SEGUNDA PARTE: FRACASARÁN

 El objetivo es el sueño de todo déspota, incluido el nuestro, dominio absoluto de la humanidad. 

Se han propuesto algo difícil aunque tienen todos los medios a disposición, incluido el "despiste" y "consentimiento nada ilustrado" de la masa de la población enchufada a la tele.

 

Hacia una moneda programable


Y cómo debería ser este sistema, ya lo sabemos. Estos son la completa desaparición del efectivo, los bancos en su forma actual y la introducción de la moneda digital del banco central. El objetivo final es que cada uno de nosotros tenga una sola cuenta bancaria, a través de la cual se puedan realizar todas las transacciones.

Esta cuenta ya no estará en un banco comercial, sino en  el banco central. La razón subyacente de este plan es: la moneda digital del banco central es programable (18:44). Como un banco central puede crear dinero sin límites, uno puede, por el hecho, introducir tasas negativas sin destruir el sistema. Pero esto está lejos de ser la única propiedad que tiene la moneda digital del banco central. Permitiría al Estado monitorear todas las transacciones (19:12), aplicarnos tasas impositivas diferenciales e imponernos sanciones financieras individualmente. El Estado podría vincular ciertas cantidades a una fecha de vencimiento, obligarnos a gastar ciertas cantidades dentro de un período específico (19:33). También podría dar ese dinero para un propósito específico y obligarnos a usar ciertas cantidades solo para la compra de ciertos bienes, o para gastar solo en ciertas áreas. Pero sobre todo, le sería posible, con un solo clic, cortarnos todo el flujo de transacciones, y así desconectarnos económicamente (20:04). La moneda digital del banco central sería el mecanismo de control social más eficaz que ha existido en la historia de la humanidad, y por tanto, ni más ni menos que la culminación de una dictadura universal obtenida por el camino del dinero (20:25).

 

La táctica de "echarlo todo abajo"


Todo esto, sin embargo, viene bajo una enorme hipoteca: la resistencia  de la población. Seguramente hay que tener en cuenta el hecho de que una gran parte de la gente no aceptaría esta forma de pago y que la introducción de la moneda digital del banco central provocaría un grave malestar social. Y es precisamente esta dificultad la que llevó muy claramente al complejo financiero digital a imaginar revertir el tema de la introducción de esta moneda (21:07). En lugar de introducir paulatinamente esta moneda digital del banco central, y así arriesgarse a provocar una gran resistencia, proceder en sentido contrario, es decir hundir a la economía, generar  el caos, para  que la moneda digital aparezca como la solución para todos problemas, en forma de renta básica universal (21:35).

Cualquiera que esté pensando  que se trata de "conspiracionismo" sin base, le recomiendo que piense muy específicamente en todo lo que hemos pasado durante los últimos dieciocho meses. Con el pretexto de luchar contra una enfermedad, hemos causado daños devastadores e irreversibles, sanitarios, económicos o financieros, cuyos efectos todavía siguen siendo limitados (22:09). 

Al mismo tiempo, se sigue trabajando a diario para que las cosas vayan peor: haciendo lo posible para generar  divisiones en  la sociedad, separando a las personas. Todo esto nos conduce en una dirección: la del malestar social, la guerra civil, en el mundo entero. Que  es exactamente lo que se pretende, según mis últimas informaciones(22:46).

Mediante la implementación de todos los medios imaginables, se pretende provocar el caos social más enorme, esperar hasta que haya alcanzado su máxima intensidad, y luego con la ayuda de una panacea llamado “ingreso universal básico”  del máximo caos al control total (23:12). 

Hay una segunda razón por la que los poderosos quieran implementar la renta universal. Estamos en medio de la Cuarta Revolución Industrial, y  tenemos por delante la esperada pérdida de millones y millones de puestos de trabajo por el uso de la inteligencia artificial. En otras palabras,  se espera que millones de consumidores incurran en impagos, y que la demanda de bienes de consumo disminuya drásticamente. Como el modelo económico actual se basa en el consumo, para mantenerlo vivo es necesario bloquear el descenso en esta pendiente fatal. Y eso solo puede funcionar si se distribuye dinero a los consumidores desempleados, incluso si están en el paro (24:09). 

Un apocalipsis preparado y planificado

Nos damos cuenta de que lo que hemos estado pasando estos últimos dieciocho meses y seguimos, sigue claramente  un plan; y este plan se puede plantear de la siguiente manera: 

desmantelar el sistema actual en beneficio de la élite, instigar el máximo caos económico y social, y establecer un nuevo sistema en beneficio de la élite, con el pretexto de querer "ayudar" (24 : 42). Este plan se puede encontrar en los dos libros, La cuarta revolución industrial y El gran reinicio de Klaus Schwab, cuyo Foro Económico Mundial juega un papel clave en el desarrollo e implementación de esta agenda. El WEF (World Economic Forum) ha logrado convertirse en los últimos 50 años en una de las plataformas más importantes del complejo financiero digital, conectando, primero a líderes empresariales, luego a políticos, luego a representantes de los medios. También a personas de la alta aristocracia y el mundo del entretenimiento, y sometiéndolos, desde los años 90 a una formación específica (25:33).

Hoy sabemos que a partir de 1992 los “Líderes Globales del Mañana”, y desde 2005 los “Jóvenes Líderes Globales” fueron sometidos a una formación sistemática y cada vez más profunda, y que son precisamente estas personas las que hoy están en las palancas de poder:  Bill Gates, Jeff Bezos o Jack Ma del sector digital, ya sea el jefe de BlackRock, Larry Fink, la jefa del FMI, Kristalina Georgiewa, o el exdirector del Banco de Inglaterra Mark Carney, en  finanzas, o incluso Emmanuel Macron, Sebastian Kurz o Angela Merkel en política: todos han sido formados por el WEF o forman parte de sus órganos de gobierno (26: 38).

Y no son solo los 1.300 miembros de esta pequeña élite gobernante estrechamente conectados los que están moviendo los hilos en todo el mundo. Desde 1992, el WEF también ha reunido y puesto en contacto a otros 10.000 “Global Shapers” menores de 30 años, que están trabajando para influir en el curso del mundo en la dirección que más les convenga (27:08). Cualquiera que quiera saber cómo debería ser este paseo por el mundo debería leer los trabajos del fundador del WEF, Klaus Schwab. Y quien, a estas alturas, todavía no esté convencido de que lo que hemos vivido y seguimos viviendo sigue un plan debería echar un vistazo a la fecha de publicación del "Great Reset" de Schwab:  9 de julio de 2020, apenas cuatro meses después de la confinamiento global, y ya da instrucciones precisas sobre cómo aprovechar la crisis COVID-19 para, en palabras del propio Schwab, "destruir creativamente el mundo y construir un mundo nuevo", donde  brille una visión del hombre que se remonta a los días más oscuros del nacionalsocialismo (28:02).

Lo sé, todo esto es aterrador, como un apocalipsis cuidadosamente preparado. Y, de hecho, la agenda que se persigue  no sólo está visiblemente planificada, sino que difícilmente puede, además, ser superada en malignidad y doble intención. 

¿Quién hubiera imaginado que se hundiría la economía global con el pretexto de proteger a las personas de los efectos de las enfermedades, quitándoles la libertad de viajar, congregarse, hablar y vivir, expresarse libremente? ¿Quién hubiera pensado en condenar a  millones  a morir de hambre supuestamente por la protección de su propia salud? ¿Y quién hubiera pensado que un eugenista declarado llamado Klaus Schwab podría tener la oportunidad no solo de  difundir en el planeta entero su visión infernal de la fusión entre el hombre y la inteligencia artificial, sino también de  encontrar 10.000 cooperantes que lo llevaran hacia adelante (29:18). Son eventos  abrumadores con los que tenemos que convivir,  que nos hacen sufrir, y cuyos detalles son para helar la sangre de todo ser humano, que piensa y siente normalmente.


La sinrazón conduce al fracaso


Pero -y llego al mensaje más importante que quiero transmitir esta noche-hay otra cara completamente diferente de los acontecimientos, una cara que debe darnos un enorme impulso y fuerza  para las tareas que tenemos por delante. Los planes de la élite y la visión de Klaus Schwab están efectivamente condenados por varias razones (30:11). La razón principal es que la narrativa de un virus mortal, que amenazaría a la humanidad en su misma existencia, no podrá durar. Ya estamos viendo cómo el andamiaje de la mentira se desmorona ante nuestros ojos, y cómo para justificarlo recurrimos a argumentaciones cada vez más absurdas y calumnias cada vez más furiosas (30:39).

En este punto, es importante comprender que la vehemencia que los medios ponen en marcha no es un signo de fuerza sino de debilidad. El que, con insistencia cada vez mayor, difunde mentiras cada vez más grotescas como la de la "pandemia de los no vacunados", quien declara que las personas sanas son el factor de riesgo número 1 de la sociedad, quien por un puñado de pacientes o de pruebas positivas paraliza  todo un país,  actúa así sólo porque ya no tiene argumentos y en su desesperación solo da palos de ciego (31,21).

Abraham Lincoln dijo:

 “Puedes mentirle a algunas personas todo el tiempo; puedes mentirle a todo el mundo alguna vez; pero no se puede mentir a todo el mundo todo el tiempo ”. 

Exactamente lo que está pasando. Y hoy tiene un significado inmenso. Porque, irónicamente, abre lo que Klaus Schwab llama "una ventana de oportunidad",  excepto que se abre exactamente con la dinámica opuesta (32:07). De hecho, gracias a la desintegración de la narrativa, la credibilidad de quienes nos han traído hasta aquí está cada día más socavada, dándonos un tiempo  para que todos nosotros realicemos una campaña de aclaración de las mentes de gran alcance: las condiciones objetivas para informar a la gente sobre los hechos reales detrás de la llamada pandemia, las relaciones de poder reales en el mundo y las amenazas reales que enfrentamos nunca han sido mejores que hoy (32: 51). Y van mejorando día a día, porque el campo de enfrente tiene que enredarse cada día más en mentiras cada vez menos creíbles.

E incluso si el complejo financiero digital lograra introducir la nueva moneda, aún no sería el fin del mundo. De hecho, la moneda digital del banco central solo puede funcionar bajo un sistema integral de restricciones. Será necesario introducir constantemente nuevos controles de precios, incrementar constantemente la renta básica universal y generar  una inflación permanente, que a su vez conducirá a un empobrecimiento continuado de la población y un conflicto permanente con el Estado y las autoridades (33:49).

Lo que necesitamos saber es: estamos en el umbral de un período de turbulencia y peligro. Pero tenemos en la mano una baza histórica: radica en el hecho de que los enemigos de la humanidad no actúan de acuerdo con las leyes de la razón, sino que están impulsados ​​por motivos como la codicia y la sed de poder, y por esta razón no les queda más que meterse cada vez más inextricablemente en dificultades (34:21). De esto, precisamente, debemos aprovecharnos y tener  en cuenta que el campo de enfrente  puede tener más dinero, más bienes y además de todas las armas del mundo; pero su poder no radica en su dinero, sus propiedades, ni siquiera en sus armas, sino que descansa en un solo factor: la ignorancia de la mayoría de la gente, o dicho de otra manera, el hecho de que la mayoría no se da cuenta del sucio juego del que está siendo objeto (35:01).

Cualquiera que sea la atrocidad de lo que el complejo financiero digital haya cometido durante los últimos dieciocho meses y siga cometiendo, se ha metido en un callejón sin salida, y  en su desesperación, se ve obligado a cruzar cada vez más líneas rojas (35:25). 

Para  nosotros significa en esta situación excepcional que debemos limitarnos a mantener la calma, desenmascarar resueltamente las mentiras, y  mostrar a la gente, paso a paso, por qué y por quién están siendo engañados. Si lo hacemos, y al hacerlo recordamos la fuerza de nuestros argumentos,  no solo seremos capaces de resolver los problemas actuales, sino que quizás logremos algo mucho más grande, a saber: utilizar una de las crisis más profundas que la humanidad ha sufrido para subir el listón en la historia del mundo y, de este modo, abrir  la puerta a una nueva era.  

Muchas gracias


Ernst Wolff

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