Error funesto



Me tiene preocupada lo de la ciudadanía. He estado leyendo ciertos escritos de algunos españoles que comparten la siguiente reflexión: dado que en nuestro país la religión católica ha sido la que ha dado el norte durante siglos del bien y del mal, cuando se deja de creer en la religión muchos compatriotas piensan que ya no existe la diferencia entre el bien y el mal.





Como aquella famosa frase de Dostoievski de que "si Dios no existe todo está permitido". Los españoles que hacen esta reflexión son en su mayoría gente que nada tiene que ver con la iglesia, y lamentan sin embargo esa falta de ética en la vida ciudadana. Como ya los obispos y los curas no son el "factotum" que fueron, y la gente ha dejado de frecuentar las iglesias salvo en los momentos "clave" (nacimiento, comunión, casamiento, muerte) la incultura que nos caracteriza ha provocado esa situación de "vacío moral".





Al mismo tiempo ayer tuve la paciencia de ver una película sobre Miguel Hernández el poeta de Orihuela, en la que quedaba muy reflejado ese poder de los curas en la España de los años 30 y 40. Quedaba claro en aquella España, antes de la guerra, que con la república los curas no tenían tanta mano en la vida pública, y después de la guerra, que los curas santificaban el régimen de Franco (la guerra fue una Cruzada) y que el que no tenía religión católica era un echado a perder.





Yo no sé si esta mentalidad sigue latiendo en nuestro subconsciente nacional, pero si resulta que los agnósticos y ateos precisamente son los que lamentan el vacío en valores dejado por la religión, da que pensar.





Sería la propia iglesia católica la que con su compromiso tan evidente con el régimen político ha dado lugar a que se piense así. El poder que da dictar el bien y el mal en las conciencias... que se lo digan a los opusianos que se dedican a ello con todo el alma. Pero las jerarquías no opus me da a mí que en tiempos pasados si no en tanta medida como opus sí que han abusado un poco de ese poder.





Acabada la religión, ¡ancha es Castilla!


Y sí que es verdad que Castilla es ancha. Pero el porqué del bien y del mal no estriba sólo en motivos religiosos. Y yo creo que este es el intríngulis del tema que es preciso transmitir a los ciudadanos españoles, y por lo que se ve, no sólo a los adolescentes. También los mayores necesitan una reflexión sobre ello. Pongo una foto donde quiero reflejar esa "anchura de Castilla"... es el Campo de Montiel.

No tengo muchas ganas de ponerme a filosofar sobre el bien y el mal, pero por ejemplo Kant es un filósofo que explica de manera muy profunda a mi modo de ver, las raíces de la dignidad humana, y del deber del respeto al otro justo por esa dignidad.




Ana Azanza

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