IGLESIA Y MAFIA
1.Buena noticia. Ojalá se concrete y deje de ser la propaganda del partido que es con el dinero de los obispos. Por primera vez leo que hay un responsable vinculado al Opus Dei en la cadena, Samanes. Habrá más seguro.
Pero no salen los nombres de los señores obispos que muestran su disconformidad con la línea editorial de los programas más famosos.
El aire franciscano nos ha llegado y los obispos quieren que su cadena represente a la iglesia, no a la derecha política. Llevamos décadas, con muy breves interrupciones, en que ambas son indiscernibles.
Veremos.
Si aquí quieren distanciarse el partido gobernante, en Italia, con dificultades quieren distanciarse de la mafia. Ya un el secretario de la conferencia episcopal italiana Nunzio Galantino, ha condenado que una procesión de la virgen honrara la estatua de un mafioso al pasar por delante. Fue en Oppido Mamertina, (Calabria)
2. Hacía tiempo que no se sabía de la PUCP, reelegido el rector que se enfrentó a Cipriani. Nos dió mucho tema hace dos años.
3. Juiciosa opinión sobre el banco vaticano y el dinero de la iglesia, de la que tanto hay en el blog.
IGLESIA Y MAFIA
El papa dijo hace dos sábados que los mafiosos estaban excomulgados. Y Radio Vaticana se apresuró a matizar, una cosa es la excomunión automática (aborto, sacrilegio, herejía) y otra la excomunión no como pena canónica, sólo como condena de palabra.
Es decir, que los mafiosos, tienen derecho a ¿un proceso? antes de ser excomulgados. Se les deja la puerta abierta a que se conviertan.
Cuando a Pío XII en 1949 le preguntaron si los católicos hacían propaganda del comunismo y pertenecían al partido estaban excomulgados no dudó en contestar claramente que sí.
Dicen que hasta el estado italiano lo tiene más claro a la hora de condenar la mafia. Desde 1982 existe la Ley Latorre que manda despedir a cualquier cargo del que se acuse de mafia ante los tribunales. Y Marcello dell'Utri, amigo del Berlusconi, defendido por él, cercano a OD dicho por el ex presidente italiano en la tele, fue condenado, aunque no se probó su asociación con la mafia. Sólo que favoreció los objetivos de la mafia.
Se preguntan por qué le cuesta tanto a la iglesia condenar con claridad a la mafia. ¿Qué puede unir a una religión cuyo iniciador rechaza la violencia con la mafia? mafia que asesina a inocentes, extorsiona, contamina y disuelve cadáveres en ácido.
La creencia religiosa católica es un ingrediente de la identidad mafiosa. Bernardo Provenzano, al que llamabn el Tractor por su brutalidad, condenado en 2006, empezaba y terminaba sus notas con las que se comunicaba desde su escondite implorando la protección de Dios y de la Virgen para el destinatario. Daba órdenes de asesinato y las adornaba con versículos del evangelio de Luchas. Su forma de expresarse en general era la de un abuelo de profundas creencias católicas. En resumen, un ejemplo de que los mafiosos italianos no se sienten pecadores, sino que están convencidos de que el Señor aprueba sus conductas.
No me recuerdan nada y todo parecido es pura coincidencia.
La iglesia lo sabe desde que empezó a existir la mafia, hace unos 150 años. Pero hubo que esperar a 1982 a que un eclesiástico, en el entierro de Carlo Alberto Dalla Chiesa, jefe de la policía asesinado por mafiosos, dijera públicamente que no se podía ser mafioso y católico. Quizás las cosas hubieran sido de otro modo si la iglesia se hubiera pronunciado antes contra la mafia con la misma firmeza que los tres últimos Papas (no italianos). El problema en el sur de Italia es cultural, y las instituciones con responsabilidad cultural algo tendrán que decir, en ocasiones con más peso la iglesia que el Estado en esa región y en determinadas personas.
El problema se vió más claro en la beatificación del padre Pino Puglisi, asesinado el 15 de septiembre de 1993 por mafiosos católicos. Fue la respuesta a la llamada de JPII a los jefes mafiosos en Agrigento a que se convirtieran.
¿Cómo hacer con los asesinos y extorsionadores que van a misa, se confiesan, sacan los santos en andas y participan en las procesiones? Una sociedad marcada por los clanes mafiosos. Clanes mafiosos que han nacido en las regiones de Italia donde la gente acude más a la iglesia.
Tampoco me recuerda nada en referencia a ninguna región de España en particular, la asistencia a la iglesia debe de ser en todas las zonas de España la misma. Sería interesante tener determinadas cifras de sociología religiosa.
Es inquietante la comparación que hacen entre el número de víctimas de la mafia entre los hombres de iglesia, a Dios gracias muy baja, y las víctimas pertenecientes a la sociedad civil. Tras la guerra mundial fueron asesinados unos cincuenta sindicalistas, socialistas, comunistas. Varios cientos de fiscales, policías, miembros de la administración de justicia, empresarios, pequeños comerciantes. Se puede sacar la inquietante conclusión de que no había conflicto esencial entre iglesia y mafia, más bien coexistieron mucho tiempo en paz.
Vicenzo Macri, fiscal antimafia resumía la situación: en el norte de Italia operaban durante la guerra fría la organizacón fascista anticomunista Gladio, responsable de la la masacre en la estación de Bolonia de 1980. En el sur dominaba el terror de la mafia, para asegurar el dominio de la democracia cristiana en Roma.
El catolicismo reforzó la tranquilidad de conciencia de los asesinos mafiosos. El pecado consiste según la iglesia católica en ofender a Dios. El asesinato o el robo es una ruptura de la confianza entre Dios y el hombre. Y para el perdón se exige restablecer la confianza con Dios. Lo que a menudo está contradicción con restablecer la confianza con la sociedad, o al menos no equivale.
En 2010 el obispo que fue de la diócesis de Locri.Gerace, Fiorini Morosini, durante una peregrinación la Madonna de la montaña que los mafiosos del lugar tienen como lugar santo, mostró su dolor de hombre de iglesia. Los mafiosos eran hermanos que habían fallado, y que no tenían nada en común con las gentes de la iglesia, y que si venían a la virgen de la Montaña con malas intenciones sería un problema.
No dijo que no serían perdonados hasta que no se reconciliaran con la sociedad y con el Estado. En tanto en cuanto se les considere hermanos de los que espera conversión, no habrá progreso en la lucha contra la mafia.
El obispo Montenegro dió ejemplo cuando en el mismo Agrigento negó la sepultura cristiana al jefe magioso Giuseppe Lo Mascolo. Por primera vez en la historia ocurría algo así, en 2012.
Pero no salen los nombres de los señores obispos que muestran su disconformidad con la línea editorial de los programas más famosos.
El aire franciscano nos ha llegado y los obispos quieren que su cadena represente a la iglesia, no a la derecha política. Llevamos décadas, con muy breves interrupciones, en que ambas son indiscernibles.
Veremos.
Si aquí quieren distanciarse el partido gobernante, en Italia, con dificultades quieren distanciarse de la mafia. Ya un el secretario de la conferencia episcopal italiana Nunzio Galantino, ha condenado que una procesión de la virgen honrara la estatua de un mafioso al pasar por delante. Fue en Oppido Mamertina, (Calabria)
2. Hacía tiempo que no se sabía de la PUCP, reelegido el rector que se enfrentó a Cipriani. Nos dió mucho tema hace dos años.
3. Juiciosa opinión sobre el banco vaticano y el dinero de la iglesia, de la que tanto hay en el blog.
IGLESIA Y MAFIA
El papa dijo hace dos sábados que los mafiosos estaban excomulgados. Y Radio Vaticana se apresuró a matizar, una cosa es la excomunión automática (aborto, sacrilegio, herejía) y otra la excomunión no como pena canónica, sólo como condena de palabra.
Es decir, que los mafiosos, tienen derecho a ¿un proceso? antes de ser excomulgados. Se les deja la puerta abierta a que se conviertan.
Cuando a Pío XII en 1949 le preguntaron si los católicos hacían propaganda del comunismo y pertenecían al partido estaban excomulgados no dudó en contestar claramente que sí.
Dicen que hasta el estado italiano lo tiene más claro a la hora de condenar la mafia. Desde 1982 existe la Ley Latorre que manda despedir a cualquier cargo del que se acuse de mafia ante los tribunales. Y Marcello dell'Utri, amigo del Berlusconi, defendido por él, cercano a OD dicho por el ex presidente italiano en la tele, fue condenado, aunque no se probó su asociación con la mafia. Sólo que favoreció los objetivos de la mafia.
Se preguntan por qué le cuesta tanto a la iglesia condenar con claridad a la mafia. ¿Qué puede unir a una religión cuyo iniciador rechaza la violencia con la mafia? mafia que asesina a inocentes, extorsiona, contamina y disuelve cadáveres en ácido.
La creencia religiosa católica es un ingrediente de la identidad mafiosa. Bernardo Provenzano, al que llamabn el Tractor por su brutalidad, condenado en 2006, empezaba y terminaba sus notas con las que se comunicaba desde su escondite implorando la protección de Dios y de la Virgen para el destinatario. Daba órdenes de asesinato y las adornaba con versículos del evangelio de Luchas. Su forma de expresarse en general era la de un abuelo de profundas creencias católicas. En resumen, un ejemplo de que los mafiosos italianos no se sienten pecadores, sino que están convencidos de que el Señor aprueba sus conductas.
No me recuerdan nada y todo parecido es pura coincidencia.
La iglesia lo sabe desde que empezó a existir la mafia, hace unos 150 años. Pero hubo que esperar a 1982 a que un eclesiástico, en el entierro de Carlo Alberto Dalla Chiesa, jefe de la policía asesinado por mafiosos, dijera públicamente que no se podía ser mafioso y católico. Quizás las cosas hubieran sido de otro modo si la iglesia se hubiera pronunciado antes contra la mafia con la misma firmeza que los tres últimos Papas (no italianos). El problema en el sur de Italia es cultural, y las instituciones con responsabilidad cultural algo tendrán que decir, en ocasiones con más peso la iglesia que el Estado en esa región y en determinadas personas.
El problema se vió más claro en la beatificación del padre Pino Puglisi, asesinado el 15 de septiembre de 1993 por mafiosos católicos. Fue la respuesta a la llamada de JPII a los jefes mafiosos en Agrigento a que se convirtieran.
¿Cómo hacer con los asesinos y extorsionadores que van a misa, se confiesan, sacan los santos en andas y participan en las procesiones? Una sociedad marcada por los clanes mafiosos. Clanes mafiosos que han nacido en las regiones de Italia donde la gente acude más a la iglesia.
Tampoco me recuerda nada en referencia a ninguna región de España en particular, la asistencia a la iglesia debe de ser en todas las zonas de España la misma. Sería interesante tener determinadas cifras de sociología religiosa.
Es inquietante la comparación que hacen entre el número de víctimas de la mafia entre los hombres de iglesia, a Dios gracias muy baja, y las víctimas pertenecientes a la sociedad civil. Tras la guerra mundial fueron asesinados unos cincuenta sindicalistas, socialistas, comunistas. Varios cientos de fiscales, policías, miembros de la administración de justicia, empresarios, pequeños comerciantes. Se puede sacar la inquietante conclusión de que no había conflicto esencial entre iglesia y mafia, más bien coexistieron mucho tiempo en paz.
Vicenzo Macri, fiscal antimafia resumía la situación: en el norte de Italia operaban durante la guerra fría la organizacón fascista anticomunista Gladio, responsable de la la masacre en la estación de Bolonia de 1980. En el sur dominaba el terror de la mafia, para asegurar el dominio de la democracia cristiana en Roma.
El catolicismo reforzó la tranquilidad de conciencia de los asesinos mafiosos. El pecado consiste según la iglesia católica en ofender a Dios. El asesinato o el robo es una ruptura de la confianza entre Dios y el hombre. Y para el perdón se exige restablecer la confianza con Dios. Lo que a menudo está contradicción con restablecer la confianza con la sociedad, o al menos no equivale.
En 2010 el obispo que fue de la diócesis de Locri.Gerace, Fiorini Morosini, durante una peregrinación la Madonna de la montaña que los mafiosos del lugar tienen como lugar santo, mostró su dolor de hombre de iglesia. Los mafiosos eran hermanos que habían fallado, y que no tenían nada en común con las gentes de la iglesia, y que si venían a la virgen de la Montaña con malas intenciones sería un problema.
No dijo que no serían perdonados hasta que no se reconciliaran con la sociedad y con el Estado. En tanto en cuanto se les considere hermanos de los que espera conversión, no habrá progreso en la lucha contra la mafia.
El obispo Montenegro dió ejemplo cuando en el mismo Agrigento negó la sepultura cristiana al jefe magioso Giuseppe Lo Mascolo. Por primera vez en la historia ocurría algo así, en 2012.
Comentarios
"Con LA BULA, Vicenç Mengual i Casellas nos introduce, de nuevo, en el mundo secreto i cerrado del Opus Dei, como ya hizo con su primera novela La santa culpa (La busca, 2009).
El inspector Maristany, que fue miembro de la organización integrista, pasa a formar parte del imaginario de la literatura catalana. Vestida alrededor de una muerte aún no aclarada, el asesino encuentra una "bula", un sistema para matar y no tener que pagar las consecuencias. Pero, en esta ocasión, el "gran" Maristany no habría tenido éxito sin la ayuda de una mujer. La acción es trepidante y el final inesperado. Estamos ante una novela negra que hurga en las profundidades de la institución católica y, a la vez, en las del alma humana al servicio del mal." (contraportada)
http://www.llibres.cat/product/212852/la-butlla