SANTOS RAROS

 Pienso que más que ser perfecto "como vuestro Padre celestial es perfecto", lo que le molaba era salir en el santoral, tener un día específico en el calendario y una Misa celebrada en su honor. Aspiraciones de cura "avanzado" y con visión de futuro, dirían algunos. No debe ser ni el primero ni el último que se "les" cuela en el canon.

Sí el primero cuyas víctimas y damnificados han de contemplar la jugada en directo, en la era de la comunicación instantánea. Si nada hay oculto que no haya de salir a la luz algún día, hoy es difícil esconder los desastres humanos. Forman un buen montón, se siguen haciendo los sordos allá en el centro de la Ciudad Eterna. Muchos desesperan de que "desde dentro" se pueda cambiar algo, al fin y al cabo todos los iluminati depredadores de almas y cuerpos son producto de la propia Iglesia que los ensalzó y tampoco les ha llevado a la cárcel, aunque algo de lavado de cara se haya hecho en ciertas instituciones.

Menos da una piedra, con el polaco hoy en los altares y con parroquia en esta población el sectarismo depredador católico vivió sus mejores momentos. Con el alemán, parecido, él se esforzó sobre todo por la reintegración de los san Pío X, aquellos que echan de menos la misa en latín de espaldas al pueblo, hoy  célebres con cierta Sacristía youtubera apoyada por ciertos ateos hispanos. 

Solo con el argentino que salió de los apartamentos papales y se fue a Santa Marta, pareció que respiraban otros aires, aunque saben  a poco. El depredador esloveno y el peruano llevan vida reposada y tranquila.

Muestrario de santos extraños que trae Gironella en "El escándalo de Tierra Santa". El escritor español, autor de la trilogía de más fama en aquellos años 70, visitó Jerusalén en 1975. El escándalo entre otros venía por las peleas entre confesiones cristianas por un altar, una puerta, una baldosa o una lámpara votiva en tal o cual basílica conmemorativa de episodios evangélicos diversos. Con muertos incluidos.  Era Jesús de Nazaret y no ha podido evitar que la posterioridad manche su nombre.

De un Diccionario de los Santos:

Está Amadeo de Lausana que gustaba de rezar junto a los lagos; y un santo Abad irlandés, llamado Alibe, que gustaba de rezar frente al mar.

Nos enteramos de que Jacopone de Todi, compañero de san Francisco, aparte de pedir para él todos los males, "a mí el dolor de cabeza, de muelas, de vientre", le pidió a Jesús que viniera a copular con su alma sobre un lecho de rosa y de violetas", y de que santa Agueda hija de Catania, es patrona a la vez d las nodrizas y de los fundidores de campanas, porque a ella le cortaron los senos y ella cortó más tarde las erupciones del Etna.

Ha habido santos taumaturgos, como Macario, que con un poco de agua bendita devolvió su condición de mujer a una egipcia que se había convertido en un asno, y los ha habido prestidigitadores, como santa Gúdula, patrona de Bruselas, que con solo rezar una plegaria encendía una vela.

Sabemos que a Pío XII una comisión estadounidense fue a pedirle un santo norteamericano y que él les contestó: ¿Cómo queréis que yo haga un santo, si vosotros no lo hacéis?, y que san Ammón, considerándose indigno de "hablar con Dios", y de representarle, para no recibir las Ordenes se cortó la nariz, las orejas y, por último, y puesto que lo anterior no bastaba, se cortó la lengua.

Noé es también santo. Por razones bien conocidas, es patrono de los viñateros y de los constructores de navíos, y por aquello de la tempestad calmada, "Dios le regaló el arco iris". 

San Eustaquio: "Los animales tienen un lugar importante en su vida. Se piensa que como patrono de los

San Eustaquio o san Huberto

cazadores, guardabosques y forestales. Seguramente murió dentro del vientre de un toro de bronce ardiente, en tiempos del emperador Adriano en el s. II."

Santos de bajura: Patricio, patrón de Irlanda, que hacía diariamente 700 genuflexiones, santos de altura, Alipio, que se subió a una columna y allí permaneció por espacio de 77 años.

A un monje de Aviñón, Agrícola, del s. VII, unos lo invocan para que llueva y otros para que salga el sol; y encontramos a san Gelasio I, papa de origen africano, que "supo mantener con recia mano el timón de la nave que Dios le había encomendado", y encontramos a santa Afra, demostrativa de que incluso de una casa de mala nota puede Dios sacar un alma de excepción. EN efecto, habiéndose declarado creyente en tiempos de persecución, fue requerida por el  juez para que renegara de su fe, y al contestar ella: "yo ha he cometido demasiados pecados  y no quiero cometer éste", fue quemada.

Nos conmueve san Felipe Neri, patrón de los humoristas y de los reumáticos, por su alegría, aunque dejara escrito: "En el servicio de Dios no es suficiente reír" y nos conmueve Fermina, que "convirtió al oficial que se abrasaba de amor por ella y luego se dejó abrasar en Umbría por amor a Cristo", y nos conmueve Gabino, romano que "para alcanzar un lugar en el banquete oficial aceptó morir de hambre en prisión".

Por último, entre una lista interminable, descubro unos santos notables por su precocidad, todos ellos del s. XVII, san Sisias, que solo mamaba cada dos días, san Nicolás, menos todavía y santa Catalina de Grecia que rehusaba a la nodriza cuando había pecado.

Santoral caricaturesco, pero ha habido épocas en que la Iglesia canonizaba con suma facilidad, sin necesidad de que el candidato hiciera 700 genuflexiones diarias. San Francisco y santa Clara fueron canonizados dos años después de su muerte. San Antonio de Padua, un año después, santo Domingo ha de esperar sólo 13 años, en cambio, hay quien con méritos equivalentes lleva esperando 13 siglos...