POLÍTICA DEL SILENCIO

 Nos centramos en la Iglesia católica. Pero  la pedofilia, abuso de menores por puro entretenimiento es una lacra y personas de alto estrato social la han defendido y practicado. Acabo de escuchar al actual ministro de Justicia francés en la Asamblea nacional en una intervención a propósito de una ley anti pedófilos. Impresentable. 1 de 5 niños es afectado

Tras la revolución del 68 hubo quien defendía esta práctica, Cohn Bendit, Véase.   No ha sido práctica exclusiva del gremio clerical lo cual no exime de falta, es un avance reciente de la civilización la defensa de la integridad física, psíquica y espiritual del niño. Tiene delito que quien más debería de proteger al niño "dejad que los niños se acerquen a mí", los ataque.

Pedofilia de los clérigos: como la Iglesia Católica estableció la ley del secreto
 Autor: Christian Terras, fundador y dir. de la revista católica (divergente) Golias


La Iglesia ha establecido la ley del secreto que va más allá del silencio que rodea el funcionamiento de sus instituciones. La jerarquía sabía que el secreto forma parte integral del modus operandi de los sacerdotes pedófilos.
La Iglesia ha negado y minimizado la escala de agresión sexual a menores tanto en número, gravedad y
elude  la noción de crimen al optar por echar la culpa a la pederastia y homosexualidad.
La Iglesia ha aplicado imprudentemente el perdón, sin convertir el abuso sexual en un delito.
La Iglesia no podrá acabar con la pedofilia mientras atraiga a personas psíquica y sexualmente inmaduras a sus estructuras y mientras continúe manteniendo y desarrollando el modelo
clerical, la "ilusión" de la omnipotencia divina. El arcaísmo de la Iglesia  promueve el abuso sexual y
espiritual
, porque estos dos tipos de abuso son la consecuencia de la misma relación malsana entre el poder y lo sagrado.


La Iglesia solo pondrá fin al abuso sexual y espiritual cuando se abra a la democracia, y se reforme
 particularmente en el área de la sexualidad. Terminará con estos males, cuando su funcionamiento interno deje de reforzar las tendencias a la inmadurez psicológica y espiritual de
sus clérigos ...
 
Es cierto que los sacerdotes pedófilos están enfermos de sus propios impulsos, pero son  fruto del modo de funcionar dentro de la Iglesia. No es fácil para alguien educado en el absoluto respeto a los
sacerdotes - verdaderos hombres de Dios - y en obediencia a la institución religiosa, atreverse a hablar. 


La jerarquía católica ha criticado durante mucho tiempo a los medios de comunicación por haber construido, desde cero, su imagen como un fabricante en cadena de pedófilos. Hablar de la pedofilia en la historia puede parecer un anacronismo, ya que la palabra solo apareció en el siglo XIX. Pero eso no significa que no hubiera antes agresión sexual a menores, o incluso que estos comportamientos no fueran considerados pecado. Los textos más antiguos, que se remontan a Babilonia (1750 a. C.), mencionan el incesto. La gran diferencia con la mentalidad actual es que los antiguos no pretendían proteger a los niños, sino solo el orden social. En la antigua Grecia, desde el siglo V a.C., el hijo varón  preadolescente se dejaba en manos de un pedagogo que se encargaba de su educación. Estas relaciones entre profesores y alumnos eran en principio platónicos, pero la mayor parte del tiempo llegaban a ser sexuales. 

En la antigua Roma los esclavos estaban sujetos a los abusos de sus amos. Con la llegada del cristianismo, aunque las prohibiciones sexuales eran numerosas, los niños no gozaban de protección.
especial. Si la homosexualidad era condenada enérgicamente por los Padres de la Iglesia, la pedofilia y la violación de niñas lo era en menor medida. Aunque existía la amenaza de la excomunión, las sanciones  se limitaron en muchos casos a una simple penitencia. Habrá que esperar hasta el concilio de 1179 para que los clérigos fueran declarados culpables de relaciones "antinaturales"
con niños y fueran condenados a excomunión y a cadena perpetua en un monasterio ...en el
momento de la Contrarreforma, la Iglesia opta por dar ejemplo: religiosos culpables de sodomía
son reducidos al estado laico y son entregados a  las autoridades civiles para que ejecuten la pena capital. 

La jerarquía de la Iglesia Romana no dejará, durante siglos, de legislar sobre el abuso sexual manteniendo el control del la justicia impartida al margen del marco de la sociedad civil. Y hasta hoy...


Sin embargo, la Iglesia estableció un silencio absoluto sobre el abuso sexual de sacerdotes a mediados del siglo XIX al mismo tiempo que se reforzaba el poder clerical de Roma y el Vaticano. La obligación de secreto planteada por Pío IX en 1866, nunca volverá a ser cuestionada, ni en 1917 en el código de derecho canónico, ni por Juan Pablo II ni por Benedicto XVI ... Habrá que esperar al Papa Francisco. Aunque las leyes canónicas en esta área son de tal complejidad que pueden estar lejos de la visión del Papa Bergoglio.


 
Muchos querían pensar que los casos de pedofilia en la Iglesia Católica eran
casos individuales, pero cuando se hizo evidente que toda la Iglesia estadounidense estaba involucrada, las mismas voces explicaron que se trataba de un problema específico de los Estados Unidos, una consecuencia de la cultura hedonista norteamericana. De hecho, Estados Unidos fue el primer país en darse cuenta de que la existencia de sacerdotes pedófilos no se reducía a una serie de casos, sino a un sistema verdaderamente organizado. Al comienzo de la década de 1990, las primeras advertencias y acusaciones llegaron de un dominicano estadounidense ... El Padre Thomas Doyle escribió dos informes denunciando agresión sexual y advirtió sobre un escándalo nacional a gran escala, si la jerarquía eclesial continuaba haciendo oídos sordos. Doyle perdió su puesto como consejero en la embajada del Vaticano en Washington. Lejos de desanimarlo, se puso al servicio de las asociaciones de víctimas y se convirtió en denunciante. Tras él los medios estadounidenses jugarán un papel importante.

 A principios de 2002, dos reporteros del Boston Globe revelaron un
proceso penal contra cinco sacerdotes católicos, destacando el tema del abuso sexual
sobre menores cometidos dentro de la Iglesia Católica. El cardenal Bernard Law, arzobispo de Boston, se convierte así en el símbolo de una Iglesia incapaz de proteger a los niños. La opinión pública exigirá su dimisión que tendrá lugar el 13 de diciembre de 2002. 

En 2008, el estreno del documental “Líbranos del  mal "de Amy Berg caerá como una bomba. Esta película narra el viaje depredador del padre Oliver O'Grady, el
pedófilo más infame en la historia de la Iglesia católica moderna conocido hasta la fecha. Amy Berg
estuvo con O'Grady después de que fuera encarcelado y extraditado a Irlanda, su país natal. A partir de su testimonio, investigó el funcionamiento interno de un sistema corrupto. El desvelamiento de estos casos alentaron a otras víctimas a hablar sobre el abuso que sufrieron, lo que resultó en más enjuiciamientos y nuevos casos judiciales. Roma, sin embargo, se opondrá a la conferencia de Obispos estadounidenses porque estos últimos pretendían una política real de "tolerancia cero" y la denuncia sistemática de sacerdotes pedófilos.

 En junio de 2002, bajo la presión del Vaticano, el episcopado americano adopta un texto de compromiso que decide no excluir a los clérigos pedófilos y confinarlos en actividades sin contacto con los feligreses. Hubo protestas de asociaciones americanas de víctimas,  consideraban que el documento no era suficiente.  Los obispos estadounidenses no podían actuar libremente, debido a la presión del
Vaticano. Puentearán la acción de Roma encargando a una organización exterior, el John College of Criminal Justice de la Universidad de Nueva York,  un estudio del fenómeno entre 1950-2002. 

En 2004 salió el informe John Jay, este documento, que sigue siendo una referencia, habla de un escándalo sistémico y descarta la afirmación del Vaticano y de Juan Pablo II, ferozmente opuestos a la lucha contra clérigos pedófilos, de que menos del 1% de los sacerdotes se verían afectados por este escándalo. Otros dos informes serán publicados por John College en 2006 y 2011, confirmando la existencia de un extenso sistema de ocultación de la verdad. La Iglesia Católica Americana  optará entonces por pagar para evitar al máximo los procedimientos judiciales. Las víctimas recibirán así una indemnización superior a los tres mil millones de dólares.
 
En Irlanda, la multiplicación de los escándalos pedófilos de los clérigos hará mucho daño a la Iglesia local, sobre todo porque Irlanda es un bastión tradicional del catolicismo romano. En ese momento podríamos creer que Roma reconocería, pero el Vaticano siguió en su actitud de negación. Aunque denunciando a los sacerdotes pedófilos, Roma no sólo estigmatizará la pérdida de referencias religiosas, lo que habría llevado a país a una deriva moral, sino también la secularización de la sociedad irlandesa (cf. la carta del Papa Benedicto XVI en 2010). Sin embargo, desde 2002, cerca de quince mil personas se han declarado víctimas de agresiones sexuales por parte de clérigos. Presionado por la opinión, el gobierno irlandés creó comisiones de investigación cuyos  informes se publicaron en 2005 y 2009, en ellos se denuncia la no denuncia de las agresiones a la policía,y le negación de la Iglesia irlandesa a excluir a los clérigos pedófilos del sacerdocio además de la política de exfiltración sistemática de los culpables. La Iglesia de Irlanda cambia entonces de tono: monseñor Martin, cardenal arzobispo de Dublín, se disculpará oficialmente. En su informe, publicado en 2011, el director
de Amnistía Irlanda - el propio Colm O'Gorman víctima de abuso - afirma que el abuso sexual
cometido por los clérigos católicos a decenas de miles de niños es "el mayor fracaso en
derechos humanos en este país ”. También denunciará el sistema de silencio y corrupción establecido por la Iglesia.

¿Francia sería menos culpable de abusos sexuales?

 
Durante mucho tiempo creímos ver la expresión satisfecha de varios obispos, pero los casos no han
dejado de salir a la luz, en particular tras el establecimiento de la Comisión Independiente de
abuso sexual en la Iglesia (CIASE). La Iglesia de Francia también ha tomado medidas esenciales aunque mínimas como la creación de un sitio web para ponerse en contacto con las células de escucha abiertas en todas las diócesis. Pero, ¿quién puede creer que actualmente la cura es igual a la enfermedad? Según una encuesta de Odoxa, publicada en 2016 por Le Parisien el 56% de los franceses tiene una mala imagen de la Iglesia católica y el 65% considera que el cardenal Barbarin debería dimitir cuando estalló el asunto Preynat. La Iglesia podría haber evitado el descrédito eligiendo proteger a los niños como una prioridad. Pero no lo hizo. Obedeció al Vaticano, sin dejar de minimizar los números: cien sacerdotes en total serían los culpables....


Pero hay que ir más allá y tratar de entender por qué el sistema eclesiástico insiste en la
en negación, o al menos ha estado  largo tiempo ciego a los casos de pedofilia de sus clérigos,

 

Hay que entender la pregunta: "¿Qué es un niño para un sacerdote pedófilo?" La mayoría de los sacerdotes pedófilos son "adultos", que buscan su alter ego, sin poder acceder a
relaciones adultas con otros adultos. Dice que ama al niño, siendo un "buen padre amoroso". Este tipo de pedófilo no se ve a sí mismo como un agresor. Es lo que demuestran diversas encuestas que
publicadas en la revista Golias.
 
Hay dos tipos principales de pedófilos: el pervertido sexual y el pedófilo "niño grande" (cf.
obra del psicólogo Léonor Bruny). El pervertido sexual busca en la dominación del otro algún tipo
de goce, por lo que se inclina a establecer una relación de dominación, si es posible multiplicada. Esas personalidades están totalmente desprovistas de empatía:  se prescinde por completo de lo que constituye la humanidad del otro .


Creyendo que están por encima de la ley, se arrogan  a sí mismos el derecho a disponer del niño objetivado a su gusto. No experimentan ni culpa, ni remordimiento por los actos cometidos. Ni siquiera comprenden la seriedad de lo que hacen.
El niño es una presa fácil, y permite la satisfacción de un impulso destructivo temporal y repetido.
 
El pedófilo "niño grande" es una persona física y sexualmente inmadura. Está buscando
relaciones con un alter ego. Para él, el niño es la figura de otro yo mismo. La elección de un niño presa es una vana tentación de reparar su propia historia. La gran mayoría de sacerdotes pedófilos entran en esta segunda categoría. El sacerdote pedófilo "niño grande" admira al niño
a la vez que lo instrumentaliza. Aunque solo sea porque un menor parece una opción sexual menos seria que otro hombre adulto (condena de la homosexualidad) o una mujer (demonización de mujeres y
heterosexualidad). El niño representa por eso para el clérigo pedófilo "niño grande" la inocencia, la ausencia de perversión. No se encuentra con otro ser sexual, sino que objetiva un objeto sexual. Este sacerdote pedófilo demuestra estar impulsado por una búsqueda de la pureza, que le lleva, dada su inmadurez heredada y mantenida, hacia lo que el niño representa, pero que al carecer de herramientas simbólicas, actúa y ataca el niño. Esto es lo que nos lleva a plantear la cuestión de la inmadurez psíquica de muchos sacerdotes.


La inmadurez psíquica de los sacerdotes

 
La Iglesia Católica sigue diciendo que la sociedad produce seres inmaduros. Pero ¿qué hay de ella y de sus clérigos? Varios estudios norteamericanos muestran que dos tercios de los sacerdotes no son emocionalmente maduros. Este trabajo es comparado por encuestas europeas, como la de Sapec,
una asociación de víctimas en Suiza, que está preocupada por el aumento de la atención clínica por parte de sacerdotes en general: "Nos preguntamos sobre los criterios para seleccionar candidatos, sobre el contenido de su formación en las materias de biología, psicología en particular, pero también en materia de sexualidad y su desarrollo desde la niñez hasta la edad adulta, tanto en hombres como en mujeres.
Expresamos nuestra preocupación por la falta de reflexiones comunes transmitidas en el transcurso de
formación de los seminaristas sobre cuestiones centrales como la verdadera y la falsa santidad, la autoridad y sus abusos, la transparencia y  la cultura del secreto. Los fieles deben poder contar con el hecho de que los candidatos a convertirse en sacerdotes, son personas psíquicamente equilibradas, que son gente madura. "
 
En realidad, varios factores influyen en la inmadurez de muchos sacerdotes. Primero de todo el
reclutamiento de individuos inmaduros, resultado de su propia historia personal. El sacerdote y
psicoterapeuta Eugène Drewermann muestra en particular que los sacerdotes a menudo tuvieron una infancia caracterizada por la presencia de una "madre devoradora", exagerando el papel del autosacrificio en beneficio de familia. El niño que se ha convertido en sacerdote vive en este papel maternal sacrificado, del que nada bueno puede surgir psíquicamente hablando. El funcionamiento social y psicológico de la Iglesia Católica tiende a mantener, incluso a reforzar esta inmadurez psíquica. Los sacerdotes inmaduros son estructuralmente infelices en un sistema, como el de la Iglesia, que los enferma y los hace incurables. la inmadurez sexual de muchos sacerdotes es la expresión dominante.
 

  Inmadurez sexual de los sacerdotes

 
¿Cómo puede un niño menor convertirse en objeto de amor para un adulto? el paso al acto pedófilo
puede interpretarse como una rebelión contra el discurso que pide al sacerdote que se sacrifique,contra los ideales dirigidos contra la vida, contra un imaginario mortífero. Este rechazo del autosacrificio
paradójicamente conduce al sacrificio del otro, y por tanto del más débil. Este sacerdote que ha sobrevivido a una Madre sacrificial, vive de sacrificios en constante agresión. Su pedofilia aparece entonces como un síntoma neurótico, es decir, como una solución imposible, pero que, sin embargo, hace que su vida sea temporalmente posible. Es un callejón sin salida porque las condiciones que producen necesariamente la neurosis permanecen inalterables. Al final, la solución criminal se basa en el asesinato psíquico del niño agredido.


Sobre todo porque el sacerdote, a diferencia de otros hombres y mujeres, es una excepción en su
relación con lo sobrenatural. Aunque es un creyente en la omnipotencia divina, no ocupa la parte inferior de la escala social, ya que cree que tiene una vocación que ha sido elegido directamente por Dios, y está en el corazón de las estrategias correctivas religiosas. Los demás, en la parte inferior de la escala social, se arreglan creyendo en la presencia de lo sobrenatural, el esoterismo, la astrología, la clarividencia, la protección de un santo patrón, etc.
 

  El sacerdote está en el corazón y al mismo tiempo arriba

 

La Iglesia Católica ahora llama a psicólogos como parte del discernimiento de vocaciones. Todavía
 no es el caso en muchos seminarios. La Iglesia comienza a comprender que las soluciones
que practicaba contra sus sacerdotes pedófilos eran ineficaces (cambios de parroquia, negación, protección de la institución que no debe ser mancillada por el delito de simples individuos, etc.). Se está dando cuenta de que la pedofilia eclesial es un fenómeno mundial. Lo que nos lleva a examinar los sistemas de defensa de la institución eclesiástica en materia de pedofilia de sus clérigos.
 
  Ocultar los hechos
 
El primer sistema de defensa de la Iglesia Católica fue encubrir la realidad durante el mayor tiempo
posible, incluida la presión sobre las víctimas e imponer el secreto absoluto si querían ver
el caso juzgado y evaluado, o incluso tomado en cuenta. La Iglesia trató luego de trivializar la realidad de las agresiones, ya sea minimizando la gravedad de los hechos, de los casos incomprendidos, de la
relaciones de ternura confundidas con agresiones, o reduciendo el número de casos que
apareció a plena luz del día. ¿Cuántas veces hemos escuchado al episcopado francés declarar que estos casos se referían sólo a un número muy reducido de sacerdotes?

 

Échale la culpa a la liberación de las costumbres

 
Este sistema de defensa se desarrolló particularmente a lo largo del pontificado de Juan Pablo II, para quien la pedofilia de los clérigos era una mentira y un complot urdido por los comunistas y los enemigos de la Iglesia.
 

   La cultura del silencio

 
Este es un sistema real querido, pensado e impuesto con la idea de que no habría salvación fuera
de la Iglesia, y que sus mejores intereses tendrían prioridad sobre los de los niños. Lo vivimos en Golias durante nuestra investigación sobre el obispo Di Falco, cuando el cardenal Lustiger plenamente consciente del problema, convencido del testimonio de la víctima, preferió in fine defender lo indefendible, en nombre de la protección y reputación de la Iglesia Católica.
 

   Una omertá  cuidadosamente organizada

 

La Iglesia Católica no organizó el total encubrimiento del abuso sexual de sus sacerdotes hasta mediados del siglo XIX. Como vimos anteriormente, y esto en paralelo con el fortalecimiento de su poder  eclesiástico, la obligación del secreto fue establecida por el Papa Pío IX, en una "Instrucción" de 1866, relativa a los sacerdotes culpables de "mala conducta grave" a la que se hace referencia como "solicitación". 

El código de derecho canónico de 1917 utiliza este dispositivo. En 1922, el Vaticano emite nuevas directivas “Crimen Solicitationis” (actualizado en 1962) introduciendo un grado excepcional de confidencialidad. Los miembros de la Iglesia involucrados en investigaciones de moralidad y jueces de tribunales eclesiásticos deben jurar secreto total y perpetuo bajo pena de excomunión. Este juramento incluso se ampliará a testigos y víctimas de abusos. La Iglesia todavía no prevé el recurso sistemático a la jurisdicción civil para los clérigos culpables, sólo la obligación de cada católico de denunciar a las autoridades eclesiales cualquier abuso sexual de un niño, o cualquier otra falta de "solicitación". 

Hay que tener en cuenta que la Iglesia prevé los mismos procedimientos en caso de acusación de homosexualidad. "Crimen solicitationis" sigue siendo la referencia hasta 2001, cuando el Papa Juan Pablo II publica “Sacramentum sanctitatis tutela”, bajo presión del Cardenal Ratzinger, futuro Benedicto XVI, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, a cargo del pesado expediente de pedofilia clerical. Este motu proprio del papa polaco, es la respuesta directa a los primeros casos de pedofilia que se hicieron públicos en los Estados Unidos y en Europa afectada también por el escándalo. Ese mismo año, el asunto Pican sacudió las certezas del episcopado francés. El obispo de Bayeux-Lisieux será condenado a tres meses de prisión por haber protegido y no haber denunciado al padre Bisset, condenado a dieciocho años de prisión. El decreto papal especifica y confirma la competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe para el seguimiento de las cuestiones morales más graves  en la Iglesia. Este documento recuerda a los obispos que no son competentes y que no deben ceder a las presiones de la opinión pública, ni de los tribunales civiles, ya que la Congregación para la doctrina de la fe tiene jurisdicción exclusiva. El motu proprio está motivado por el deseo de obligar a los obispos al silencio ...

 Como atestigua la carta enviada en 2001 (documento que habíamos revelado en su momento), por el cardenal Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación del Clero, quien felicitó al obispo Pican por haber elegido el secreto: “Te felicito por no haber denunciado a un sacerdote a la justicia civil. Actúaste bien y estoy encantado de tener un cohermano en el episcopado que a los ojos de la historia y de todos los demás obispos del mundo, habrá preferido la cárcel antes que denunciar a su hijo sacerdote. »

IN MEMORIAM: CARDENAL CASTRILLÓN HOYOS (1929-2018). UN GRAN DEFENSOR DE LOS  DERECHOS DE LA MISA TRADICIONAL | Una Voce Sevilla

En 2010, el cardenal colombiano Castrillón Hoyos explicará haber escrito esta carta tras consultar al Papa Juan Pablo II, quien le había dado su consentimiento y le había encomendado que la enviara a todos los obispos del mundo.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pues a ver qué padrinos tiene este y a ver si se encuentran antes de que borren las huellas. Que ya las habrán borrado.

https://twitter.com/LaVanguardia/status/1776099157976981733?t=gnd5IppEa5nzwI5mtfXG5A&s=19

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