LA CAÍDA DE LOS DIOSES
Al menos yo no he visto nada parecido en el tiempo que llevo aquí. De vez en cuando soplan vientos huracanados arrancadores de pelucas y destructores de paraguas, un clásico jaenero: el paraguas roto en el contenedor, pero el "viento leñador" no teníamos el gusto. Bomberos y jardineros han trabajado duro en octubre
Es tan evidente lo que me ha llevado a pensar que da vergüenza explicarlo. Enormes torres, que llevaban ahí más de 50 años, inamovibles, en una noche de lluvia y viento, arrancadas de raíz, dejando un buen agujero, con la tierra de alrededor. Ver para creer. Donde menos te lo esperas. Me he dado una vuelta, buscando en lugares con mucho árbol que estimaba podridos o con más riesgo de caer, pero no, han caído otros. Un concierto digno de ser escuchado, todas esas moles viniéndose abajo. Alguna que otra valla afectada por la caída del monstruo.
Cuando no se tiene fundamento, base, raíz honda y bien apegada, estás expuesto a cualquier huracán.
Les ha dado por la amistad, para lo que hemos quedado, nivel de folleto Mundo Cristiano Juvenil, escritos por Urteaga and cia. los que mi madre me compraba en mi adolescencia, y que yo le llevaba a la hermana Agustina, la monja que nos daba religión allá por mis 12 años. La amistad es el lema del congreso internacional que van a celebrar en esta ciudad de los árboles caídos. Igual que los árboles caídos lucen carteles anunciadores por las esquinas. Aluden con la inmensa cara que nos caracteriza al respeto a la libertad del amigo aunque no piense como tú. La libertad...
Viendo el cartel me vino a la cabeza que había que pedir permiso a la directora para lavarse el pelo. Lavarse el pelo pertenecía al tiempo de "personales", está mal quitarle tiempo "al grupo", todo nuestro tiempo para Dios, o sea para Mordor. Como si a Dios se le ofendiese porque anduviéramos lavándonos el pelo...En la línea de lo que expone hoy la isla en frente de Cancún.
No digamos cortarse las uñas o pintárselas. Esto último si se vivía en una Administración era impensable, fregando, lavando, planchando, las manos no estaban para lucirlas, no daba para barnices, no merecía la pena.
Cuando embaucó a las primeras, entraban como Administradoras de los centros, y aquello debió de ser un cuartel de la peor especie.
Para cuando llegué, no éramos todas administradoras y te lavabas el pelo sin pedir permiso. Nos llegaban retazos de la historia pasada. Y se notaba que la rama femenina comenzó en una administración de centros, que ese había sido nuestro destino inicial años 40.
Interesante programa de dos Resistentes al sistema: Josele Sánchez y Eduardo Martín Duarte, abogado en lucha contra los corruptos del Banco de Santander. Las explicaciones aquí. Vuelve Josele con aquello de que se presentó una querella en la Audiencia Nacional contra esposa e hija, y heredera, de Emilio Botín acusándolas de habérselo cargado: antes muerta que divorciada, habría dicho la surnumerary esposa, a la que conocíamos de Telva, la revista de las princesas. Al parecer don Emilio quería abandonarla por otra, una trabajadora de la entidad.
Curioso que no hayan hecho serie de Netflix. Ningún medio se hizo eco, pura especulación, conspiranoia, la primera entidad financiera de España es muy generosa con la prensa. Ya nos hicimos eco de todos esos affaires dinerarios-estafadores-amorosos...Botín soap.
También del contraste entre la teología moral al uso entre las numes que nos ocupábamos de supernumes del campo y el relajo moral de quienes ocupan los puestos directivos de España, aún teniendo vocación.
Se tira una de los pelos por haber creído toda la vida que Covadonga, la cuñada de don Emilio, era numerary en el plan que lo éramos las demás, las del "montón". Colaba, pero es evidente que esa señora al frente de la revista de las princesas durante cuatro décadas y de cóctel en cóctel, no tenía tiempo para cilis, correcciones absurdas y consultas sobre lavarse el pelo. Cuánta infelicidad. No éramos capaces de verlo.
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