahora a estilos de vida insanos, sedentarismo, comida basura, obesidades, tabaquismo, alcohol, drogadicciones, sexo". Es decir, el sexo en la lista de vicios a erradicar. Se creerá que él ha nacido del suelo.

Si esa es la teoría, la práctica es la clínica universitaria, antítesis del derecho universal a la salud, un anatema inasumible si de lo que se trata es de competir y captar clientes a costa de la sanidad pública. Como en cualquier negocio, cuanto peor le vaya a la competencia, mejor.

Francisco Errasti, director de la entidad sanitaria opusina entre 1984-87, luego de la aseguradora Acunsa y del Cima, ha defendido que los pacientes son meros consumidores, dado que la sanidad es un bien de consumo más comparable al super. Si a ello le añade la crítica a la sanidad pública tildándola de monopolio estatal, se obtiene el cóctel privatizador y la vía de negocio opusino. Todo ello bajo la etiqueta de "libre elección de médico y asistencia, que puede iluminar el oscuro mercado sanitario en que se ampara el monopolio público".

Pero la salud no es una mercancía como las naranjas, por usar la comparación de este médico y nume. La razón de ser de la sanidad privada se resquebraja por su base, la clínica opus necesita imperiosamente de la sanidad pública para sobrevivir, no sería sostenible sin ella. Primero porque es un modelo que no se puede generalizar ni universalizar. Desde que solo se admiten asegurados de menos de 60, y se desentiende de las patologías previas es imprescindible una sanidad pública para todos los pacientes navarros descartados en la cun. Lo pone en el panfleto publicitario: "para incorporarse a la cartera de asegurados de acunsa, es necesario ser menos de 60 y cumplimentar un cuestionario de salud".

Empresa esclavista hasta el final. Todo trabajo, ninguna remuneración, recoger, aumentar el capital, aumentar el margen de beneficio. Como un banco.

Un modelo de sanidad que solo es viable si atiende a sanos que se lo pueden pagar. Y para los enfermos pobres la clínica no tiene solución, sobran pues no son clientes. Es evidente, por tanto, que ningún od podrá defender que la salud es un derecho universal: eso va contra el negocio. Lo suyo es la excelencia competitiva y la oferta a consumidores; y la red pública debe ser puramente asistencial, la que se encarga de los enfermos, por lo visto categoría inferior a la de cliente.

Pero ni siquiera la cun puede sobrevivir así, solo de sus cientes. De entrada, los presupuestos de Navarra asignan 5 millones de euros al año a cambio de que atienda a todos los empleados, en 2013, 6986. Casi 7000 clientes pagados del erario, desde hace años. A lo que se añaden 19 millones en 2011, que la dirección del servicio navarro de salud abona por intervenciones derivadas de la sanidad pública. La propia clínica reconoce que el 12% de su facturación anual (141 millones) proviene directamente del Servicio Navarro de Salud, y presume de que 1/3 de sus pacientes son navarros...

La cámara de Comptos cifró la estafa: por una prótesis de rodilla en el hospital público 4000 euros, en cun se pagan 7418. Hay que decir que el gobierno foral se ha resistido a resolver esos huecos asistenciales propios que tan oportunamente justifican las derivaciones al Opus y el consiguiente cheque anual. ¿Podría la clínica sobrevivir sin esas multimillonarias sumas aportaciones de dinero público? ¿Dónde queda su teoría de la libre elección de médico y sus reparos a la salud universal?

También en el campo de la innovación médica les dan trato de favor. Ante la creación del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra, el gobierno de UPN se plegó al opus, le concedió la capacidad de veto sobre las actividades de ese organismo público, lo que provocó la salida de la Universidad Pública y dejar en manos privadas un campo tan enorme.

Desde 2004 con la creación del CIMA, el opus se fue preparando para un futuro prometedor en el negocio de las vacunas y las patentes. Lo que nos faltaba.

La nómina de accionistas de CIMA: BBVA, Corte Inglés, Masaveu, Embutidos el Pozo, Ungría Patentes y Marcas, sociedades de Alicia Koplowitz y Amancio Ortega....Se trata de poner en práctica la teoría de Errasti, "firme defensor de la propiedad privada", "aunque esta deba tener una función social" es la siguiente:

"Los empresarios, tantas veces incomprendidos, son quienes pueden resolver una situación que el gobierno, por sí solo, es incapaz; son los empresarios los que pueden sacarnos de este marasmo crítico".