SIEMPRE "ON DUTY"

Me sobra la lectura de la carta. Que se dirija a sus "directoras" que son la autoridad competente, no Antonio Moya. 

 Me parece una pérdida de tiempo dar micro a este tipo de intervenciones anónimas que no aportan nada. Todos pasamos por la fase "reformadora" antes de vernos a este lado de la valla. Por supuesto que nada esencial se va a cambiar porque lo diga una mindundi de nume que no pertenece al círculo de elegidos entre los elegidos. 

Qué diferencia de escalofríos que te entran cuando escuchas a Isabel (15:00) que vivió un tercer grado en Roma y al final por no reconocer pecado inexistente "te vas mañana para la Argentina".  Que tendrá que ver lo que le achacaban con encerrarla en una habitación prohibiéndole incluso la asistencia a misa. Carceleras santificando la tarea.

Se demuestra que lejos de ser el paraíso, estar cerca del poder central opusino era rozar el infierno. Ahora, cómo se las apañaban para que en Noticias pareciera todo lo contrario, aquí viene nuestra amiga la imaginación.

Las limpiezas absurdas de zonas en obras que se iban a ensuciar a los cinco minutos. Es dar trato de "cigüeñal" a seres humanos. Hacerte sentir "tornillo", "palanca compuesta", "elemento al lado de otros elementos" en algo tan grande que se escapa a tus pobres humanas entendederas. Siempre "on duty", en acción, eliminar si es posible tiempos de reflexión y consideración personales sobre lo que se está viviendo. Borrar sentimientos, emociones, "particularidades" e "individualidades" que estorban la magna labor que estamos llevando a cabo.

Individualidades las justas, las del supremo líder y sus más próximos colaboradores. Que nosotras teníamos por más santos, que por eso habían sido elegidos. Pero en un sistema de estas características no son los mejores quienes ocupan los cargos superiores, en ningún sistema de poder donde se avanza a base de codazos y chivateo, pero en este ya vemos que el trato que le dispensaron a la argentina en la Casa Central es idéntico o muy similar al sufrido por Carmen Tapia 15 años antes. Si te descuidas alguna de las protagonistas carceleras coincide en ambos casos.

Se me abren las carnes escuchando la voz de personas que han sido capaces de guardarse sus traumas y heridas 40. 50, 60 años. Por respeto "a un hermano sacerdote", "a unos padres supernumerarios".... han ido por la vida como gato azotado, porque la mentira, la traición duele. Incluso si la permanencia no fue larga, las heridas afectan a toda una vida. Habiendo pasado medio siglo, es como si fuera hoy cuando te toman el pelo en lo más hondo, en tu conciencia y convicciones espirituales y religiosas. El caso de Gabriel.

Pero no estamos en el mundo para vivir la vida de nuestros padres y hermanos, cada uno tenemos la nuestra. Si esas personas no son capaces de reconocer que su hijo o su hermano fue engañado, estafado, maltratado, y que además es sistemático...personalmente me van sobrando como familia. En el momento clave no actúan como padre o hermano. 

Cada cual tiene su "agenda", sus "intereses".  Lamentablemente reconocer la verdad aunque duela no suele figurar entre los intereses habituales de muchos. 

Se cortan lazos y adelante. Otros vendrán, con la verdad por delante, menos cenas familiares y menos rollos y más relaciones humanas auténticas. Difícil, no imposible.