¿QUÉ ES UNA DERIVA SECTARIA?
¿QUÉ ES UNA DERIVA
SECTARIA?
Para la misión interministerial de vigilancia y lucha contra
las derivas sectarias (Miviludes) se trata de una “desviación de la libertad de
pensamiento, de opinión o de religión” que se caracteriza “por la puesta en
práctica por parte de un grupo organizado o de un individuo aislado (…) de
presiones o de técnicas que tienen por finalidad crear, mantener y explotar en
una persona un estado de sujeción psicológica o física que la priva en parte de
su libre arbitrio.”
Los indicadores de derivas sectarias a menudo repertoriados
son:
-idolatría del fundador
-autoritarismo totalitario
-obediencia ciega al superior
-despersonalización
-pérdida de identidad y autonomía
-proselitismo
-acoso
-delación entre miembros (la bendita corrección fraterna
opusina es pura delación)
-acumulación de tareas y eventos que impiden pensar
-relación malsana con el dinero
-abusos morales o sexuales
-a veces amenazas verbales o físicas a los que se quieren
ir. (OD no amenaza, ejecuta el hachazo sin avisar)
A partir de numerosos testimonios la hermana Chantal Marie
Sorlin, jueza en el tribunal eclesiástico de Dijon y responsable de la oficina
de derivas sectarias de la Conferencia
Episcopal Francesa estableció cuatro criterios principales.
1. CULTO a la personalidad, el fundador suele ocupar el lugar de Cristo
1. CULTO a la personalidad, el fundador suele ocupar el lugar de Cristo
2. AISLAMIENTO del exterior, de la familia y de la
información
3. MANIPULACIÓN mental: recluta rápida, presiones,
culpabilización (dudar es tentación diabólica), confusión buscada del fuero
interno y el externo, prohibición de criticar a los responsables en nombre de la Santa Obediencia.
4. INCOHERENCIA de vida (en los jefes de la secta) en lo
referente a dinero, costumbres relajadas, compras caras, comilonas, cochazos,
viajecitos y vidorra prohibidísima e inimaginable para la base.
Uno de estos criterios bastaría para acusar a un grupo de
deriva sectaria, pero cuando un grupo las reúne todas nos hallamos ante una
auténtica patología sociológica (OD….)
Dominique Auzenet examina en detalle en esta obra colectiva,
“los movimientos a la luz de los criterios de los análisis sectarios”.
¿Cuál es el carisma que causa tantas derivas?
En la introducción se aclara que los 3 movimientos acusados
fueron fundados antes del Concilio Vaticano II y no han asimilado el giro que
este acontecimiento supuso, es decir, la apertura al mundo moderno y a la
cultura contemporánea. No han sabido reconocer a la Iglesia como un “pueblo”.
EN LOS FOCOLARES TODO GIRA EN TORNO A LA UNIDAD
Jean Marie Hennaux, profesor de teología moral fundamental y
experto en Mariología examina en este libro colectivo el concepto de unidad con
el fin de si se trata de un concepto fiel a las palabras pronunciadas por Jesús
en el evangelio de Juan, “que todos sean uno”. Ahora bien hay que decir que en
estos movimiento el ideal de unidad se concibe como una renuncia a la propia
libertad de pensamiento y acción. El “yo” es odioso y despreciable, sólo cuenta
el “nosotros”. Y en la práctica ese “nosotros” se reduce al pensamiento único
de la fundadora, Chiara Lubich que se identifica a sí misma con Cristo: “Cada
alma de los Focolares tiene que ser sólo una expresión de mí y nada más (…). La Unidad es por tanto la Unidad y sólo un alma tiene
que vivir: má, es decir la de Jesús entre nosotros, que está en mí” (extracto
de una carta de 1950). No se trata de comunión de personas autónomas y libres
sino fusión, confusión en el “yo” de la fundadora”…
Semejante concepción de la Unidad sólo puede dar lugar al culto idólatra de
la fundadora y de sus escritos.
Comentarios