Verdadera vocación

Os presento a unos buenos amigos de la sierra de Segura. La burrita se llama Serrana, el perro Pipo y el hombre no me acuerdo ¡lo siento! Serrana lleva una madera colgando de su oreja donde dice: "Yo te paseo".

Muy interesante la cuestión del Pepe el del Popular. Si yo fuera él no habría anunciado el libro: escríbelo ya antes de que milagrosamente se desprenda una cornisa de un edificio en ruinas a tu paso ... Tiene a su favor que no ha llevado un tren de vida de millonario en Méjico, si se llevó tanto dinero como dicen, ¿por qué no lo ha disfrutado? no es muy lógico.

Le dicen por internet: ¡Pepe levanta, tira de la manta, tira del mantón!

A propósito de la tan traída y llevada vocación al opus dei, de la que veo que sigue habiendo abundantes defensores, me parece que se debe insistir en que la vocación de una persona no puede ser una imposición de otros, ni tampoco una ocurrencia, ni mucho menos una comunicación celestial.

Insisto por el último estudio histórico que hemos leído en opuslibros.org sobre la vocación sacerdotal de Escrivá. Que se nos presentó siempre dentro como un descubrimiento muy raro. Nos decían más o menos: que decidió hacerse sacerdote porque Dios le pedía algo aunque no sabía qué.

Gracias a las últimas reflexiones de Job Hernández podemos observar que esa pretensión opusina es una de sus falacias. Que además resulta muy común en ellos. Es decir, nos han hecho creer a sus crédulos creyentes indefensos en Dios como una especie de ser superior caprichoso, que utiliza extraños conductos y maneras para comunicarse con las almas escogidas.

En realidad, ahora podemos decir con toda certeza, que Escrivá se hizo cura porque era un modo de hacer estudios siendo pobre. Y no hay más. Se acercó a su tío canónigo de Zaragoza buscando una protección y al parecer, el tío Carlos Albás fue uno de los primeros cabreados con Escrivá por una costumbre que seguiría practicando siempre: acercarse para aprovecharse y luego olvidarse. Al menos eso es lo que yo he entendido de mi lectura del texto al que me refiero.

¿Cómo va a hacerse uno cura para no ser cura? eso es lo que pretendían hacernos creer y lo conseguían. Según la opusfalacia Escrivá sabía desde sus 17 años con aquello de las huellas en la nieve del carmelita descalzo, (Gervasio demostró que era una trola, porque los carmelitas llevan sandalias, no van con los pies descalzos... por favor...), que Dios le pedía algo pero no sabía qué y por eso se hizo cura. Curioso en alguien que supuestamente iba a "promover el papel de los laicos": Había que ser cura para promover la laicidad. Empezamos bien.

Según esta esta extraña teoría lo de su envío a Perdiguera como cura rural fue una especie de ¿minusvaloración? algo así se dejaba sentir en el aire cuando leías las biografías oficiales. Porque los planes divinos desde la eternidad eran muy otros, no iba a ser un "cura cura", sino un cura con misión especial en el mundo.

No sólo nos convenció a nosotros (no tiene mérito engañar a una cría de 16 años), sino a bien de prelados en la iglesia que propiamente hablando deberían de haber sido los primeros en frenar sus ambiciones. Me refiero a Bueno Monreal, Eijo y Garay, Olaechea, Casimiro Morcillo.... hasta algún fraile engañó Fray Justo Pérez de Urbel. Todos estos prelados españoles eran presentados en opuslandia como favorecedores de la causa. En el 92, cuando la beatificación, Mundo Cristiano publicó las testimoniales de los curas y obispos que lo habían conocido. Tuvimos lectura espiritual para rato.

Y comparando con madre Teresa de Calcuta, me llama la atención su recorrido. No soy nadie para decir si su fundación era un decreto ley divino desde antes de la creación del mundo o no, creo que ya es hora de decir que todas estas historias de la voluntad divina y los pensamientos divinos "antes" de la creación del mundo proceden de una metafísica bastante patatera. En claro: son un sinsentido. Como seres humanos estamos en una historia, un tiempo, un lugar, somos de la tierra.

Un amigo me dijo que alguna vez él se había sentido extraterrestre. Y pensé que jamás podría sentirme una cosa así: extraterrestres serán los demás.

A lo que iba con Madre Teresa. Ella se hizo monja de una orden irlandesa. En aquellos tiempos de su noviciado era una hermana más, sin pretensiones ni locuciones ni "huellas en la nieve". Una monja del montón. La enviaron a Calcuta donde daba clase en un colegio al que debían acudir niñas de familias con posibles. Y es en ese contexto, en Calcuta, viendo la miseria que la rodeaba donde decide crear una fundación. No fue en la soledad de su habitación, consultando sus apuntes, sino en las calles de una ciudad donde la gente pasaba necesidad. Por supuesto que madre Teresa tuvo obstáculos: el obispo no podía aceptar que una monja quisiera salir del convento, a vivir entre los pobres y correr que sabe qué peligros.

Me parece un bonito ejemplo de vocación surgida de la vida misma. No de la coacción. No de la ocurrencia de una organización que antes de "plantearte la vocación" ha sopesado todos los pros y los contras de tu pertenencia. Además de que yo no entiendo una vocación humana que no sea un servicio concreto a los demás, y ahora en homenaje a un amigo filósofo diré, un servicio "al cuerpo de los demás seres humanos". No me creo los servicios espirituales del opus ni de nadie. Es decir, servir al hombre es remediar sus necesidades humanas verdaderas: cultura, pan, salud, vestido, formación... Y añado, sin que la oferta de ese servicio que sólo puede ser un servicio "físico", sea un pantalla para ocultar propósitos de reclutamiento.

¿Qué es eso de servir a la salvación de tu alma mientras machaco tu salud? una mentira, porque la persona, cada persona somos ambas cosas tan juntas que en esta vida no podemos pensar en separar una cosa de otra. Lo que pase en la muerte no me interesa ahora. Yo no trato con muertos, sino con gente de carne y hueso.

Todo este rollo para explicar que la vocación real de cada persona es única, que no te la tiene que comunicar nadie, sino descubrirla tú al filo de tus vivencias, y que no hay vocación al margen del resto de la sociedad humana. Si hay ermitaños verdaderos, como los starets rusos, serán gente muy muy especial, a quienes esa vida ascética y de privación no vuelva locos.

Y si es así, como se lee en los hermanos Karamazov, es posible que sean auténticos guías espirituales.

Nos engañamos pensando que las privaciones hacen de alguien un guía, y lo que pasa es que antes de pasar las privaciones esa persona ya es especial, por eso soporta lo que para cualquiera sería morirse. Creo que esto ha sido una falacia que ha alimentado muchos errores: pasar hambre, vestir de saco y comer saltamontes como el Bautista, no es lo que te va a transformar en un ser más santo y más sabio que otros. No lo acabamos de aprender.

Pero en general, hablando al grueso de la población, si se descubre una vocación, la palabra "servicio real" va inseparablemente unida.

En el opus nos hacían creer que era para salvar almas: mentira. Las almas no se salvan como quien caza moscas en una botella....

Esto lo he aprendido hoy en clase: las cáscaras de gambas metidas en la botella atraen a las moscas que mueren ahí incapaces de salir.

Me han hecho entender mejor la frase de Wittgenstein...