CHOQUE OBISPO de BARBASTRO Y OPUS DEI
Tarde, mal y nunca. Las odiosas comparaciones.
Un abogado se enfrenta a la Iglesia Católica
Se establece la presión moral
A sus 85 años, Eberhard Luetjohann hace tiempo que alcanzó la edad de jubilación. Sin embargo, sigue activo como abogado y está causando un gran malestar en la Iglesia Católica. Los éxitos legales aún están por verse.
Luetjohann demandó a la Archidiócesis de Colonia por daños y perjuicios a un ex monaguillo que había sido abusado por un clérigo cuando era niño.
Georg Menne, recibirá la mayor suma hasta la fecha, 300.000 euros tras la sentencia del Tribunal Regional de Colonia, que aún no es definitiva. Por el sistema de pagos eclesiásticos en reconocimiento al sufrimiento, en cambio, sólo percibió 25.000 euros.
El abogado reclama una cantidad similar de compensación para otra víctima de abuso.
Se trata de la hija adoptiva del hoy ex sacerdote U. El delincuente en serie fue condenado a doce años de prisión el año pasado en un juicio muy sonado. Según la acusación abusó de una mujer que hoy tiene 56 años a finales de los 70 y principios de los 80 y además sería responsable de dos embarazos que fueron interrumpidos.
La Comisión Independiente de Servicios de Reconocimiento (UKA), iniciada por la Conferencia Episcopal Alemana, otorgó a las víctimas de abusos 70.000 euros.
Importe en litigio de 850.000 euros
En cambio, la demanda interpuesta trata sobre un valor en litigio de 850.000 euros -830.000 euros en concepto de indemnización por dolor y sufrimiento más 20.000 por otros gastos como terapias-. Luetjohann había exigido una cantidad no tan elevada por Menne: 725.000 euros más 80.000 euros por posibles daños futuros.
Sin embargo, el juez Stephan Singbartl no consideró adecuada una suma superior a 500.000 euros. Sólo se excede en la jurisprudencia si la víctima ya no puede llevar una vida normal a causa del daño, lo que no ocurre en este caso concreto.
No está claro si Luetjohann y sus colegas Stephan Jäger y Hans-Walter Wegmann obtendrán lo que piden en los tribunales. El abogado es combativo y está convencido de que esta vez podrá imponerse a la archidiócesis de Colonia. Sin embargo, un requisito previo para el éxito en primera instancia en el caso Menne fue que la archidiócesis se abstuviera de reclamar el estatuto de limitaciones.
Además, la Iglesia no cuestionó la alegación del demandante de que un sacerdote abusó hasta 320 veces. La Arquidiócesis supo e las acusaciones contra el clérigo en 1980 y 2010. Sin embargo dicho sacerdote pudo seguir ejerciendo su labor pastoral durante años como si nada, por lo que el interesado acusa a la archidiócesis de incumplimiento de los deberes oficiales por omisión.
El abogado estima que la iglesia oficial ha fracasado
Luetjohann también ve un fracaso de la iglesia oficial en el caso de la hija adoptiva, como explica en el suplemento "Cristo y el mundo" de "Zeit". Los archivos muestran que el cardenal Joseph Höffner de Colonia deliberó largamante sobre el deseo de U. de acoger a un niño adoptivo. Finalmente, lo permitió con la condición de que el niño fuera bautizado y se contratara a un ama de llaves. Pero las cosas no ocurrieron así. "Höffner no hizo comprobaciones. No había adultos en la casa que pudieran haber notado algo raro", dijo el abogado.
En su lucha contra la iglesia, Luetjohann acumula presión moral y legal: "si la archidiócesis insiste en la prescripción habremos llegado a la Fosa de las Marianas de la inmoralidad" , subraya en el diario Kölner Stadt-Anzeiger. También explica que un tribunal puede determinar que la iglesia ha actuado en violación de la ley y que la prescripción no es aplicable.
El abuso de los derechos ocurre cuando un acusado ha realizado acciones destinadas a frustrar una reclamación por daños y perjuicios. "Y, de hecho, en todo este tiempo, la Iglesia ha permitido que los archivos desaparezcan de sus armarios. Incluso amenazaron a las víctimas con el infierno", dice Luetjohann.
Hay muchos indicios de que habrá cambios en la consideración de estos dos casos.
Luetjohann afirma que el equipo de abogados cuenta con el apoyo de sacerdotes y teólogos y se ocupa de otros casos, principalmente de la archidiócesis de Colonia, pero también de las diócesis de Essen y Trier.
Alrededor de 250 afectados se han puesto en contacto en busca de asesoramiento legal y apoyo debido al abuso por parte de sacerdotes. El abogado pidió a los obispos que se sentaran con ellos y buscaran soluciones extrajudiciales.
De lo contrario, amenazó con demandar: "Entonces obligaremos a los obispos a arrodillarse".
Críticas al procedimiento UKA
Luetjohann critica duramente el procedimiento de la UKA: "La comisión actúa en interés de los obispos, pero no es una entidad legal. No puedes demandarlos". Los pagos que decidió -casi 41 millones de euros a finales de 2022- difieren significativamente de la cantidad que pretende el abogado.
“Si la iglesia quisiera terminar con las demandas, tendría que gastar entre 2.500 y 2.700 millones de euros en compensación por el dolor y el sufrimiento”, dijo, citando cálculos de expertos estadounidenses que evaluaron datos sobre casos de abuso en Alemania.
El abogado advierte a las diócesis que no insistan en la prescripción para evitar posibles juicios. Esto arruinaría moralmente a la iglesia, lo que según un modelo de cálculo también tendría un impacto financiero negativo: debido al colapso de los impuestos de la iglesia, las donaciones y las herencias, las diócesis alemanas tendrían que contar con una pérdida mucho mayor de alrededor de 25 mil millones de euros. .
Mientras tanto, aún no está claro si Luetjohann apelará por su cliente Menne. Según la sentencia de primera instancia, el letrado calcula que tiene derecho a 1.000 euros en concepto de indemnización por daños y perjuicios. El equipo legal está examinando actualmente el escrito de la sentencia. El plazo de apelación vence a finales de julio.
Comisión Independiente de Indemnización (siglas en alemán UKA)
La Comisión Independiente para el Reconocimiento de Beneficios, UKA, tiene que decidir cuánto dinero reciben las víctimas de abuso en la Iglesia Católica en reconocimiento del daño que han padecido. Para ello, acepta las solicitudes de los afectados a través de las respectivas personas de contacto en las diócesis u órdenes religiosas, determina el monto de la prestación e instruye el pago a los afectados.
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