ASPECTOS INTRANSITIVOS, "DE LA INTRANSICIÓN"

A partir del min. 10:00 habla de las intransiciones españolas. El Estado no cambió mucho en su modo de funcionar. La teocracia franquista se vino abajo, este profesor no se ha enterado de que el "opus Dei" siguió reclutando en el primer gobierno socialista además de sembrar la España autonómica de sus colegios.



No sirve de nada la secularización de la que habla y la laicización si todos esos desprendidos de lo eclesiástico siguen obedeciendo al poder oculto que maneja los hilos, aunque vivan juntos sin casarse, por decir algo, si se presenta la ocasión, y se presenta, obedecen y se muestran sumisos al "opus Dei".



Muy interesante lo de la generación de jóvenes muertos por la heroína, tengo para mí que hubo quien con una mano facilitó la llegada de las drogas y con la otra ponían en pie Ongs para "desenganchar". La droga domaba y desactivaba las fuerzas juveniles.

La revolución cultural del 11 M si se ha quedado en el surgimiento de Podemos nos ha salido rana. La visibilización de la mujer en España es cosa bastante risible.

No está claro de si lo nuevo ha venido a cambiar o a remozar lo que hay.
Lamentablemente en vez de seguir hablando de los años de la intransición española se desvían hacia otras cuestiones sobre tipos de democracia y una serie de interesantes debates que hubo en la Puerta del Sol allá por 2011. Me pregunto sobre el 15M en el que participaron entusiasmados ambos "treinteañeros ilusos":

¿Fue todo preparado desde el principio? o ¿fue espontáneo y rápidamente infiltrado por "quien tú sabes" para ser desactivado y desviado en reclamantes de plurinaciones que olvidan la agenda importante y cotidiana de los españoles de a pie?



Otro tema:



 



Qué bien escribe Jacin en ol y cuanta insensatez escribe. Hubo suicidios, muertes en accidente u otros, medicaciones, juventudes tiradas por la ventana, enfermedades psi de por vida, patrimonios birlados, trabajo sin derecho a pensión....pero llega nuestro filósofo y nos dice ¡pelillos a la mar! Que se hagan todos supernumerarios y elijan de qué discaterio romano quieren depender.



El primer problema: todos los hombres ex numerarios que conozco sin excepción me recuerdan al astronauta que sale a darse un paseo por el espacio o a quitarle el polvo a alguna de las antenas de la estación espacial internacional, van con una especie de tubo que los une a la nave. Los ex como un anexo del opus que temen cortar los hilos sutiles que les atan a Mordor o lado oscuro.
El segundo problema: la untuosidad, el exceso de halago y la adulación. Exagerado y molesto.