NO ES LO MISMO SV QUE SF

No dejo de descubrir, este testimonio de  ex supernumeraria mejicana me deja estupefacta o congelada. No sé cuál de los dos adjetivos escoger. Casi me arrepiento de haber alabado el sacramento de la confesión observando estos hechos. Qué tortura psicológica, te hacen sentir culpable porque parece obligatorio traer al mundo,  ¿un hijo por año?. Anonadada quedo.

Decisiones tan delicadas e íntimas que conciernen a la pareja en manos de auténticos Destroyers con sotana, que no sabían ni cambiar un pañal y que por supuesto no iban a tocar ni con un dedo la carga y la gracia que supone un hijo. 

Para las mujeres jóvenes que no estábamos casadas o para las casadas que habían superado la edad fértil, el problema de confesar semanalmente se reducía a qué era muy difícil hallar "materia" y acababas confesando de matar moscar, prácticamente y por decir algo.

Estuve en san Gabriel con supers mayores y no viví estas casuísticas. El sacramento de la penitencia transformado en un puro martirio y medio para romper matrimonios. La ironía y tragedia del asunto 

En España célebres supernumerarios se han distinguido por presidir el Foro de la Familia (Benigno Blanco). La revista Mundo Cristiano presumía de ser una revista "para la familia". En Torreciudad se celebraba en septiembre la Jornada de las Familias. Y cuando les sobraban activistas llenaban autobuses para manifestar en Madrid, Paseo de la Castellana, en contra de todo aquello que pudiera suponer un ataque a la familia: reconocimiento del divorcio en España (1980), despenalización del aborto (1985), ley del matrimonio gay con ZP....

Y recién nos enteramos de que ellos mismos, los propios curas con sus insistencias e intromisión en las intimidades matrimoniales, destruían la armonía de la pareja encaminándolos a la separación. Y los hijos ¿se los quedaba el cura acaso?

En el caso de Graciela según cuenta, apoyado por ejemplos aportados por Guillermo, las infidelidades de los maridos supernumes estaban a la orden del día. Pero si el marido se iba con otra más joven, la "culpa" era de la mujer que envejecía y no se arreglaba. Son barbaridades una detrás de otra que cuesta escribir, parece mentira que hayamos estado en un sitio donde los curas "aconsejaban" de este modo, llevando a las mujeres casadas al mismo despeñadero. Destrozavidas.

Se le añade que el marido infiel de otra, no el suyo, que actuaba de monaguillo en misa, sostenía la bandeja de la comunión. No había impureza que le impidiera realizar esta acción. Más su condición según dice de psi al que acudían los supernumes para aconsejarse con un médico de confianza.

El doble rasero con los hombres y las mujeres, las bromitas machistas a las que teníamos derecho. Quiso la providencia que me enterara también  por puro azar. Ya no vivía en el centro, pero pude observar en una reunión no opus a un grupo de chicos jóvenes opus burlándose del género femenino en general.

Por supuesto ni las feministas españolas ni las mejicanas se ocuparán de averiguar qué pasa ahí dentro, institución respetada que merece el homenaje del silencio.

Me manda abrazos una nume, ha pasado un cuarto de siglo...lo que me hicieron pasar friéndome a correcciones ella y otra del centro. A ambas las sustituí en determinado puesto de gobierno y formación,  lo que les provocó una pelusilla conmigo que no las dejaba vivir. Qué feo estuvo aquello por parte de la delegación, si quitas de subdirectora a una mujer que no tiene nada más que hacer  en la vida, sácala del centro y llevátela lejos. Fue mi cilicio personal del curso 9...-9...

Estuvisteis detrás de todas mis desgracias de aquellos años que no quiero ni recordar, apoyando con decisión a quien me hacía la vida imposible fuera del centro. 

Pero todo aquello se hacía en la sombra de la vida numeraril, hicisteis correr rumores sobre tornillos que se caen, los pusisteis en circulación, informasteis a los ratones del insti, para que los ataques cogieran más altos vuelos a ver si podía ser me destruían del todo, quitándome un puesto que no se debía a la institución escrivariana. Y hasta hoy colea el asunto, hasta hoy 2023. 

No podía irme tan fresca que una lechuga y vivir mi vida.

Las pasé canutas también por tu culpa, culpita....tanto que estamos con las culpas.  

Verdaderamente esta gente no sabe ni lo que habla ni lo que dice ni lo que hace. Repiten las consignas indicadas. Fuera de la falsilla institucional, nada. Me parece que es la primera vez desde que empecé el blog  que alguien se significa reconociendo que fui nume y convivimos en la misma casa.

Otro detalle:  ex numes, ex agres, ex supers que leís, dejen de citar en el entorno agórico y opuslibrero a la famosa psi de moda que responde a  las siglas MRE. ¡Es la hija de Enrique Rojas! el famoso psi al servicio de la institución del que tantas glorias hay recogidas en este blog.

Me importa poco la señora, estimo que no es de buen gusto traerla a colación en estos ambientes de referencia. Su padre contribuyó, su padre se enriqueció y alcanzó fama y gloria gracias a .... Cuando hay una estafa algunos se benefician, él fue de los beneficiados. Y por ende su familia. La psiquiatría, especialidad en la que pasaba todo el mundo antes de poder salir de ahí.

 

Ya la ensalzan otros.  No la denigro, pero en lo que nos toca y en lo que nos afecta, no se ha ganado nuestro aprecio.

Esta España y la red llena de profesionales de lo mismo que merecen atención. Si ella ocupa hoy un puesto destacado se debe a sus enchufes familiares, no digo que no tenga cualidades, pero citar mejor a otros es cuestión de estética si se quiere más que de ética. Y de no ensalzar a gentes que proceden de ese medio con el que por supuesto no han roto. Ella no ha denunciado lo que los demás denunciamos. Le fue bien. Se benefició, ¡lástima de Isabel Caballero! como la echó en falta en momentos como éste.

La he oído citar en otros lugares a los que he acudido que no son charlas de ex Opus y en esos lugares me callo. A ese público no le concierne este asunto: a mí sí me concierne y me parece que también a quienes se han venido leyendo el blog desde los tiempos en que Isabel contribuía.