LA COMUNIÓN ARMA POLÍTICA
Juntando lo que dice Astrid Stuckelberger experta asesora de salud pública, autora de un informe sobre la plandemia en Québec,
https://odysee.com/@Jean-Jacques-Crevecoeur:f/FDDLP-entrevue04:e
con más de 20 años enseñando en diversas universidades y asesorando al respecto, con las afirmaciones del economista sobre el poder de la finanza a la que no se encarceló hace 8 años como hubiera sido lo justo,
https://youtu.be/KmGHUZgIpsY
sale un cóctel explosivo.
Infringe el Reglamento Sanitario Internacional, que lleva desde 2004 vigente, imponer unidad de medidas y "solo hay un camino para salvarse" al mundo entero. Esta señora dice que es política, no ciencia.
Reaccionaremos cuando no podamos pagar el pan. Susto o muerte.
Hay un arzobispo que salió en estas páginas por su vocación santificadora que da que hablar y va a por Joe Biden, ¿se le puede dar la comunión a un líder político defensor del aborto?
¿Tiene Joe Biden derecho a recibir la comunión en la Iglesia?
Publicado el 16 de junio de 2021
courierinternational.com nos muestra en su artículo del martes 15 de junio de 2021 que los obispos estadounidenses se están reuniendo esta semana para pronunciarse sobre la cuestión de si el actual inquilino de la Casa Blanca, de fe católica, debe ser privado de la comunión por defender el derecho al aborto. Como católico practicante, el presidente estadounidense Joe Biden nunca ha ocultado “su necesidad espiritual de poder ir a misa todas las semanas y poder recibir la Comunión”, pero las cosas no son tan simples, informa The Washington Post.
Durante varios años, los católicos estadounidenses más conservadores han estado presionando para garantizar que "los políticos que apoyan el derecho al aborto se mantengan alejados de la comunión, uno de los ritos centrales de la liturgia católica", explica el periódico. Esto provoca algunas dificultades en la comitiva del inquilino de la Casa Blanca, ya que sus asistentes deben asegurarse durante los viajes presidenciales que Joe Biden no será rechazado como anfitrión por sacerdotes u obispos susceptibles con la cuestión del 'aborto'. El diario de la capital federal estadounidense recuerda que ya le sucedió a Joe Biden “que un sacerdote de Carolina del Sur le negara la comunión en 2019, quien afirmó que cualquier líder que defendiera el aborto se colocaba de facto fuera de las enseñanzas de la iglesia”. .
Esta semana, como parte de su reunión de primavera que se celebrará del 16 al 18 de junio por videoconferencia, los obispos estadounidenses tendrán que pronunciarse y votar sobre esta cuestión. Un voto espinoso que podría tener consecuencias importantes "ya que se relaciona con uno de los rituales más íntimos de la fe católica para convertirlo en un tema político". Y el debate promete dividir a los fieles católicos entre aquellos que no entienden que uno puede ser privado de la comunión, aquellos que consideran que “Joe Biden es un católico convencido y ven este voto como pura política partidista”, o aún aquellos que consideran La “liberalización galopante de las costumbres en materia de sexualidad, matrimonio y reproducción como amenaza y consideran que este debate es tan esencial como urgente”, concluye el Washington Post.
Como muestra nytimes.com (https://www.nytimes.com/2021/06/14/world/europe/biden-vatican-communion-abortion.html), este voto amenaza con romper la fachada de unidad con Roma. destacar la polarización política dentro de la Iglesia estadounidense y crear lo que los historiadores de la Iglesia consideran un precedente peligroso para las conferencias episcopales en todo el mundo. "La preocupación en el Vaticano", declaró Antonio Spadaro, sacerdote jesuita y estrecho aliado del Papa Francisco "es no utilizar el acceso a la Eucaristía como arma política".
El Papa Francisco, que ha identificado explícitamente a Estados Unidos como la fuente de oposición a su pontificado, predicó este mes que la comunión "no es la recompensa de los santos, sino el pan de los pecadores". Su más alto funcionario doctrinal, el cardenal Luis Ladaria, escribió una carta a los obispos estadounidenses, advirtiéndoles que el voto podría "convertirse en una fuente de discordia más que de unidad dentro del episcopado y la gran Iglesia de los Estados Unidos". El resultado es una brecha abierta entre Roma y la Iglesia estadounidense.
Los opositores a la votación sospechan una pura motivación política dirigida a debilitar al presidente, y un Papa con el que muchos de ellos no están de acuerdo, con un prolongado debate sobre un documento que seguramente será ampliado en el futuro por los medios de comunicación de derechas. Cuando se le preguntó sobre el tema de la comunión, Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca, dijo: "Como bien sabe el pueblo estadounidense, el presidente es una persona de gran fe".
El Papa Francisco, junto con el resto de la jerarquía de su Iglesia, se opone explícitamente al aborto, que consideran uno de los pecados más graves. Pero eso no es lo mismo que castigar a los gobernantes católicos con la negación de la Comunión, que muchos aquí creen que es una intromisión en los asuntos del Estado. Entre los que lideran el esfuerzo se encuentra el arzobispo José Gómez de Los Ángeles, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, quien ha sido repetidamente ignorado por el Papa Francisco no dándole la dignidad de cardenal.
Los obispos conservadores estadounidenses no están en sintonía con el Papa Francisco y su agenda para frenar el cambio climático y la pobreza, y su preocupación por los inmigrantes. Thomas J. Reese, sacerdote jesuita y analista principal de Religion News Service, dijo que los conservadores representan al menos la mitad de la conferencia episcopal y puede tener los votos para iniciar el proceso de redacción de un documento sobre "Quién puede comulgar". Es poco probable que los conservadores ratifiquen el documento, requeriría el apoyo unánime de todos los obispos del país, o el apoyo de dos tercios y la aprobación del Vaticano. Pero el debate promete mantener vivo el problema y presenta un dolor de cabeza persistente para el presidente Biden y otros políticos católicos que apoyan el derecho al aborto.
Una buena parte de los obispos quiere evitar la cuestión. 67 obispos estadounidenses, aproximadamente un tercio de la conferencia, incluidos los principales cardenales alineados con el Papa Francisco, firmaron una carta el 13 de mayo pidiendo al Arzobispo Gómez que elimine el tema de la agenda de la reunión virtual. Uno de los firmantes, el cardenal Wilton Gregory, arzobispo de Washington, tiene la decisión final de negar la comunión al presidente Biden en la Archidiócesis de Washington. Dejó claro que no lo haría.
Sandro Magister, experto vaticanista, dijo que el problema era exclusivamente estadounidense y prácticamente desconocido en Europa. Dijo: "El mismo Papa preferiría no tener este acalorado debate". Pero los obispos conservadores estadounidenses han dejado claro durante semanas que quieren hacer más que hablar.
Uno de los grupos pro-vida más grandes del país, Students for Life of America, donde hay partidarios importantes del ex presidente Trump, como Leonard Leo y Greg Mueller, llevará a cabo protestas en siete ciudades del país el 16 de junio exhortando a los obispos católicos estadounidenses para que nieguen la comunión al presidente Joe Biden, mientras que increpan a los dos obispos que no son favorables a la medida, el cardenal Wilton Gregory de Washington y el cardenal Blase Cupich de Chicago, un firme partidario del Papa Francisco (https://www.ncronline.org/ news / people / major-pro-life-advocacy-group-hold-rallies-support-denying -comunión-biden).
No es seguro que este intento de presión funcione, incluso puede resultar lo contrario.
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