Pedro Salinas presenta “La verdad nos hizo libres”. TIPOS DE FANS

Qué bien se les oye, se agradece. Se alegra Vidal (RD) del nuevo nombramiento papal al frente de la Congregación de los Obispos, un carmelita, Iannone. Se verá.

Qué tiempos, cuando admirábamos a Cipri por su "mediación" en el caso de los rehenes en la embajada de Japón en Lima. En 1999 llegaba a la archidiócesis de Lima en pompa y fasto. 

Creo recordar que es mencionado en aquel libro de José Luis Olaizola supernume donostiarra y escritor,  sobre la devoción al santo barbastrense publicado por una de las editoriales de más renombre de nuestro país. No recuerdo el título, ¿"Un escritor en busca de Dios"?, no estoy segura por el subtítulo, cuenta su trayectoria de enganche con el "Opus Dei" nadie comenta dicho libro. O ¿"Guía de curas con encanto"?. 

En cualquier caso situo su publicación alrededor de la beatificación de 2002, no era Crónica de un sueño, más bien de una pesadilla, que es más reciente. En aquel libro relataba su viaje por el continente americano, acompañado de su mujer, a la que denomina su "asesor literario". Entre los dos entrevistaron a una docena quizás de devotos del barbastrense, entre otros a Cipri, amante del basket, que un día descubrió su "vocación". Lo que no sabíamos era de que ya por entonces  había realizado conductas indecorosas aprovechando el sacramento de la confesión de un penitente adolescente huérfano de padre. Pues según dice Salinas y Rosa Ma. Palaciós, "los hechos ocurrieron a principios de los 1980".

 

Una vez fuera de la ilustre familia, fue tema estrella del blog porque se empeñó en que la Pontificia Universidad Católica del Perú no merecía el adjetivo "Pontificia", hizo todo lo  posible y lo imposible para que le fuera arrebatada la "pontificidad", ¿motivo? no le obedecían a él, ilustre arzobispo y cardenal de Lima.

El que antes lo deje  quedará en mejor lugar, habéis agotado el tema, quien quiera saber que lea la fila de comentarios.

TIPOS DE MIEMBROS EN ORGANIZACIÓN COERCITIVA

Está en la novela Vida y destino de Vasili Grossman, p. 614, se refiere al nazismo alemán, como no, pero aclara, modélico. Cada uno puede situarse, qué nombres opusinos irían en cada categoría. El equipo de beneficiados mayores es muy reducido. El resto de la organización trabaja para ellos y los individuos de los escalones inferiores según y cómo sea su comportamiento pueden ser elevados de nivel o gozar de privilegios momentáneos si son buenos informantes de a pie.

"Para controlar y organizar fábricas y ejércitos, círculos literarios, las vacaciones estivales de las personas, sus sentimientos maternales, cómo respiraban y cantaban, hacían falta líderes. La vida había perdido el derecho a crecer como la hierba, a agitarse como el mar. Liss consideraba que había 4 tipos de líderes.

El primer tipo estaba formado por hombres de una pieza, a menudo desprovistos de una particular inteligencia o de capacidad de análisis. Estas personas adoptaban eslóganes y fórmulas de los periódicos y revistas, citas de los discursos de Hitler y art de Goebbels, de los libros de Franck y Rosenberg. Sin tierra firme bajo sus pies, estaban perdidos.

No reflexionaban sobre las relaciones entre diferentes fenómenos y, con cualquier pretexto, se mostraban crueles e intolerantes. Se lo tomaban todo en serio: la filosofía, la ciencia nacionalsocialista y sus oscuras revelaciones, los logros del nuevo teatro y la nueva música, o la campaña electoral del Reichstag. Como escolares, se reunían para empollar el Mein Kampf, hacían resúmenes de conferencias y folletos. Por lo general, llevaban una vida modesta, a veces pasaban necesidades, y estaban más dispuestos que el resto de las categorías a ofrecerse voluntarios para cubrir puestos que los separaran de sus familias. En un primer momento Liss había tenido la impresión de que Eichmann pertenecía a esta categoría.

El segundo tipo estaba constituido por los cínicos inteligentes, los hombres que estaban al corriente de la existencia de la varita mágica. En compañía de amigos de confianza, se reían de muchas cosas: de la ignorancia de los nuevos doctores y profesores, de los errores y la moral de los Leiter y los Gauleiter. El Führer y los ideales supremos eran la única cosa de la que no se reían (...)

En la cúspide regía una tercera categoría: allí sólo había lugar para 8 ó 9 personas, que admitían a unas 15 ó 20 más en el seno de sus reuniones. Se trataba de un mundo sin dogmas donde se podía discutir de todo con plena libertad. Allí, nada de ideales; sólo pura matemática y la alegría de los grandes maestros que no conocían la piedad.

(...)

 

Liss también había constatado que la aparición en la cúspide de personas con facultades limitadas siempre presagiaba acontecimientos siniestros. Los controladores del mecanismo social elevaban a los dogmáticos sólo para confiarles las tareas más cruentas. Y éstos, necios, disfrutaban por un tiempo de la ebriedad del poder, pero luego, una vez cumplido el trabajo, eran borrados del mapa; a menudo corrían la misma suerte que sus víctimas. En la cima quedaban, como antes, los impertubables maestros.

Los simplones, los que correspondían al primer tipo, estaban dotados de una cualidad excepcionalmente valiosa: eran el pueblo. No se limitaban a citar a los clásicos del nacionalsocialismo, también hablaban la lengua del pueblo. Su rudeza parecía sencilla, popular. Sus bromas provocaban la risa en las reuniones obreras.

El cuarto tipo era el de los ejecutores, hombres que eran completamente indiferentes al dogma, a las ideas, a la filosofía; también estaban privados de capacidad analítica. El nacionalismo les pagaba y ellos le servían. Su  única gran pasión eran las vajillas, los trajes, las casas de campo, los objetos de valor, los muebles, los automóviles, los frigoríficos..."