MOVIMIENTOS CATÓLICOS ACUSADOS DE DERIVAS
UN TERCER LIBRO de Olivier Legendre publicado en 2010 revela
las atrevidas afirmaciones de un cardenal: “Hay cuatro movimientos principales
objeto de acusación de derivas sectarias: Focolares, Camino Neocatecumenal,
Opus Dei, Legionarios de Cristo. Es peligroso encubrir las acusaciones con el
manto del silencio. Más nos valdría investigar para llegar a una conclusión
clara.”
La gravedad y amplitud de derivas sectarias fue noticia en
los medios franceses en 2013. El presidente de la Conferencia Episcopal
Monseñor Georges Pontier respondió oficialmente a cuarenta victimas de abusos
sexuales y espirituales que cuestionaban la rectitud de 14 comunidades,
movimientos y congregaciones relgisiosas: Bienaventuranzas, Familia monástica
de Belén, Legión de Cristo, Regnum Christi, Fraternidad Eucharistein, Emmanuel
y Fraternidad de Jesús, Hermanas marianas de Israel y de san Juan, antiguo
colaborador del padre Labaky, Memores Domini (Comunión y Liberación), Comunidad
de Nazaret, Opus Dei, Points-Coeur, Comunidades de san Juan, Fraternidad
diocesana de San Juan de Malta.
Sólo 5 de estas 14 comunidades citadas han sido objeto de
procedimientos canónicos o de revelaciones públicas: las Bienaventuranzas
(suspensión del fundador, hermano Efraím en 2008), Legión de Cristo (suspensión
del fundador padre Maciel en 2006), Points Coeur (condena canónica del
fundador, padre Thierry de Roucy en 2011), Comunidad de san Juan (acusaciones
oficialmente reconocidas en mayo 2013 contra el fundador, padre Philippe) y
antiguos colaboradores del padre Labaky (prohición canónica de celebración en
junio de 2013)
En su carta de respuesta a las víctimas monseñor Pontier
afirmaba específicamente: “El evangelio de Cristo al que queremos servir es una
escuela de libertad espiritual y quien no sirve dicha libertad no puede
reclamarse del evangelio En varios momentos del pasado alertamos a los fieles y
también a las familias sobre el peligro que representan ciertos grupos que nos
parece no promueven un comportamiento justo con respecto al evangelio.
Interpelamos a los responsables para que supieran sobre nuestros interrogantes.
A menudo no recibimos como respuesta más que desconfianza y silencio. Les
aseguro que no es nada reconfortante comprobar que nuestras llamadas de
atención estaban justificadas. Algunos comportamientos que Vds denuncian atañen
a la justicia penal. Nadie está por encima de la ley. Sin duda hay que
recordarlo. Las víctimas tienen que presenta denuncias en los tribunales si hay
materia para ello.”
El papa Francisco mismo denunció la manipulación de las conciencias
“a manos del ingeniero espiritual”. En su alocución de 22 de noviembre de 2014
al congreso mundial de los movimientos de Iglesia y nuevas comunidades les
recordó:
“el hombre actual vive serios problemas de identidad y
dificultades para elegir por sí mismo. Hay una tendencia a dejarse condicionar
y a delegar en otros las decisiones importantes. Hay que resistir la tentación
de sustituir la libertad de las personas, de dirigirlas sin esperar a que hayan
madurado.” De ahí la advertencia: “un progreso moral o espiritual obtenido
apoyándose en la inmadurez de la persona es un éxito aparente destinado al
naufragio.” “Más vale ser pocos y avanzar sin buscar espectáculo”. Invitó a los
movimientos a una actitud de comunión entre ellos, más que a la competencia que
pone en juego las divisiones, rivalidades, maledicencias..
En el mismo sentido habría que referirse al discurso del
Papa en el momento de su felicitación de navidad a la curia romana un mes más
tarde, el 22 de diciembre. En esa ocasión enumeró las 14 enfermedades
susceptibles de atacar a los colaboradores de la
Santa Sede: petrificación mental y
espiritual, planificación excesiva, funcionarización, el Alzheimer espiritual,
la rivalidad, la vanidad, la esquizofrenia existencial, la que consiste en
divinizar a los jefes, los círculos cerrados, la búsqueda del provecho mundano
y el exhibicionismo.
¿Qué ES LO QUE HA CAMBIADO en la práctica desde entonces?
Poca cosa. La iglesia y los movimientos y comunidades católicos tienen
dificultades para renovarse en profundidad. Se habló más de reformar estatutos
que de refundar las doctrinas enseñadas por el fundador. No sirve de nada
cambiar la letra si el espíritu sigue siendo el mismo. De ahí la persistencia
de las derivas.
Hay que decir por otra parte que esos movimientos son la
punta de lanza de una iglesia en declive…
Como revela el cardenal entrevistado por Olivier Legendre:
“Esos movimientos han
sabido hacerse útiles a la
Iglesia o a sus
dirigentes. Llevan adelante con éxito relaciones públicas entre unos y otros, y logran el favor, la amistad de los
jerarcas. En el seno de la jerarquía católica existe una red de apoyo a esos
movimientos por diversas razones.”
A las preguntas ¿Por qué no se puede erradicar el problema?
¿De qué se trata en el fondo del asunto? ¿hay un rechazo a ver la realidad? ¿la
cultura del secreto? ¿un modo de gobierno?
Responde Yves Hamant: “Algunas de esas comunidades ya son
relativamente antiguas, y en sus filas hay miembros importantes repartidos por
el mundo. Algunas de ellas son manifiestamente irreformables. ¿Habría que
disolverlas? ¿Qué hacer entonces con las personas que pertenecen? Todos los
días rezo por ellas. ¿Habría que intentar reformarlas? Haría falta ingente
cantidad de especialistas que hicieran una labor de acompañamiento. Por ello se
procede a revocar algo la fachada, se recurre a todo tipo de justificaciones,
se hace hincapié en que la enseñanza del fundador no completamente herética.
Además en esas comunidades hay personas magníficas que no han sido contaminadas
porque buscan en otra parte sus recursos espirituales. (Imposible) De manera que
las cosas siguen adelante y se permite que los jóvenes sigan comprometiéndose
en ellas.
Para arreglar el problema haría falta valentía, voluntad,
medios, cooperación de todo el episcopado. Pero incluso en el caso de pequeñas
comunidades recién creadas los obispos no se deciden a actuar…. Habría que
cuestionar también la incapacidad de la institución para comunicar. Cuando se
detectan problemas en una comunidad en el mejor de los casos se ordena una
investigación canónica, una especie de auditoría. Tiene que haber un documento
que ordena dicha investigación, ¿Dónde está? Es secreto. ¿Qué pasa con las
conclusiones de la investigación? También son secretas. ¿Y qué con los
procedimientos instruidos por la justicia eclesiástica? Secretas. ¿La
sentencia? Secreta. Me parece bien que se quiera proteger la intimidad de las
personas pero al menos podrían publicarse las conclusiones. Esta opacidad
favorece los rumores y hace a la justicia ineficiente: curar es prevenir.”
Comentarios
I dont know, son hipótesis