Comunión frecuente y vigilada
LIMITANDO EL NACIONALCATOLICISMO: LA COMUNION REGLAMENTARIA
Misa en la prisión de mujeres de Segovia |
Sainetes de la vieja España en la que nació el Opus:
El Dr. Rial que había mediado entre lo que
quedaba de gobierno republicano y Roma dirigió la diócesis tarraconense
mientras duraba el exilio en Suiza de su titular. Se distinguió por sus
circulares que ponían coto al nacionalcatolicismo imperante.
No puedo dejar de dar cuenta de esta maravilla
de documento enviado a las superioras de
colegios de religiosas de la diócesis tarraconense el 2 de febrero de 1940. Les
decía que Pío X había promovido la comunión frecuente y hasta diaria, pero que
al recomendarla en los colegios había que tener en cuenta que no está mandada y
que sólo se permite si se dan ciertas circunstancias, que era contraria a la
libertad religiosa “una excesiva insistencia”, manifestar “extrañeza” si alguna
alumna no comulga, la frialdad en el trato con las que no lo hacen, los premios
por haber comulgado y también el contar o decir el número de las que comulgan;
había que decir muy claro que no se reprobaba a las que no comulgan a diario,
antes bien aplaudir su libertad de espíritu, y ponderar la gravedad de las
comuniones sacrílegas; afirmaba terminantemente que “deben abolirse las
comuniones reglamentarias; no hay otra comunión reglamentaria que la comunión
pascual, el día que quieran las que deben comulgar, y en la Iglesia que quieran, si el
confesor no juzga oportuno diferirla”; prohibía todo lo que pudiera quitar
libertad:
“Por lo tanto debe evitarse en el Templo o Capilla la
expresa invitación a la comunión, el orden rígido y hasta militar al ir al
comulgatorio, las insignias que han de llevar las que comulgan, y otras
costumbres semejantes”.
Hilari Raguer afirma que el nuncio Cicognani estaba
encantado con esta circular y le pidió
diez ejemplares al doctor Rial.
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