INCLINACIONES CACIQUILES

Estoy a dieta de actualidad española, por un minuto que rompí el ayuno oí a una señora diputada confesar desde la tribuna que le importaba un comino la gobernabilidad de España. Entonces ¿Por qué se presentó a las elecciones al parlamento español?
¿No es suficiente frase como para echarla? como si un médico dice que le importa un bledo la salud de sus pacientes o un enseñante la educación de los alumnos. Encima del sueldazo y privilegios adheridos nos lanza a la cara semejante declaración de intenciones. Se merecen pateo.

En esto no hay diferencias ni derechos históricos ni fronteras autonómicas, sinver por el norte, el sur, el este y el oeste. Y los españoles no se quejan a pesar de todo. Aguantando la inanidad, la inmoralidad, el nihilismo parlamentario, la autodestrucción si hace falta.

El mensaje es revelador. No había caído en los supermega cursos anuales de algunos. Poco a poco se comprende mejor el conjunto del tableau. La vida padre que os pegastéis dentro, más lejos no se podía ir en verano, en aquellos tiempos sin Vueling sería más caro el avión que la estancia. De ahí para abajo, sólo podiáis caer. Se comprende mejor la sensación príncipe destronado y echado del reino de tantos ex numes que pertenecieron a la aristocracia de la inteligencia. Malinterpreté esa expresión fijándome preferentemente en lo de la inteligencia, pero la clave estaba en aristocracia en sentido estricto.

De modo y manera que con estos pelos si llega tele y micrófono a tu ciudad para dar testimonio de tu vida pasada lo mejor  es salir por pies. Se comprende, "va  a rajar de ellos que me dieron vida regalada su abuela". Es decir, yo.

En cuanto al detalle de estar tan a tu bola que te pones a dar consejos cuando no eres el charlista oficial, esa es otra, que se la sabe hasta la nume pipiola de primero de centro de estudios. Cuanto rollazo, qué ingenuidad y qué desgracia con el cilicio a vueltas cuando para medrar lo que había que hacer no era precisamente ponerse el cilicio.

De todas formas hay clases, porque éste al menos ha dado la cara en opuslibros, se ha mojado, aunque sea la punta del pie. Mientras que otros multipremiados y precisamente por eso serán multipremiados en el país de la inquisición, en ningún momento han hecho ni medio gesto  hacia otros ex menos afortunados que él. Ni ha dicho esta boca es mía, "estuve y me fui". Hay diferencias entre norte y sur y sale ganando el sur.

Recuerdo una boca abierta como de buzón cuando a un admirador de sus libros le revelé que había sido nume.

¿Se puede vivir así, en un país donde todo se tapa?


Media vida para caer del guindo. Intentaré no subirme a otro en lo que me queda.

Ahora bien, la libertad en sí es cara, y si es liberarse del opus ya el precio es prohibitivo.

Me he entretenido leyendo a Goytisolo, no me van sus movidas sexuales y el lugar tan importante que ocupa en su existencia el tema de su homosexualidad encubierta y luego descubierta. Vivencia que le sirve ampliamente para hacer literatura. Pero al menos es un escritor sincero, y merece la pena el retrato que hace de su familia barcelonesa de buena posición venida a menos en la España franquista. También su infancia en la posguerra y la posterior salida a Francia donde se estableción como escritor de éxito. Tuvo mucha suerte correspondiendo a su talento literario innegable. Además un amante del idioma español, tan amante de nuestra lengua como azote de todos los defectos patrios en cuya crítica coincido, punto por punto.

Interesante asímismo su militancia como "cooperador" que diríamos nosotros, del partido comunista y su posterior desilusión cuando visitó Cuba y vivió de primera mano la dictadura personalista que había establecido Fidel así como los "procesos" a escritores.

Las mismas o parecidas persecuciones a los intelectuales de un lado y de otro, desde el franquismo que tanto hizo por convertir España en erial de pensamiento, y desde el comunismo soviético o cubano. El intelectual no se puede llevar bien con la política, son dos reinos que se tienen que mirar a distancia el uno del otro, es la conclusión a la que he llegado leyendo las experiencias de Goytisolo con el comunismo. Además de que el talento literario y artístico va por un lado y las virtudes y honradez de la persona por otro. Es triste la humanidad pero los ejemplos de escritores de indudable talento con la pluma y que personalmente eran semi rufianes abundan en estas páginas.


Por otra parte inevitable mención al od de pasada, hacia 1950 cuando empezó la carrera de Derecho, Opus reclutaba a todo tren en la univesidad, él dió esquinazo. Era el comienzo de un despegue. Menciona a Fabián Estapé el agnóstico que luego sería tan amigo de los Laureanos y  escrivarianos servidores de Franco hasta ocupar cargo ministerial y casar su hija con supernume psiquiatra de postín. 

Me parece sincero porque no duda en confesar cosas que hizo mal, y precisamente una que ilustra uno de los defectos inquisitoriales que nos caracterizan desde hace siglos. A parte de los celos entre escritores que es enfermedad de la profesión. Goytisolo trabajó introduciendo literatura española en Francia para la famosa editorial Gallimard, una de las más sonadas de la Republique.

"Las mismas causas que alimentaban mi presunción de chef de file de la nueva generación española contribuyeron de forma más ruin a fomentar unas inclinaciones caciquiles bajo el disfraz de una causa política e ideológica. Aun cuando mis informes de lector en Gallimard solían ser ecuánimes y tomaban en consideración el valor literario de las obras, manifesté sin duda mayor indulgencia por los escritores de mi generación simpatizantes o miembros del Partido que por cuantos en general se situaban a la derecha. Ello es hasta cierto punto normal y no me lo reprocho. Pero mi celo guardián de la ortodoxia antifranquista española, desplegado si o en la editorial en las publicaciones y medios en donde intervenía, me parece desde luego, con el retroceso del tiempo, dudoso y lamentable.

Recuerdo que Arrabal, furiosamente denostado entonces por Benigno y  mis amigos del Partido, había hecho llegar a Sartre, a través de Nadeau, una de sus primeras obras teatrales y ésta debía aparecer en su revista con una nota introductoria del filósofo. La noticia me llenó de malhumor, como si un intruso hubiera invadido mi territorio y su talento pudiera poner en peligro el mío; el hecho, comentado por mí, escandalizó asimismo a mis compañeros de militancia. SIguiendo sus consejos, acudí muy democráticamente a Simone de Beauvoir para impedir el desaguisado: Arrabal, le dije, era idealista, reaccionario y se desentendía de nuestra lucha: su promoción por Sartre sería desorientadora para muchos y, en cualquier caso, perjudicaría la causa del antifranquismo.

A consecuencia de ello Sartre no escribió el prólogo y mis amigos y yo saboreamos sin sonrojo nuestra victoria mezquina.

Sólo al zafarme, entre otras muchas cosas, de ese sentimiento de rivalidad sórdida de quienes conciben la literatura como una contienda de lobos y resabios de arbitrariedad y maniqueísmo del medio español, caí en la cuenta de mi efímera pero triste actuación de censor. Como traté de expresar en Señas de identidad, la policía ideológica y cultural se adaptaba perfectamente al código peculiar de la tribu. Cinco siglos de inquisición y denuncia habían configurado su estructura psíquica y, en mayor o menor grado, el torquemada, el malsín, el vigía se habían infiltrado insidiosamente en la mente de todos nosotros. La institución forjada por el Estado Nuevo en plena guerra civil engendraba así, por una especie de proliferación cancerosa, tribunales condenatorios de distinto signo. Según descubriría al fin con bochorno, la diferencia existente entre los censores pagados y quienes actuábamos espontáneamente era una mera cuestión de matiz."

Comentarios

Ricardo Pérez ha dicho que…
No hay que olvidar cuando se habla de política hoy en España, que la Izquierda se comporta como un poder paralelo dentro del Estado. Más bien diría como un Gobierno dentro del Gobierno. Toda la función publica, incluso las Fuerzas de Seguridad hoy están controladas por el poder de la izquierda. Eso que la izquierda habla tan ricamente del poder del capitalismo es un eufemismo que le viene muy bien a la izquierda. Ellos controlan el poder de los funcionarios públicos. Son un gobierno dentro del Gobierno. Por lo tanto que no vayan tanto de víctimas, que son como un Opus Dei pero en política. Así veo yo a las izquierdas, por eso y por su apoyo al último genocidio controlado en pequeñas dosis en Europa, que fue el terrorismo de ETA, casi mil muertos, no los volveré votar. Creía en la socialdemocracia, no en esta izquierda que defiende el terrorismo de ETA. Conmigo ni con mi voto, que no cuenten, para nada. Ni ahora ni en el futuro.

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