Misericordia y no sacrificio
Me ha impactado la película de Javier Fesser. Por mucho que el opus ponga a la familia González Barros a "pleurnicher" como dicen los franceses. Camino y Nuria, su hermana, somos miles de personas. Me gasté un paquete entero de kleenex, hacía tiempo que no lloraba tanto, es muy emotivo ver tu vida proyectada en la gran pantalla, en ese par de hermanas a las que su madre arranca la juventud de las manos.
Camino todo sueños, pura alegría, pura sonrisa, que pone la mesa bailando al ritmo de Shakira, y que inocentemente ya ha asimilado el "apostolado" y por eso le dice al hombre que viene a arreglar la lavadora a su casa si se ha enterado del gran mensaje: que se puede hacer santo en la vida ordinaria. Un encanto de adolescente, como su hermana Nuria.
Somos legión las "ex niñas" españolas que estamos retratadas en este film. Niñas a las que se da a leer Bernadette Subirats, en vez del cuento de "míster Bins que tiene un problema, y es que sólo existe cuando lo imaginas". ¡Qué bien traído el ratoncito al que la madre quiere meter en la jaula!
No conozco las otras películas de Fesser, pero esta me ha llegado. Camino es casi una excusa para mostrar toda una sociología, el planeta opus que gravita en torno a este drama familiar. Unos curas melifluos dice alguien, revoloteando como aves de rapiña para sacar un "provecho apostólico". Que se arrogan la "intermediación" entre Dios y los mortales, una madre fanatizada que dice auténticas barbaridades a su hija sobre el dolor y la enfermedad. Gente que sólo sabe "hacer la lectura, rezar el rosario, hacer la estación al santísimo", mientras deja de lado lo principal en esta vida: la capacidad de sentir y amar con los que tenemos alrededor. Como si la fe, creer en lo invisible, deshumanizara a las personas, les quitara sus sentimientos. La fe que predica el opus no es fe, ya es hora de decirlo, es fanatismo. Muchas consideraciones que hace la madre en esta película, clásicas en la secta, están completamente fuera de lugar, como quitarle las flores en una habitación de hospital a una enferma y llevarlas a la capilla ¡qué rasgo tan típico suyo!
Y ante esa maquinaria del opus dei que avanza como una apisonadora -lo tienen clarísimo: Camino será la primera niña santa del opus dei- vemos al bueno de su padre, que siente y que se comporta con humanidad llevando a su hija pasteles y una carta que sabe le harán ilusión. Lo humano, lo que se nos pide en la vida a todos, seamos creyentes o no, "simpatía" o "empatía" con nuestros semejantes. Intentar hacer más llevadero ese trance de la enfermedad a otro ser humano, en vez de tanto hablar de la virgen y del angel custodio como si ellos personalmente nos hubieran dado la representación oficial del más allá en este mundo.
Comentarios
A mí también me robaron mi juventud. Me pasó lo que a tantos y tantas: un colegio del opus, la mejor de la clase, las mejores notas, la niña tímida que no replica... y me hicieron sentir que allí era importante, que me valoraban. Y así fue como di el paso hacia las tinieblas.
Con 17 años ya anotaba en la famosa "agenda" que tenía que llevar la cruz de Cristo, que esta vida es sufrimiento... lo mismo que anoté durante más de una década de pesadilla.
Me iba de veraneo con mis padres, pero me decían que volviera antes, porque había que ayudar en el centro. Recuerdo un año en que renuncié a esas vacaciones tan anheladas con mis primos para pasarme 15 días dando decapante a unas rejas de las terrazas, y luego pintándolas de blanco. Rejas. De negro tendrían que estar pintadas.
PD. He visto que en opuslibros escribió hace tiempo una tal Morgana defendiendo al clan. Por si queda alguna duda, es pura coincidencia. No era yo.
Lo de las buenas notas de antaño ... fíjate que a veces trajo problemas en esa edad. Las familias no le daban importancia. Lo daban por hecho y en un colegio normal, entre los compañeros no estaba bien visto en los del opus no sé).
Creo que Freud te diría que fueras a ver la película (incluso te pondría un cohete para que fueras ya!).
Yo te diría que sí sólo crees un poquito que puedes, tú puedes ¡valiente!. Ya no eres la niña tímida de antes. Ahora tienes más años, pero muchos más recursos psicológicos.
Espera un poco, el murmullo te ayudará y cada 15 días, te lo preguntas de nuevo.
Pero aunque sentir que has sido capaz "de", es la mejor ayuda, si no puedes, no pasa nada (la película estará ahí siempre - como el NODO - y cuando creas que puedes, podrás verla).
Si os sirve de consuelo, fastidia mucho que te roben cualquier etapa de la vida, cuando se ama la vida.
Pdta.: Ana, no tengo que recurrir en el procedimiento todavía. Aun no se ha celebrado el juicio. El escrito de la fiscal es una opinión más. El juez decide como la valora. Pero tiene gracia pq dijo que iba a hacer un escrito de acusación, ha retrasado todo lo que ha podido (hasta que la juez le ha dicho q le daba 5 días) y ha hecho un escrito absolutorio.
¿Cúantos casos de menores no se habrán denunciado y no conocerá el Defensor del Menor? (el de Ana, Morgana ... y tantas otras y otros).
Si un ciudadano normal, hubiese acosado, seguro que se hubiese actuado de otra forma ¿con el Opus, por qué no?. La secta nunca caerá, si no se exige, el mismo trato que al resto. Las denuncias, actuación y consecuencias, están sobre la mesa y al alcance de todos.
En el caso de la niña acosada, el Opus ha vuelto a insistir.
¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
Isaías 1:12 ^
¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis á presentaros delante de mí, para hollar mis atrios?
Isaías 1:13 ^
No me traigáis más vano presente: el perfume me es abominación: luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir: son iniquidad vuestras solemnidades.
Isaías 1:14 ^
Vuestras lunas nuevas y vuestras solemnidades tiene aborrecidas mi alma: me son gravosas; cansado estoy de llevarlas.
Isaías 1:15 ^
Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos.
Isaías 1:16 ^
Lavad, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de ante mis ojos; dejad de hacer lo malo:
saías 1:17 ^
Aprended á hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, oid en derecho al huérfano, amparad á la viuda.
Isaías 1:18 ^
Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana.
Ahora tampoco la quiero ver, pero es más porque no me apetece ver sufrir a una niña, manipulada por una madre adoctrinada.
Creo que las heridas que me causó el opus nunca se acabarán de curar. Las cicatrices perduran para siempre y duelen cuando hay nubarrones en el alma.
Todavía sueño con cierta frecuencia que estoy allí y me quiero ir, pero no puedo, y me siento como una extraña en medio de aquella pantomima.
Otras veces sueño que consigo irme, pero me olvido el bolso y tengo que volver, pero la calle es distinta de como yo la había conocido (la realidad no es lo que allí nos hacían ver) y no sé encontrar el camino de vuelta. Y mi bolso, lo más preciado que tenía, se queda allí, en aquel centro maldito con su gran armario en el vestíbulo. Como si me hubieran robado mi propia identidad.
Por fortuna, he reconstruido mi vida. He aprendido a llevar las riendas y a hacer las cosas por convencimiento propio, no porque nadie espere de mí un cierto comportamiento. Y me rijo por mis principios, por aquéllos en los que realmente creo, al margen de que haya a quien no le gusten.
Ana, disculpa si me permito aquí estos pequeños desahogos aunque no vengan muy al caso de lo que tú escribes. Supongo que pueden ayudar a otras personas a abrir los ojos o, por lo menos, a no cerrarlos.
A veces yo también sueño con que estoy en el opus. Pero, primero no reconozco ninguna cara, y segundo en el mismo sueño sólo siento la incoherencia de estar ahí. Por ejemplo me veo de rodillas en un oratorio y pienso ¿qué hago yo aquí si he escrito un libro contándolo todo?
Y al despertar me alegro de vivir bien lejos y de darme cuenta que muchos nombres se me van olvidando...
Cualquiera que lea tus comentarios se dará cuenta de que vives en otro planeta, bastante tenebroso, por cierto.
Y, ¿cómo puedes decir que estamos secas de amor de Dios? ¿Te han enseñado allí a juzgar a las personas? ¿Eres tú el ojo que todo lo ve para saber cómo estamos por dentro?
Quizá el que debería repasar su amor de Dios seas tú, que, quiero pensar que sin mala intención, juzgas sin conocimiento. Usando tu mismo estilo apocalíptico: "No juzguéis y no seréis juzgados. No condenéis y no seréis condenados".
Me dijo un abogado que las secuelas no prescribían nunca.
A quien le interese, se lo explico.
Álvaro, qué curioso que te llames así. Claro que no contestan. Probablemente les tienen prohibido que lean nada de lo que se escribe aquí, por si a alguno se le abren los ojos y se va con su sueldo a otra parte. Tú, ¿es que has decidido por ti mismo entrar y leer?