La cuchara de peltre
Aquí una vista desde el Yelmo, sierra de Segura, de uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Jaén: Segura de la Sierra, que además tiene el honor de ser la patria de Jorge Manrique.
¡Me he acordado de una cosa muy seria en mi no vida!, era aquella anécdota tantas veces repetida con la que el founder quería ilustrar la controvertida virtud del "desprendimiento". No la voy a comentar, sólo expongo: había un pobre que iba a un comedor de caridad (¿quizás al de las Damas Apostólicas en Madrid donde Escrivá "trabajó"?) que para tomarse la sopa sacaba una cuchara de peltre de su andrajosa vestimenta. El peltre me parece que es un baño de plata. El pobre miraba su cuchara con "amor" y la volvía a guardar tras la comida con mucho cuidado de que nadie se la quitase. El pobre no era pobre al estilo del fundador opus, puesto que, ¡estaba apegado a su cuchara!
Al mismo tiempo, por la misma época, había una Grande de España, creo, o por lo menos título nobiliario, que un buen día abrió su caja de caudales y le dió a cierto cura todas sus joyas. Y recibió la bendición de ese cura, porque la aristócrata había entregado sus joyas para el "Señor", entiéndase al cura que haría cálices con ellas o compraría Villa Tevere, lo ignoramos completamente. La moraleja es que esta señora estaba desprendida de su riqueza, modelo para imitar entre los seguidores de Escrivá, mil veces ponderada en meditaciones y charlas. Sólo que hay un pequeño problema: para imitar ese modelo primero habría que ser acaudalada como la señora ¿o no?
Anécdota que me parece indignante, pero ilustrativa de lo que allí dentro se enseña.
Hace muy bien la iglesia católica en seguir cobijando entre sus alas este modelo sui géneris de retorcer las enseñanzas evangélicas. Luego se quejarán de que les faltan vocaciones... Vosotros mismos.
Comentarios
Forma parte de su estrategia de jugar al despiste.
El vaticano no tiene esa lista.
La única lista más o menos pública es la de los muertos en el boletín romana.
Quizás ya sería una vía de denuncia al opus dei: no dar publicidad a sus miembros que tienen unos compromisos muy serios con una institución en la que se actúa contra los derechos humanos, engañando a la gente.
De la misma forma que los inmuebles siendo en la práctica controlados por los directores internos opus no figuran a su nombre. Se crean sociedades de paja y se pone a hombres y mujeres de paja, tapadera de quien verdaderamente pincha y corta.
Con independencia que exista o no exista la lista, quizás soy my pardilla, pero después de todo lo que leído, no me creo que si existe, se conteste al oficio en un tiempo razonable, no se altere la lista antes de contestar ... en fin que no surjan trucos y artimañas.
De ahí que aunque muchos me digan que debo denunciar al opus, yo no lo veo así. He puesto una querella a Enrque Rojas, porque es quien maquavélicamente a mis espaldas ha actuado contra mí. Si detrás está el Opuso o no ... por lo que leo y veo, una serie de datos me indican que está, protegiendo y aupando a Enrique Rojas. Así cuando se siente en el banquillo, parecerá un individuo respetable. De ahí que te pidiera la dirección por si podías colgar los documentos que relacionan a miembros Opus con Enrique Rojas y de paso, la gente se entera qué hace Rojas, pero es igual, ya habrá ocasión de sacarlos en cualquier momento que de nuevo vea, que gente que dicen pertenece al Opus apoyan a Rojas en sus chanchullos.
Con esto no entro a valorar si he hecho bien o mal, sólo quiero decir que no sé de otra fórmula para intentar atajar algo eficazmente. Si conocéis otra por favor, contadmelo (tego mucho interés en q Rojas no haga con otras madres lo q ha hecho conmigo, ni haga sufrir a otros hijos, como hizo sufrir a los míos).
Mira ... pensaba que no tenía anécdotas, pero cuando salgan estos comentarios (en esta entrada o en la otra), voy a contar anécdotas Rojas.
Juan, te parece que Ana está neurótica, pero no. Lo que ella cuenta yo también lo he vivido y es tal cual. El opus es una paranoia, gente que vive en un plano diferente al del resto de la humanidad y muchos (algunos) están plenamente convencidos.
El resto sobreviven como pueden, arrastrando depresiones, casi siempre por sentido del compromiso (¡con Dios! (?)), o porque no creen poder reconstruir su vida una vez rompen con el opus.
Pero es posible. Yo lo he hecho. No voy a decir ahora, como se esperaría, que soy la mujer más feliz del mundo, pero sí diré que tengo una vida mucho más plena y satisfactoria que antes. Por nada del mundo volvería allí.
Los comentarios cómo Juan Gomez o Pepito López, sólo me dan pena, "en casa de herrero..." ya sabemos cómo estan muchos miembros del opus "agilipollados" de tanta droga (lexatin, orfidal, mentis...) como corre por los centros, vamos que veo a muchos miembros verdaderos Zombis humanos y vienen a hablar a ti de neurosis que se arreglen muchos la azotea que da pena verlos.
Un beso
Maria
Tal es el caso del psiquiatra Enrique Rojas (y colaboradores de la época). Aunque ellos no firmen ningún papel, por supuesto colaboran. Van haciendo la cama, que les ordena su jefe.
Hoy sé que normalmente se da lo siguiente:
A quienes quieren irse del Opus o Rojas quiere captar - no sé si pretende captar "la vocación", el "dinero" o ambos -, los convence de que están mal y consigue dejarlos zombi, con pastillas y un suero que mete en vena. Así manipula voluntades. Cuando con drogas, ha quitado la voluntad.
Con los que no van por su consulta, ni se someten, Enrique Rojas, ejecuta otro plan.
Otro día relataré lo que hace Enrique Rojas - un miembro del Opus Dei -, con más detalle.