CAUDILLOS Y CARISMAS

Acabo de comprobar, con dolor, las invitaciones opusinas de scabelum tv, citan a san JP segundo. el papa favorecedor de od favorito de cabecera, a la vez que favorecedora de él. Y de Lejeune, el que le robó el descubrimiento a Marthe Gautier. Había esperanzas de un canal independiente, por eso lo del dolor. 

http://www.opuslibros.org/PDF/La%20polemica%20Lejeune%20-%20Gautier.pdf

Miraré al abogado contra la demagogia.

 El nuevo Estado franquista no sin resistencias, fue empapándose de clericalismo. Clericalismo de tal envergadura que asustó los aliados alemanes, italianos y a ciertos falangistas. En aquella ola de clericalismo asfixiante tanto en Burgos como en Salamanca había odios y recelos.

El founder aceptaba las ideas patrióticas surgidas del golpista y amigos pero las consideraba "alicortas", testimoni de Miguel Fisac. Mientras escribía Camino nos lo iba comentando y se llenaba de esperanza

en un futuro de "reserva espiritual de Occidente". Por pretensiones que no sea. Identificado totalmente con la doctrina del caudillaje, el founder representaba el cura imbuido de aspiraciones totalitarias.

Si en el caso de Franco se recurrió a la noción de carisma con el fin de legitimar temporalmente al jefe de una insurrección militar, el mito del caudillaje era de más fácil aplicación en el caso del sacerdote Escrivá, por el componente religioso del carisma, don gratuito de Dios y además por ser impuesto fácilmente al primer grupo de jóvenes seguidores de lo que luego se llamaría "opus dei". Dentro de od no habría división de poderes, unidad de mando y dirección, y bajo ella, únicamente orden y jerarquía, como si fuera un calco del estado totalitario de Franco.

 La teoría del caudillaje ayuda también a explicar cómo Escriva se preocupó conscientemente a lo largo de toda su vida de montar el mito del Founder, léase caudillo, creado en torno a su persona y a su "Obra". Así, inspirado sin duda en el mito de caudillaje. Escrivá iba a encontrar el fundamento carismático para ejercer un poder omnímodo en el seno del od. Sería un hombre de poder absoluto que gobernaría "con mano de hierro en guante de seda", como un padre solicito con sus hijos que se ocupaba de todo, junto con su familia.

Así recogió en Camino, libro de máximas, el concepto de caudillo. Algunos ejemplos, máxima 16: ¿Adocenarte? ¿tú del montón? ¡si has nacido para caudillo!

en la 19: Fortalecerás, virilizarás, con la gracia de Dios, tu voluntad para ser muy señor de ti mismo, en primer lugar. Y después, guía, jefe, ¡caudillo!....que obligues, que empujes, que arrastres, con tu ejemplo y con tu palabra y con tu ciencia y con tu imperio.

En la 24: tienes ambiciones...de saber...de acaudillar.... de ser audaz....

En la 833: viriliza tu voluntad para que Dios te haga caudillo...

En la 931: me dijiste que querías ser caudillo, y....¿para qué sirve un caudillo aherrojado?

Por supuesto que no siempre las trasposiciones del mito del caudillaje eran tan simples y elocuentes como las citadas. En algunas máximas se hace referencia indirectamente, por el mantenimiento de una obediencia ciega al jefe y a su carisma.

Sin embargo la característica más importante de E., como sacerdote ideológicamente formado, tenía 36 años, se entiende que más de lamitad de las máximas de Camino citadas ya habían sido escritas anteriormente a la cruzada de Franco. Es decir, que el origen de algunas de las alusiones genéricas al caudillaje individual se remonta a los años de la República española y fue entonces cuando maduraron estos pensamientos, algunos de los cuales fueron incluidos en Consideraciones espirituales de 1934. Desde antes de la guerra ya tenía alma de caudillo.

Durante la cruzada de Franco no se trataba solo de ganar la guerra sino de emprender la conquista de  hacia Africa occidental. La palabra "imperio" vibraba a través del páramo castellano. Uno de los hagiógrafos escrivanos lo reconoce: "el lema de Carlos V, del emperador universal, no envejece. Plus Ultra: ¡siempre más allá! Desde el punto de vista político es un lema temerario, pero desde el punto de vista apostólico es un lema profundamente cristiano". (Peter Berglar)

Entre los innumerables curas que pululaban alrededor del cuartel general de Franco durante la guerra, auténticos representantes del polo profético de la Iglesia en la búsqueda de alguna capellanía o prebenda, sobresalió el sacerdote navarro Fermín Yzurdiaga que alcanzó el puesto de jefe nacional de Prensa y Propaganda de Falange. En su delirio fascista llegó a soñar con los mercenarios que se trajo Franco de Marruecos:

"Volveremos con ellos hermanados en la gloria de la victoria y saltaremos el Estrecho y bajaremos imperialmente al sur, para buscar entre las arenas ardientes de aquella Ciudad de Dios que talló San Agustín, para levantar, a su sombra, nuestra ciudad del César. Y entonces, en el cántico emocionado de dos razas cristianas se habrá cumplido la realidad gozosa del Imperio Azul de la Falange."

Escrivá por el contrario no fue de los curas que se dejaron arrebatar de la pasión militar hacia Franco, perdiendo circunstancialmente la moderación y la calma. En máximas de Camino explicaría a su modo las ansias imperiales de apostolado:

"Misionero- Sueñas con ser misionero (...) y quieres conquistar para Cristo un imperio." Camino 315.

"Me explico que quieras tanto a tu Patria y a los tuyos y que, a pesar de esas ataduras, aguardes con impaciencia el momento de cruzar tierras y mares, ¡ir lejos!, porque te desvela el afán de mies" Camino 812.

En 1938 cuando se redactaban esas máximas en Burgos, nadie podía predecir que iban a cumplirse, aunque de forma rocambolesca, las ambiciones de Escrivá y que los sueños de conquistas imperiales del Régimen de Franco, por obra y gracia del od, llegarían a hacerse realidad aunque en circunstancias diferentes.