DESMITIFICAR

Qué gusto poder lanzarse por las pendientes, crazy a tope, sin romperse el cuello. Primero escalan en hielo con los esquís a la espalda y luego no sé cómo lo hacen para no matarse, espectacular.

Kamen, célebre hispanista inglés, se dedica en este libro a echar por tierra todos los mitos constructores e integrantes tanto de la  nación española como la de la catalana. A esta última le dedica un capítulo en el que el repaso a Prat de la Riba, Cambó, Quim Torra y tv3 es espectacular. Ya que entre todos modificaron lo que ocurrió en Cataluña y concretamente en Barcelona con motivo de la guerra de Secesión.

Pero la mayor parte del libro está dedicado a examinar hechos y documentos de lo que fueron las grandes fechas magnificadas y los grandes hombres de la historia de España. Fortalezas y debilidades, aún reconociendo que sin mitos y su poco de deformación de la historia no hay nación ni sentimiento nacional que resista. Vaya repaso a las grandes fechas y grandes relatos de España, desde 1212 a Bailén y  pasando por Lepanto y demás guerras imperiales, muchas protagonizadas por soldados que no eran españoles porque aquí no había población para reclutar y los Carlos V reclutaba donde buenamente podía.

Me ha llamado la atención su juicio sobre Pérez Reverte como novelista de estas guerras, y sobre doña Elvira Roca, a la que denomina “curiosa historiadora popular”. La leyenda negra según Kamen, nos la hemos inventado. Si otros nos han atacado han sido los propios españoles quienes dieron munición al enemigo, el primero de todos Bartolomé de las Casas. En eso está de acuerdo con los antinegrolegendarios.

Lamenta que de todos los que han querido contrarrestar las exageraciones ninguno se ha dedicado a hacerlo mirando documentos. No nombra a los gustavobuenistas como Insúa o el arquitecto metido a historiador cuyo nombre se me escapa ahora. No sé si porque desconoce o porque no los considera historiadores.

Y afirma que toda gran nación que ha dado lugar a un imperio ha tenido sus detractores, que no es para tanto.

Me quedo con uno de los fragmentos que le dedica a Menéndez Pelayo, uno de los primeros magnificadores de la intolerancia con los herejes antes de que otros pasaran a santificarla:

Para don Marcelino MP el XVI fue un siglo clave, “la fe convirtió a España en el pueblo elegido de Dios”. “¿Por qué no se hizo España protestante como el resto de Europa occidental?”

Y a sí mismo se contesta Menéndez Pelayo: “Nada más impopular en España que la herejía, y de todas las herejías el protestantismo. El espíritu latino, vivificado contra la Reforma, que es hija ilegítima del individualismo teutónico; el unitario genio romano rechazó la anárquica variedad del libre examen; y España, que aún tenía el brazo teñido en sangre mora y acababa de expulsar a los judíos, mostró en la conservación de la unidad, a tanto precio conquistada, tesón increíble, dureza, intolerancia, si queréis, pero noble y salvadora intolerancia.”

¿Por qué no hubo en España escritos heréticos? Es que la lengua de Castilla no se forjó para decir herejías”. Su orgullo por los logros de España se fue acrecentando, hasta convertirlo en un verdadero himno a las glorias del pasado:

“El sentimiento de patria es moderno, no hay patria en aquellos siglos (medievales), no la hay en rigor hasta el Renacimiento, pero hay una fe, un bautismo, una grey, un pastor, una Iglesia, una liturgia, una cruzada eterna y una legión de santos. Dios nos conservó la victoria, y premió el esfuerzo perseverante dándonos el destino más alto entre todos los destinos de la historia humana: el de completar el planeta, el de borrar los antiguos linderos del mundo (…)”

Finaliza con el célebre: “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de san Ignacio…; esa es nuestra grandeza y nuestra unidad, no tenemos otra”.

Y dice Kamer que el apogeo de España descrito por MP es totalmente imaginario.

Personalmente nos veo, al founder en especial y los comienzos de su “fundación” en particular, en la estela de Menéndez Pelayo. Aunque a día de hoy ya no saben ni quien era Carlos V, ni por supuesto les interesa.

Otro caústico comentario de Kamer a propósito de las glorias de España, es que la religión española tan ensalzada del siglo XVI era católica, universal. Que las características destacadas del Siglo de Oro español en cuanto religión eran más internacionales que nacionales. El impulso hacia el cambio y la reforma procedió de fuera de España.

Otros dicen que ya Isabel había “reformado” en Castilla.

Pero según este hispanista inglés enamorado de España, le ha dedicado toda su carrera, en cuestiones culturales y religiosas, España solía ser recipiente, más que donante. El libro de 1937 de Bataillon, Erasmo y España, da testimonio de la influencia del humanismo en España, más que de España en el humanismo.

Y remacha que los principales reformadores, humanistas, misioneros españoles se formaron y trabajaron fuera de España: Luis Vives, Fco Javier y Loyola.

Muy interesantes las páginas que dedica a la Compañía de Jesús, que fundada por un vasco, operaba desde Italia y era dirigida por provinciales no siempre españoles. Pero ya me alejo del tema, porque en nosotros y hasta nueva orden, mandan españoles.