TESTIMONIOS IMPACTANTES

Muestrario de crueldades relatadas por Damián, Juan Pablo en particular. En estas condiciones el "santo" sobra, está de mas, no viene a cuento, es disfuncional, disonante, chirría, no casa. Un sistema a la búsqueda de su autoensalzamiento, capaz de quitar el pan de la boca a una familia humilde con falsas excusas religiosas. De España como de Méjico el mismo fenómeno de fanatismo exacerbado: supernumes que no perdonaron a su hijo el abandono de la supuesta vocación.

A pesar del tiempo que llevamos en esto, me sigo sorprendiendo de los extremos de inhumanidad, y lo "mío" al lado una tontería, siendo grave,  me alejé del epicentro del mal. Soportar un entorno superopus como la comunidad foral cuanto te has ido es complicado. No se puede, acaban contigo, te aplastan como si fueras una hormiga.

Sabía que me quedaba corta al contar mis vivencias y últimamente se está demostrando con creces. Sembradores de sufrimiento inútil. Al final el primer punto de Camino, es autoaplicable.

A la que hace la clasificación de tipos de numes, me gusta "las que dan el pego". Todas las dires de Deles para arriba, que visitaban de vez en cuando los centros, todo sonrisas y risas, con cara de no haber roto un plato, hechas un brazo de mar, contando anécdotas edificantes, cosas del Padre y así... recién descendidas del mundo en rosa. 

Como si no tuvieran nada que ver con las decisiones que hacían sufrir como las que en este vídeo cuenta Juan Pablo. Puesto que son ellas, las que desde el Olimpo de sus despachos y sin mancharse las manos dan las órdenes de lo que se ha de hacer y decir a cada una.  Pero ellas no lo hacen, hay esbirras, las del consejo local de los centros, bisagra sufriente, puesto quemante que hizo enfermar a más de una. No todo el mundo tiene vocación de capo de un Lager. Y de andar dando disgustos poniendo cara de "como si nada".

Si las cosas salen mal tienen la cara de "reunirte" para echarte en cara un "error" que es su responsabilidad, no se mueve una hoja sin su consentimiento. Como me ocurrió una vez en esta ciudad. Qué rertorcimiento.

En cuanto te sales del guión y das un paso no previsto, ya sabes donde está la puerta.

Si alguien del Vaticano está viendo estos testimonios espero que se quede tan helado como me estoy quedando yo de hasta donde han sido capaces de llegar en la manipulación mentes y cuerpos. Y quizás se les ocurra que no hay 36 salidas posibles.