Dolores "fuertes"
Esta imagen la tomé en la procesión de Viernes Santo de una insigne ciudad española. Pensaba que lo de arrastrar cadenas era sólo una leyenda, como la que se cuenta en Navarra de Teodosio de Goñi que por cometer un crimen, equivocadamente mató a sus suegros, estuvo condenado el resto de su vida a llevar cadenas por los montes. Por lo de ilustrar el "dolorismo"...
Acordándome estos días de mi madre por lo de la película, quería hablar de la "vocación" de la gente joven. Es cierto que las madres supernumerarias, y en la última actualización de opuslibros hay una ex supernumeraria que lo reconoce, empujan a sus hijos a ser nume. Mi madre en cierto modo lo hizo. Pero quería añadir que se arrepintió bastante de ello. Vamos, que en el pecado llevó la penitencia y que se fue de este mundo habiendo pagado bien alto precio por permitir a su hija ser numeraria.
Entre otras cosas le pasó algo que sólo he entendido al salir. Muchas veces la escuché quejarse de que algunas supernumerarias "estilosas", celadoras, con lustre y respetadas dentro, se habían salido con la suya de que su hija no fuera numeraria. Yo recuerdo un caso concreto con nombre y apellido, esposa e hija de un médico de la clínica universitaria. Una de las primeras supernumerarias en Pamplona sospecho. Efectivamente su hija fue numeraria dos o tres años y no acabo ni el centro de estudios. Además se dió al parecer la circunstancia de que la supernumraria no quiso que su hija se fuera a Sevilla a hacer el centro de estudios y según decía mi madre se salió con la suya.
La cuestión es que andando el tiempo cuando yo peleaba con mi tesis y "cuidaba viejas locas", no hay otra palabra para explicar mi vida alrededor de mis 25 años, esta ex numeraria se casó con otro ex numerario, lo mismo de rancia familia opus, con un buen puesto en un banco. Y nada, lo normal, familia feliz (aparentemente, no sé nada de ellos ni quiero), incluso a lo mejor hoy son supernumerarios los dos. A mi madre estas cosas "le llevaban por el camino de la amargura", como ella decía. (Seguimos con el dolorismo) Ver estos ejemplos de gente muy valorada dentro que conseguía apartar a sus hijas de ser numerarias, tenerlas cerca, tener nietos...etc. mientras que su hija única la veía una vez a la semana, el domingo por la tarde y gracias. Y lo peor, que no me echaron ni tenían pinta de hacerlo, que se me veía muy convencida.
Hay muchos ejemplos de como a los supernumerarios ricos se les permite que sus hijos no sean numerarios. Aquí en Jaén tenemos grandes ejemplos, las hijas de Serrano Gámez, for instance.
Lo digo por si sirve a algún supernumeraio "no tan rico" para abrir los ojos, en esta ciudad en 1996 cuando yo llegué, era llamativo. Las adscritas eran de las familias "no tan ricas", y las supernumerarias "ricachonas" celebraban sin trauma la boda de sus hijas...
Comentarios
Pero sigo en mis trece, una cosa son "los privilegios" que el Opus dé a algunos, dentro de la obra y otra, que,
"un peso pesado" del Opus Dei - como afirma Enrique Rojas de sí mismo -, crea que el poder que tiene dentro del Opus, puede extrapolarlo a la sociedad civil y hay que obedecerle, poniendo en otras manos tu patrimonio, por ejemplo, pq él, saca tajada.
Es decir, pretende privilegios dentro (ok) y fuera (conmigo no).
Desde fuera vemos la solución fácil. Quienes no quieran aceptar los privilegios de status en el Opus, que se vaya. No es nada fácil:
1) Diversas razones (similares a las circunstancias que se dan cuando se rompe un matrimonio y para una de las partes el patrimonio es cero y excaso apoyo exterior).
2) Pq calumnian, interfieren y manipulan el entorno de v/nueva vida.
- Aquí creo que hay q luchar a muerte. Yo al menos voy a luchar contra el sujeto Opus que ha destrozado mi vida hasta que repare. Por eso, pq la aplicación de las normas Opus, dentro, no son extrapolables a la sociedad civil, fuera.
Acabo de hablar con "María", de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos. Me ha dicho que ya han visto la última denuncia que puse a Enrique Rojas y pasaba al Pleno de la Junta Directiva. Era por el art. que sanciona:
"Ostentar cargo o título que no se posea".
Por supuesta la Srta. María no me ha dicho nada, pero por su tono de voz he tenido buenas vibraciones.
Ni el art., ni la sanción las he elaborado y decidido yo, si no El Colegio de Médicos y desde luego he documentado más que de sobras que Enrique Rojas "ostenta" el cargo de "Catedrático de Psiquiatría de la Univ. Complutense" y es mentira.
Si el Colegio cumple con lo que dice en sus Codigos internos sobre ética y deontología, a Enrique Rojas tienen que expulsarlo del Colegio de Médicos de Madrid.
Espero que no lleguen intercesiones Opus, ya que Enrique Rojas traiciona al mismo Opus.
Y volvemos a lo mismo, el Opus no puede hacer chanchullos en la sociedad civil o nos tendrá a todos enfrente.
Creo que muchos no estamos contra TODO, lo que defiende el Opus, pero sí, estamos en contra de TODOS los chanchullos, ya sean Opus o no.
¿Os podéis creer que nunca me lo había planteado? Cuando me "sugirieron" que Dios me llamaba y todo ese rollo, me dijeron que creían que mi vocación era la de agregada. Y yo lo acepté como una tonta, sin cuestionarme por qué agregada (tenía 17 años, aunque eso no justifique el ataque de 12 años de imbecilidad posterior).
Pues cuando hace pocos días me paré a pensarlo, creo que por fin supe por qué: porque mi origen es modesto. Mis padres no tienen estudios, son gente sencilla que ha vivido de un salario. Ni vivíamos en un barrio residencial, ni teníamos una chalet en la zona alta, ni sabíamos lo que es un entrecot... vivíamos en el extrarradio de la ciudad, en un piso de 70 m2, teníamos un coche pequeño y comíamos filete "de pobre", como lo llamaban en la carnicería.
Empecé a recordar a las numerarias del centro al que iba y a las agregadas, y pude ver ambos perfiles claramente diferenciados. No por estudios, pues muchas agregadas habíamos salido de la universidad, ni por simpatía, ni por inteligencia. ¡Por lugar de procedencia y por estatus de la familia!
Supongo que Enrique Rojas por famoso y por ganar millones, dará también millones al opus. Con lo cual es probable que goce de más libertades que en otros supernumerarios "pobres" o "sin tanto caché" se verían mal.
Sospecho que de las cuatro bellas hijas de Enrique Rojas a ninguna ha llamado Dios desde la eternidad para ser numeraria, por ejemplo.