CRÍMENES IMPUNES

Bien bonitos paisajes navarros los de este pueblo. Y sin embargo, un crimen atroz, aprovechando el estallido de la guerra civil: una mujer embarazada y 6 hijos asesinados y metidos en una sima. 80 años hubo que esperar para sacar los cuerpos y darles cristiana sepultura. No se esperó para hacer justicia. En esto España, o el estado español como dicen aquí, es lo mismo de norte a sur. No valen fronteras autonómicas, ni territorios forales, ni comunidades con lenguas cooficiales. El comportamiento es el mismo, la misma cobardía, falsedad y gallinácea especie: esperar a que se muera todo el mundo y que nadie vaya a la cárcel. En un pueblo de cuatro casas y media ¿cómo no vais a saber con nombre y apellido quiénes fueron los asesinos? claro que lo sabían, ni siquiera en este reportaje se explayan. Salen los herederos de tan horrible crimen. Con discursitos, procesioncitas, ceremonias y aplausitos, asunto solucionado. Ni investigación, ni de oficio ni de la otra, bueno sí, pero obviando las muertes....todo superficial. Los muertos eran pobres: no tenían tierras, solo un cerdo.

La justicia en la dictadura y en la postdictadura, el mismo funcionamiento. Al servicio del poder. Todos Conviviendo con los muertos enterrados en la sima casi un siglo. Aquí no ha pasado nada.

En estas condiciones no se construye una sociedad, tapando y barriendo debajo de las alfombras. Pero así vamos con todo: bebés robados, crímenes de la guerra y de la posguerra...Gracias a Sánchez Ostiz, me enteré de la utilidad de las simas de Urbasa en la guerra civil, estos no fueron los únicos desgraciados a quienes los vecinos por rencillas, envidias, salvajadas de pueblo tiraron al fondo de un pozo.

No entiendo qué interés encierra saber cuántos se ordenan este año o se dejan de ordenar. Somos bien conscientes de que la función del cura es prostituida, pues se limita a ser correveidile, fuente de info y transmisión de consignas de los super jefes, aprovechando que se tiene al penitente de rodillas, antes o después de recibir un sacramento. Los sacerdotes en la Iglesia católica no se inventaron para ejercer de Gestapo. 

Lo que no entiendo es como no extreman la vigilancia en ese aspecto, sabiendo lo que se hace con la confesión en ese grupo, para qué sirve y que se obliga a confesar, no solo con un cura de la organización, sino con este cura en concreto, el designado por la nomenclatura para el centro en el año en curso que suele comenzar en septiembre. Con 15 años no tienes ni idea de que esas medidas prelaturísticas son abusos de poder, que se están pisoteando la libertad del bautizado para elegir confesor y además con razones institucionales de control.

Pero a estas alturas, medio siglo después, habiendo compartido nuestras quejas y vivencias, coincidimos todos en cómo se hacían las cosas por sistema...no veo el interés, cuando ya se les ha denunciado por todo lo que dicen hacer de una manera y hacen en realidad de otra. Este es un abuso más.

A esta indignación que siento, se une mi experiencia con curas en el tramo final de mi vida numeraril ¡Qué alcahueteo! hubo dos sacerdotes que fueron pieza fundamental, correveidiles entre el insti y mi centro. Tanto el cura numerario first class, apellido catalán de abolengo, como cura de la sociedad sacerdotal, last class y apellido jiennense no tan lustroso. Los curas no están para espiar, llevar y traer, correo del zar y jdr la vida al prójimo, en este caso a la prójima. El uno profe de reli en el centro, el otro mi confesor designado. Qué asco me dan los dos a pesar del tiempo pasado, repugnante misión la que ejercieron. Qué par de cobardes y ahí lo dejo que me enciendo.

Vaya ejemplo de uso del sacramento del Orden sacerdotal, puesto a disposición de una mafia o de dos.  Los curas no están para eso, para ser la alcahueta mayor del reino, y si lo son que disimulen por favor, por la fe del pueblo fiel que os mantiene con fervor y os tiene por personas sagradas por consagradas. 

Cuando recuerdo estas cosas me doy cuenta de que no hacen falta ateos comecuras para destruir y pisotear lo más sagrado: ya lo hacen ellos mismos con actuaciones indignas de una persona que ha entregado su vida entera a Dios y a la Iglesia para acabar ejerciendo de vulgar correveidile al servicio de una burocracia picadora de carne humana.

Y nosotras con toda la fe de este mundo y del otro confesando pecados cuasi inventados, semana tras semana con gente tan indigna de ser cura y de ser director espiritual de nadie. No voy a escribir por respeto al ciberespacio y las buenas maneras lo que en realidad pienso de ellos.

Mientras Moya siga en contacto con numerarios,-as, amigos de la mano izquierda, seguirá metiendo la pata alegremente y alejándose del objetivo.