EMPRESAS
Cómo gusta que los que están en el ámbito de la calculadora la saquen a pasear y coloquen el titulo que se merecen a quien se lo merece: esclavistas, defraudadores a la seguridad social y al fisco. En efecto, como el tipo de organización que dicen ser y que se sostiene en el ius canonicum, obligación es del supremo jefe mantener a "su" clero.
Muchas sobrenaturalidades y espiritualidades vacuas se van cayendo por su propio peso, dejando al descubierto la empresa "capitalística" que consiste en tener a los individuos que caen en el bote trabajando sin cobrar y sin cotizar por el techo, la comida y la sotana. Y sin previsión ninguna de futuro. Materia más que suficiente para que se encendieran las alarmas, se interrumpieran los procesos de beatificación en curso y se dedicaran a pedir cuentas quien puede, debe y tiene que pedirlas. Si no por las auxiliares, pobres mujeres, al menos por los curas, por el clero.
El todo de la cuestión es más serio y gordo de lo que hemos hablado hasta ahora, lo sabíamos pero va cobrando forma y consistencia cuando se ponen cifras de seis ceros por cabeza de fraude. Se llama dejar a la gente en la indigencia y todos los que han elaborado el sistema y colaborado deberían de ser bajados de pedestales y altares además de borradas sus aureolas. Es una ignominia.
Me hace gracia la coda del artículo, "inspectores de hacienda, tomen nota". "Pobres" inspectores de hacienda, se la pasan colando mosquitos y tragando camellos, si escuchamos al creciente coro de los denunciantes de corrupción en España.
Es parte del secreto de su riqueza: no pagar a quien rinde tan buenos servicios de allegar "vocaciones" y pastorear el rebaño. Rapiñas inmobiliarias y testamentarias aparte.
En el régimen de vida de los numes hay muchas prescripciones como en sectas, tiranías y sistemas gobernados por psicópatas del poder. Desde la disciplina doméstica hasta el control externo que según días y circunstancias se convierte en vigilancia policíaca.
Debería todo español que se precie de conocer la historia de su país ser consciente de que la vigilancia del vecino hunde sus raíces en nuestra historia. Se obtenían pingües beneficios haciéndolo si denunciabas y no está tan lejos, quedó la costumbre. Aunque así se contribuya a la "leyenda negra" antiespañola, que conste que este autor le quita hierro a dicha leyenda.
La prohibición de que los varones tengan secretaria, qué tiempos..., o de frecuentar lugares públicos de ocio, ni siquiera campos de fútbol, la prohibición de fumar y de pantalones para las mujeres hasta hace 30 años, no dejan de ser aplicaciones de los prejuicios y obsesiones del propio creador del invento, nacido en 1902 y pasado por los seminarios de la época.
Peor que las prohibiciones es todo lo que afecta a la dependencia económica.
Los numes si tienen ingresos los entregan enteritos, miran que no te dejes céntimos en la cuenta corriente, incluyen el patrimonio heredado. La organización supervisa y controla gastos. Viva la laicidad y el laicismo. En casos señalados se aceptan corruptelas por ser comerciante, negociante, banquero de postín (Valls, Termes...) la inmensa mayoría vivíamos en régimen de control escrupuloso, prohibición de cuenta bancaria propia y obligación de testamento en su favor mediante fiduciario. Les importa no figurar oficialmente pero que el money acabe donde tiene que hacerlo.
En aquellos tiempos en que vivía Termes, nume que fuera presidente de la patronal bancaria, resultaba ser el destinatario de muchos de los testamentos numerariles, ya que era una persona mayor del opus escrivae y de confirmada fidelidad.
En estas condiciones presumir de secularidad y "laicalidad" es reírse del poco cerebro que nos quedaba tras su oportuno lavado. Y lo conseguían. Cierto padre de nume se indignaba en una ocasión: "¿cómo puede presumir de libertad quien acepta que sus jefes lean antes que él las cartas que recibe?" Se refiere a aquellos tiempos en que todavía se escribían las dichas misivas.
La mayoría de las empresas en las que trabajaban los numes y super también están bajo control. José de Saralegui ex nume explicaba "Desde Roma se nos pedían minuciosas cuentas contables y doctrinales de las empresas comunes". Saralegui me hace pensar en otro que a pesar de haber entrado justo después d ela guerra, sin embargo no salía en las retahílas acostumbradas de apóstoles de la primera hora. Pone que se incorporó en 1940.
Su apellido fue mi primer contacto con opusdei, figuraba en cierta verja, en una finca que pertenecía a su familia. ¿Seguirá en pie la puerta? A orillas del río de la infancia y al pie de dos características montañas, unidas a la leyenda "Amaya y los vascos en el s. VIII".
En los 70 hicieron cambios y quedaron más controladas las llamadas "obras corporativas", como la uni de Pamplona, mientras que los abundantes coles en su mayoría son "labores personales". Poca diferencia para quien no está dentro del sistema.
Decía Moncada que la problemática actividades económicas tenía más que ver con "mafia" que con secta. Desde siempre los socios, fieles, miembros se han apoyado en negocios públicos y privados, nombrado cargos entre "conocidos", "de Casa" y como se vió cuando saltó el escándalo Rumasa, probable es que ellos mismos estuvieran en el origen del "salto", se vió que dicha entidad sirvió abundantemente a que prosperaran obras corporativas. Nada nuevo en el entorno capitalista occidental. "Solo que" algunos ingenuos católicos de misa diaria esperaban que fueran contribuyentes a la moralidad pública, no practicantes de "lo que todos hacen".
Otro que se fue confiesa que fue imposible dar ejemplo en este campo, había mucha urgencia por conseguir financiación y las ambiciones eran altas.
Políticos, profesionales, comerciales se dieron la mano en países como el nuestro y Chile o Argentina o Méjico. Vieja colusión capital e intereses eclesiásticos. Los numes opusinos no se hacen sindicalistas ni quieren transformar el mundo, ni colaboran en ONGs a no ser las que ellos mismos crean. Es más frecuente que vistan traje y corbata y sienten en consejos de administración de bancos e industrias, en partidos de derecha, en cuarteles, en coles, en unis. Todo esto ya hay que referirlo en pasado, porque no entran más.
Hace 50 años las mujeres típicas del microclima eran como las típicas del barrio de Salamanca o las que se veían en Telva, su revista femenina. Que sospecho obligaban a mi madre a comprar, siempre se quejaba del nivel alta aristocracia de reportajes, ropas, cocinas en dicha publicación.
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