ALGUNOS AVANCES
38El OD conoce desde los años 90 una
lenta evolución hacia más transigencia y transparencia como se ve en este
asunto de la mortificación.
Los miembros del OD declarar más fácilmente su
pertenencia. En lo que respecta a la liturgia algunos sacerdotes aceptan
celebrar la misa de cara a los fieles. Y ha desaparecido el velo que llevaban
las mujeres cuando asistían a misa además de que en las universidades OD se
pueden llevar vaqueros y se pueden leer libros que antes estaban censurados
como algunas novelas licenciosas de Mario Vargas Llosa. La transparencia
lleva a una menor afirmación de la diferencia por parte del “Opus Dei”.
39Esta relativa transparencia a un nivel microsociológico
tiene su correspondiente a nivel macrosociológico.
En efecto, la beatificación y la canonización de 1992 y 2002 precipitaron en
los miembros Opus Dei la toma de conciencia de un hechos simple: la publicidad
del reconocimiento papal llevó a la institución a estar en el frente mediático
mundial. Por ello dichos acontecimientos han significado el paso obligado a una
mayor transparencia a través de una más densa circulación de información sobre
la institución. Las obras juzgadas irreverentes del peruano Jaime Bayly y del americano Dan Brown, en fechas clave de publicación − 1994 et 2003 − son un buen ejemplo
de cómo circula la información crítica a la que OD tiene que oponer una
verdadera estrategia de comunicación. En realidad OD siempre da el bastón para
que le peguen y juega su papel de la diferencia de modo excesivo por una serie
de signos externos que indican pertenencia al tiempo que mantiene una gran
cerrazón eficaz frente a otros mundos sociales. Pero hoy ese proceso de
apertura que a pesar de todo sigue siendo limitado en el seno de una rígida
estructura, expone más que nunca el OD a las críticas.
Así en Perú hay un mundo social
que no siendo miembro, tiene una imagen positiva de la institución visto el
trabajo social que realizan ciertas obras corporativas y su ética del trabajo. Hay otra parte de la sociedad también
importante que tiene una imagen negativa. El secreto ha generado en
efecto una hostilidad que afecta a los individuos que se juntan con miembros o
supuestos miembros, o incluso a toda una ciudad por el hecho de que en ella hay
una obra corporativa (Piura). Las declaraciones de Paola E. muestran el proceso de « contagio » :
« cuando empecé la universidad la gente me preguntaba si estudiaba en la
universidad del Opus, en Perú ir a Piura
significa ser del Opus. »
40Por ello para un miembro OD no es fácil
en sus relaciones con los demás saber con quién está hablando, con cual de los
dos mundos sociales, el favorable o el adverso y no sabe qué actitud debe
adoptar. Si se sabe que pertenece ¿se le considera un apestado o estigmatizado?
La solidaridad angustiosa y la cerrazón alrededor del secreto del ODei peruano
suscitan todavía muchas denuncias y celos, anunciadas y amplificadas por los medios
de comunicación. Por ello los rumores de pertenencia que significan descrédito
además de las etiquetas peyorativas : secta, mafia….
Además al acercarse al poder político cuando Alberto Fujimori estaba
en la presidencia del país, sobre todo después de su autogolpe de 1992, Opus Dei ha confirmado
el análisis pertinente de Alexis de Tocqueville : « aliándose a un
poder político, la religión aumenta su poder sobre algunos y pierde la
esperanza de reinar sobre todos […]. La religión no sabrá compartir la fuerza
material de los gobernantes sin cargar con una parte de los odios a los que
ellos dan lugar. »
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