TEOLOGÍA DEL CUERPO

Los sodálites no se dan por vencidos. Dedico esta referencia a Juan Pablo y su teología del cuerpo a otro ex, Jacinto, que mira por donde prologó el libro de ese señor por el que preguntas. Lamento que Choza se haya quedado encandilado con el polaco, abreviando: otro fake. 

Es cierto lo que dices, qué manada dispersa los ex cada uno por nuestro lado, algunos logran unirse, mi opinión es que ni siquiera el trauma nos une,  y una vez fuera, sigues siendo la misma persona, si eras un fresco lo sigues siendo, y si no eras un fresco sigues no siéndolo. Hay cosas que no cambian. Sí cambia que ya no tragamos las mentiras, al fin crecimos, pero en lo esencial y básico, sale a la luz nuestro natural, el mismo dentro que fuera. Chassez le naturel, il revient au galop.

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Abrevio pero tengo referencias, fundamentalmente "El poder y la gloria", profundo estudio de ese pontificado que tanto "nos" ensalzó y abrió las puertas de par en par a escrivarianos reunidos S.A, hombres y mujeres en consejos pontificios y dicasterios, sala de prensa, dejando aparte arzobispados de los que destituyó "rojos" para poner numes, y también dejando aparte teólogos defenestrados. 

Todo ello aderezado con el nulo caso a las innumerables quejas que llegaban a Roma desde las diócesis norteamericanas por los casos de abusos sex del clero así como que a punto estuvo de santificar a Maciel, además de que santificó al de Barbastro y adláteres. Un genio, en resumidas cuentas. NO solo fue la divina obra la institución controvertida la que salió mejorada gracias al polaco, hubo muchas otras hijuelas aprobadas "sin mirar" que resultaron auténticos cultos a su fundador o fundadora. Pero había poder, gloria, relumbrón y llenado de estadios. Que es lo que parece que importa.

EL TEÓLOGO GOERZ (u. de Maguncia) ve la "Teología del cuerpo" del Papa Juan Pablo II como un intento de aislar la enseñanza tradicional de la Iglesia de los desarrollos modernos. El concepto de sexualidad humana allí presentado podría interpretarse como "el último gran intento, finalmente fallido" de "salvar las tradiciones premodernas de la moral sexual cristiana para el presente", escribe Goertz en un artículo en "Herder-Korrespondenz" (edición de abril) . Con la teología del cuerpo se puede alejar de la enseñanza católica aquello que la socava culturalmente: "el descubrimiento de la libertad y la igualdad de los sexos y la liberación de la sexualidad de los amantes de la presión de las expectativas sociales (apropiadas, maritales, reproductivas)".

Para Juan Pablo II, sin embargo, la autonomía y la igualdad son valores inapropiados en el contexto de la moral sexual. «Le interesan las peculiaridades de los cuerpos masculino y femenino para deducir de ellas la prioridad de la reproducción. Los humanos deben someterse a la fisicalidad específica de su género si quieren actuar moralmente», afirma Goertz. La teología del cuerpo de Juan Pablo II es una teología excluyente del cuerpo heterosexual, llamado al matrimonio y a la familia. Todo lo humanamente significativo que pueda experimentarse en la sexualidad solo cuenta si se mantiene dentro del marco católicamente correcto. Fuera del “corsé de la tradición” no hay experiencias valiosas del cuerpo.

Goertz contrapone esta concepción con una concepción del amor y la sexualidad que no puede ser contenida de esta manera: «En la forma del deseo holístico de otra persona, el amor representa un principio precario: no puede calcularse ni forzarse, no puede sostenerse por la mera voluntad, no puede ser capturado institucionalmente. Puede que no le importen las diferencias de género ni las diferencias de estatus social».

Proporcionar razones sólidas para la regulación moral

Esto no libera al amor de exigencias éticas. Sin embargo, los criterios para ello han cambiado. No es "el cuerpo y su propósito o simbolismo" lo que debe tomarse en consideración, "sino más bien las personas que se ven afectadas directa o indirectamente", continúa Goertz: "La provisión consensuada, recíproca y practicada de manera responsable de placer sexual se considera moralmente no problemática siempre que no se comprometan la dignidad y los derechos de los demás". Cualquier regulación moral adicional deberá estar bien justificada.

La “teología del cuerpo” recorre la obra del Papa Juan Pablo II (1978-2005). Incluso antes de su pontificado, desarrolló importantes fundamentos al respecto en su principal obra filosófica "Persona y obra", después de haber desarrollado ya planteamientos iniciales como capellán en los años 1940 . De 1979 a 1984 desarrolló una teología en catecismos semanales que se centra en el amor y el significado de la sexualidad según el plan de creación de Dios. El cuerpo, en su propósito especial como hombre y mujer, es visto como una revelación de Dios.