RENOVACIÓN RESTAURADORA

 He oído a Trevijano decir que lo del 155 es un camelo, que según ese art de la Consti el que tiene que aplicarlo es el propio Puigdemont, o sea se le ordena al pirómano que apague el fuego.y hablando de fuegos ¿serán ellos tb los de Galicia incendiada?  hace falta estar pirado para organizar semejante infierno entre la población, por mucho que como gallego te gusten las llamas y te digan "el cerilla" de la aldea.

Con respecto al 155 no sé, están todos en el mismo barco, ya han dado señales de sobra de comportamientos desordenados y desordenantes y el pelo se nos cae a los demás y a los de abajo, no a los pertenecientes a la casta oligárquica neofranquista.

 RENOVACIÓN RESTAURADORA

Cuando en 1951 Franco llamó al ministerio a Ruiz Giménez y a Laín al rectorado, parecía claro que se dejaba atrás la guerra civil vista de modo molesto para EEUU, España era ya aliado de EEUU. Calvo no podía dejar escapar el monopolio de los derrotados.

 

En “Política de integración” (1955) RCS se muestra inquieto porque España se moderniza económicamente y la cristianización de las masas populares no es lo suficientemente densa y extensa. En este punto recomiendo “El catolicismo explicado a las ovejas” del jiennense autor y que cada cual juzgue si sobraba o faltaba religión. España ya formaba parte del atlantismo y RCS se hace la pregunta de si el integrismo impermeable puede mostrar algún tipo de permeabilidad hacia pequeñas heterodoxias, si sería posible incorporar masivamente o selectivamente a los discrepantes del catolicismo puro y duro.

Sigue convencido de que la jerarquía eclesiástica debe conservar la primacía, ya que la religión es la base de una sociedad, no la pura actividad intelectual. Una contradicción es su propuesta de una totalización nada totalitaria del sentido católico de la vida. Sigue muy de cerca las propuestas de Maeztu citándolo cada vez menos: la verdadera política es la internacional y la interior se hace según las relaciones exteriores. Ya el periodista de Vitoria había ofrecido las herramientas necesarias, imitar a EEUU, su amor al dinero y al trabajo, su Estado mínimio, sus sindicatos corporativos. Etica del trabajo predica RCS, esforzarse por desarrollarse al máximo en la cultura del espíritu y en la realización de la tarea profesional. Divinas palabras que debo decir ví muy poco practicadas en mis años del lado oscuro. Una cosa es predicar y otra es dar trigo. Muchas mediocres predicadoras bastante poco ocupadas, las que trabajaban en las administraciones se deslomaban, las demás poco, poco, poco. Si alguna se apasionaba y le gustaba su profesión, sonaban las alarmas, recuerdo a una cirujana filipina con la que conviví. La tenían casi por una egoísta por trabajar tanto y con tanta pasión en lo suyo. De lo más sano que encontré en OD. Vagancia y chifladura van de la mano. Nissa tenía toda la razón de pasarse la vida en su  laboratorio, quirófano, clínica. La alternativa, las locas chaladas medicadas del centro de numerarias.

 

En 1958 RCS saluda la ley de Principios de Movimiento nacional que si mal no recuerdo elaboraron mano a mano en un par de largos fines de semana en el Escorial el remedo franquista de cuerpo legislativo formado por Laureano López Rodó y Gonzalo Fdez de la Mora. Entre 2 y no entre tropecientos diputados se hacen mejor las cosas, ¡que barato salía el cuerpo legislativo y nos los casi 20 que hoy tenemos! Encima pegándose entre ellos.

“La fuerza creadora de la libertad” aunaba las cuestiones del espíritu y las custiones del gobierno material, ambas tareas del gobierno que se aprestaba a dar curso a los planes de desarrollo de López Rodó, el verdadero capitalismo español estaba en marcha. Insistía en el atraso diagnosticado por Weber de los países católicos, para solventarlo obreros y empresarios españoles han de practicar una ética social común. Ya parece que vislumbra una futura sociedad española en la que haya diferentes corrientes de opinión.

La libertad no puede ser objeto de una planificación sino de una conquista. Mucho menos puede ser resultado del chalaneo y la mentira.

Pero sigamos, que todo les salió a pedir de boca. Puesto que RCS planea que habrá grandes periódicos en los que se vertebre la relación élite-masa, gobierno y sociedad. No recuerdo las fechas de SARPE, la sociedad opus que poseía casi toda la prensa escrita española con alguna excepción, debió de ser por esta época que se pusieron a llenar España de papel impreso.

La transigencia con el error nos devolvería a las guerras civiles, pero integrando las pequeñas heterodoxias en la gran homogeneidad del 39 nos iría mejor: así que ahora viene el reconocimiento del estilo del 98, la ambición universitaria de los institucionistas, el rigor de la Junta de Ampliación de Estudios, el germanismo de Ortega, el sindicalismo moderado de Pablo Iglesias I, el moderantismo de los canovistas, el señorío  y la pasión nacional de José Antonio. Todos juntos y apreciados por el OD, después de haber sido echados, arrastrados por el barro,  y motejados de los peores insultos además de haberlos echado de España. Se le podía haber ocurrido 20 años antes.

Dice Villacañas que RCS va olvidando en esta etapa las unilateralidades de la cruzada y de la contrarrevolución. La victoria de Franco fue la auténtica reconstrucción de la estructura nacional, capaz de dar modernidad y estabilidad sin cuestionar la vigencia del catolicismo.

Pero los inspiradores de RCS en 1958 son  Cánovas, Maura, Herrera Oria (la escuela del periódico El Debate, ACNdP, hoy solo ACdP que son uña y carne con lo que queda de OD). Enfrente los herejes que si ya no se consideran condenados al infierno algo tendrán de rescatable: Giner, Pablo Iglesias I y Ortega. De este batiburrillo sale una síntesis que recuerda a la de Maeztu. También Maeztu venía con Ortega y acabó con la derecha de Maura. Poder ejecutivo fuerte, sentido de los problemas sociales ¿qué entenderían los OD por problemas sociales? Y una representación auténtica (lo menos creíble). Una dictadura sin intervención real protectora del despliegue económico y científico, a lo  Primo de Rivera. Todo muy moderno. En un alarde de generosidad afirma que ya no puede haber vencidos, si demuestran con hechos su buen comportamiento y conversión, o algo así.