DÉCADA PRODIGIOSA


Enero de 2010 a diciembre de 2019 – ¡vaya una segunda década del siglo XXI! Empezó con las primavera árabes, equívoca esperanza en una tardía democratización del mundo árabe. Resultado: más guerras y dictaduras. Daño colateral de las mismas: el cristianismo en Oriente Próximo es perseguido y amenazada su existencia, quizás condenado a desaparecer. Muchos eclesiásticos de la zona sienten que los cristianos de occidente los dejaron en la estacada.


Benedicto  XVI. – al iniciarse la década, agotado y desbordado en un intento por limpiar los establos de Augias vaticanos: escándalos financieros, el  "Vatileaks", los rumores sobre el lobby "homo". Rozando su 86 cumpleaños se retiró en el invierno de  2013, dejó sitio a otro más fuerte, los cardenales votaron por un nuevo comienzo y por las reformas. Se habló del "giro franciscano". Un tiempo de esperanza que se abría, un nuevo amanecer, inesperado jubileo que traspasó las fronteras de la Iglesia.

Variadas formas de la desilusión
Al final de la década, sentimiento de desilusión en más de un sentido. El interés del Papa Francisco por los pobres y débiles resulta incómodo a muchos, su reorientación política y personal contra el clericalismo y el abuso de poder dentro de la Iglesia no acaba de completarse.  Su opción por una descentralización del poder romano en favor de la colegialidad parece estar débilmente anclada en la ley canónica.

Francisco y Benedicto XVI, 2 Papas que marcaron decisivamente la década.

Más todavía que bajo Benedicto la Iglesia se ve debilitada y asolada por los escándalos. Francisco quiere una Iglesia "abollada", abollada por los pobres. Pero los "bollos" proceden no de los pobres sino de numerosos fallos de conducta. Segunda década de revelaciones escandalosas: abusos sexuales a monaguillos y niños cantores, sexo de obispos con seminaristas, monjas embarazadas de curas y acusadas de mentir. Una década de destapados casos de abuso de poder, demasiado encubrimiento y "espíritu de cuerpo" eclesial. Tardíos procesos judiciales contra obispos, incluidos cardenales, que se amontonan.

Escándalo financiero: uno de los sillares del pontificado de Ratzinger fue la lucha contra el nepotismo financiero en el Vaticano. Pero los affaires no paran de aflorar:  El cardenal de la curia Tarcisio Bertone desvió dinero del hospital vaticano infantil  Bambino Jesu para adecentar su morada de 700 metros cuadrados. Y todavía en 2019 los financieros vaticanos arriesgan alrededor de 300 Millones de euros en un fondo de inversión, operación  de incierto resultado.

Cuestionado "el giro franciscano"
El caso del obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst y su carísima vivienda episcopal en  Limburg; el caso de  Johannes Bündgens obispo auxiliar de Aquisgrán – acusado de robar a una anciana demente una suma de 127.000 euros. En especial es incalculable la pérdida de capital "confianza". Con cada nuevo caso los más confiados aumentan sus dudas. El vicario general de Essen Klaus Pfeffer afirma: "Diariamente he de enfrentarme a las dudas, a la ira de creyentes y no creyentes y no puedo más que sacudir la cabeza desconcertado."

Además dentro de la Iglesia, en Roma, algunos cardenales cuestionan y combaten el "giro franciscano". Sus motivos son los mismos de hace 50 años, ya sea el sínodo de obispos romano o el "camino sinodal" en Alemania. La grieta dentro de la Iglesia parece profunda. En la década pasada las redes sociales  y el debate político amenazaron el debate eclesial. La esperada apertura al mundo del Vaticano  fue motejada de "Sacco di Roma 2.0"o "Profanación del Santísimo Sacramento".

En el sínodo del Amazonas se discutió sobre la posible ordenación de hombres casados.

Fue cuestión de la posible ordenación de hombres casados ("Viri probati") en el sínodo del Amazonas, también se habló del colapso de la iglesia clerical europea. Por ejemplo en Bélgica:
sólo un 25% de los curas tiene menos de 65 a. y más de la mitad ha traspasado los 75.

Las sombras de la gestión de la crisis


A finales de los 2010  el multilateralismo promovido por el Papa se ve seriamente amenazado. Están a la vanguardia chovinismo político, nacionalismo y populismo, la solidaridad con los refugiados se interpreta como debilidad. Los Objetivos del Milenio de 2015 no se han cumplido, hay que proponerse otros. El calentamiento global sigue su curso, arden grandes extensiones boscosas. La encíclica papal  "Laudato si" (2015) fue tan alabada como ignorada. "La libertad es contagiosa" anuncia una marca de coches todoterreno.


Contagioso debería ser el mensaje cristiano, es lo que Francisco intenta transmitir en sus discursos. Por el momento parece que todos los buenos propósitos están eclipsados por la crisis.

Comentarios

Ricardo Pérez ha dicho que…
Esa crisis de la Iglesia Católica ya existía con Juan Pablo II, no vienen de ahora todos esos escándalos aireados por la prensa, en los papados de Benedicto XVI y el Papa Francisco. Me pregunto porque la prensa ha esperado a estos dos últimos papas para airear los escándalos de la Iglesia Católica, pero callo con silencio casi sepulcral todos esos escándalos durante el largo papado de Wojtyla.

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