Iñigo Rubio Zavala
Compartimos los tres haber sido alumnos de la Navarrensis. Facultad de Medicina, de Comunicación, de Filosofía. Imagino que su cole infantil fue Erain, en San Sebastián. El pero a su intervención por lo demás impecable: las capas del opus light, el no dañino en el que tantos se mueven sin dolor, protegen el núcleo duro abusivo. No es que sea inocuo, es que están ahí de pantalla, de aparente normalidad para hacer entrar por el aro. Así que el opus light no es inocente ni puede lavarse las manos frente al opus Dei. Ya hablamos de los cercos. En el 2010. Podiàis serviros de lo que ya está hecho para ir más allá...
Por otra parte señala que habiendo permanecido solo unos meses como supernume joven, le ha llevado años rehacerse y dejar de sentir "vergüenza" por lo que pasó. Solo ese hecho de su vida debería de hacerle pensar un poco más allá de donde hoy se situa. Y por otra la gente normal no quiere ser normal, lo es. La preocupación por "ser normal" son retazos de vida pasada. No es lo más recomendable ser normal por las malas tendencias que se instalan e la normalidad, sé tú mismo y te olvidarás de si eres normal.
Muy interesante el asunto de la orientación hipermaterialista de la asignatura psiquiatría en esa facultad, que no tiene en cuenta factores psicosociales y existenciales en los padecimientos psi. Qué grandísima ironía...
En las intimidades Opus que dice no haber conocido, mejor para él, la visión de los malestares psi oscilaban entre dos polos: "Dios te quiere enferma, ofrécelo", la forma escrivariana de tapar bocas por excelencia, y la receta desmedida de antidepresivos y cuasi encarnizamiento medicinal, que encaja con lo que les enseñaban en la uni.
No va al fondo de porqué no se aborda el asunto psicosocial en las consultas de psiquiatras escrivarianos, el entorno e incluso la parte existencial: si se hiciera la persona se curaría al descubrirse el pastel de que lleva una falsa vida de "perfección", con exigencias estúpidas, además de verse sometida a una institución mentirosa, donde ponen cargas en sus hombros, que para más inri y aunque en la consulta de psi no importa, quienes dictaminan las cargas "ni con un dedo las tocan", por recordar la frase evangélica.
Al menos habla de la falta de ética que supone mezclarlo todo, y dejar que el supuesto "director espiritual" del paciente participe en la consulta psiquiátrica. Dice que él en su trabajo no puede tratar a dos personas de la misma familia, el paciente tiene que guardar su independencia, autonomía para poder ser ayudado. Tampoco explica porqué nn se plantean en la escrivanía terapias no medicamentosas. Hay mil posibilidades en este aspecto...
Tampoco dice que está bastante claro que tanto recurrir a la psiquiatría, y el lugar que ocupa en la farmacia escrivariana muestra que el problema no es el sujeto sino el sistema en el que está metido. No hablan de que se envía al psi a personas que no lo necesitan, tanto recurso a psiquiatras se debe a que la institución necesita acallar las críticas, y para ello nada mejor que medicar, atontar, dormir....hacer arrastrar los pies, zombificar.
Si todo esto es compatible con los cuatro evangelios es otro par de mangas.
Tanto ex alumno de la Navarrensis me ha recordado otro detalle que ilustra lo bien que encaja opus Escriva en las tradiciones navarras. El escudo de la universidad luce un San Miguel aplastando al dragón, como en el Apocalipsis, mientras sostiene el escudo con las cadenas de Navarra. San Miguel Arcángel venerado en la ermita de San Miguel Excelsior, en la sierra de Aralar, es una devoción popular arraigada. Todos los años, el "Angel" bajaba y era paseado por distintas instituciones de la capital, colegios e institutos públicos incluidos. San Miguel figura en el escudo de la universidad, aplastando con su pie al demonio y ya sabemos el papel de patrono e intercesor de este Arcángel en nuestras vidas de numes y agregadas:
Total simbiosis iconográfica del invento escrivariano estafador con la tradición y cultura popular de la comunidad foral. Hilan fino.
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