PLANTONES
Charlando con una persona conocida me han venido recuerdos de los "plantones" en la adolescencia y juventud, cuando había que hacer ap con tus "amigas", es decir, atraerlas al redil.
Invitando, siempre invitando: a la medi, a la charla, a la clase de doctrina, a la misa del día de la Inmaculada o la novena, a una excursión con segundas intenciones,
a visitar el centro o a conocer al cura, mediando rejilla y de rodillas por supuesto... a veces lo conseguí, y te llevabas la palmadita en la espalda de la dire. No gran palmadita, podía "subir" en exceso la autoestima y te lo podías creer....Pero muchas otras veces "plantón va, plantón viene", en Francia dicen poser un lapin, me plantaron montones de conejos, una macrogranja conejil.
También recuerdo alguna a la que convencí y que salió asustada de lo que le dijo el cura....no sé lo que pasó aquella vez en el confesonario. Salió el cura, uno de los mandamases de la región, "hecho una furia" a verle la cara a la penitenta...
No tuve a nadie que se preocupara de mi crecimiento y aprendizaje. No tenía interés que una jovenzuela nume aprendiera que los seres humanos somos cobardes y no nos gusta desagradar. Y que por eso en vez de decirme que no con las palabras algunas de mis "amigas" me lo decían con los hechos. Y que me tenía que bastar un plantón para dejar de insistir. Las "amigas" no eran tales por estar metida en el engranaje opus, eran piezas a cobrar.
El aprendizaje de la hipocresía social aunque una no lo practique muchos demás sí, y hay que interpretar correctamente lo que te quieren decir diciéndote otra cosa.
Particularmente una amiga a la que tenían fichada, les interesaba, buenas notas, buen tipo, cuasi modelo, "alta, delgada, rubia"....que batió todos los récords del plantío. De las primeras veces que hice mal en ser "alfombra" y en que me pasé de la raya siéndolo, muchas cosas nos unían antes de la numerariez: colegio, clase, barrio, intereses, padres que se conocían, lecturas, verano....una experiencia fatal tener que perseguirla. Se me ha olvidado si ya la perseguí siendo de san ra. Ibamos a clases de inglés al club...allí le echaron rápido el ojo.
Estaba sobre avisada : a su hermana ya la habían contratado en la uni navarrensis, la única uni en la ciudad por entonces.
De manera que practicaba las buenas maneras guardando la distancia de seguridad con las opusinas ... arte practicado por gran parte de la población pamplonesa empleada de opuslandia.
Me hierve la sangre de cómo nos dejábamos manipular por el sistema, les importaba un bledo la persona, la mía y la de mi amiga, iban a la caza y captura del "escaparate": niña mona, buenas notas, banderín de enganche...
La plaza de mis plantones
Hubo una estudiante de Periodismo, centroamericana por más señas, que nos llevaba 6 ó 7 años que me la "quitó", a ella no la plantaba tanto....la trabajó un rato....pero al final nada. No quiso saber de la vocación y luego perdí la pista a "mi amiga" y a la ladrona de "amiga".
Qué manera más triste de acabar una amistad y qué engendro de manipulación santificable inventado por el santo founder y los adláteres que se buscó. Que viniera chicas al centro a toda costa, aprovechemos lo que podamos de ellas, ya habrá tiempo de tirarlas: con 30, 40 ó 50. No nos incumbe, el tiempo que pasen dentro y nos lo den todo, eso que nos llevamos.
Más luego la parte mafia que se descubre cuanto te quieres ir y no te dejan o te dejan pero siguen la vida entera amargándote por tierra mar y aire.
Y el invento es español, no francés, ni italiano. Esos solo ofrecen imitaciones.
Lo digo por los defensores a ultranza de la hispanidad, que es mi tierra y mi lengua, mi cultura y mi historia de las que no reniego, pero en materia de sectofanatismomafiosidad católica batimos todos los récords.
Comentarios
"S'agit-il d'un mal spécifiquement français ?", se pregunta el autor. Me temo que no, "Bar España" es "Bar Europa", con fondos de la UE destinados a protección de menores.
Dado el silencio de la Fiscalía Europea Delegada (Madrid), para más señas dos españoles, nuestra comunicación tuvo entrada en la sede central de EPPO (Luxembourg) el pasado viernes.