PSICOANÁLISIS

Hay que verlo en 2 ó 3 veces y a velocidad 1, 25 incluso 1,5. España como nación se forja por impulso de los reyes durante la reconquista. El momento clave es el siglo XIII cuando caen sucesivamente las ciudades andaluzas, Ubeda, Jaén, Córdoba, Sevilla...y se organiza la "repartición" de los nuevos territorios con pobladores venidos de Galicia, Vascongadas, Castilla, Cataluña...incluso de Francia.

Se empieza a utilizar el castellano romance en los textos oficiales y como lengua aúlica, de la corte. Muy interesante repaso tras las abundantes estupideces y asnadas a las que estamos acostumbrados, se nota un discurso muy trabajado, ha leído documentos de la época y la historiografía que relata según una u otra tendencia del historiador.

El final es prescindible si uno no está familiarizado suficientemente con el vocabulario de la escuela gustavobuenista, pero tiene su qué, sobre el estatuto de la historia como ciencia y de qué tipo es la verdad histórica ¿esencial o fenomenológica? un gran debate entre dos escolarcas.

"OPUS DEI" EN EL DIVÁN DEL PSICOANALISTA, Sturmus Wittcher, Zurich, Suiza

Otra contribución importante viene de Sturmus Wittcher, psicoanalista  y profesor de teología. Durante 2 años tuvo como paciente a una señora de 45 años, Christine Friedmann, supernume de od, que padecía insomnio, fuertes dolores de espalda, problemas sex y un sentimiento de culpa considerable. Además presentaba tendencia inconsciente a autoherirse, golpearse y lesionarse. Se sentía constantemente fuera del tiesto, su marido le reprochaba no ocuparse del trabajo de la casa, sentía que no satisfacía las necesidades de sus hijos de 20 y 22 años.

Las consideraciones del analista sobre su paciente, efectuadas realizando un paralelismo entre las experiencias de la señora y algunos pasajes de Camino, el best seller de Escrivá, son notablemente interesantes, porque pueden trasladarse a muchas personas que viven con malestar su condición en od. 

La señora estaba obsesionada con el sueño de una zorra hidrófoba que aparecía y la mordía aterrorizándola y obligándola a correr en busca de un médico que le pusiera una inyección antirrabia, pero no lo conseguía. Otra imagen que la agitaba mientras dormía era un armario en un dormitorio que tenía que ordenar meticulosamente. En el armario había cosas que la inquietaban.

El profesor Sturmus Wittcher comenta el cuadro: "Cuanto más se somete  a un ser humano a constricción menos puede mostrar su aspecto salvaje, pero este se desencadena en el subconsciente por ejemplo en sueños que no se logra recordar. Pero ese aspecto salvaje de la personas tiene pretensiones también en la esfera consciente y aflora donde menos se espera, por ejemplo, haciéndose heridas a uno mismo, con desarreglos en el sueño  y dolores de espalda. Así la dimensión salvaje aparece en el recuerdo del sueño y esto significa que la constricción es cuestionada a pesar de su superioridad, es un hecho prometedor".

"Cuanto más constricción hay, hasta el punto de que la consideramos normal, tanto más nos tratamos a nosotros mismos y a los demás con dureza, más se enfurece la ira subterránea, que sin embargo debe ser reprimida de una manera aún más rígida. Este es el fenómeno de la constricción".

Pero si la rabia se libera y la parte de la propia naturaleza salvaje es tolerada, la constricción retrocede y se inicia la capacidad de aceptación, la persona se cura.

"El problema general de la constricción ocurre en las personas religiosas. Según una investigación de Helmut Hark, el 73% de quienes sufren este problema han recibido una educación religiosa. Esto se debe entre otras cosas, al hecho de que para la persona religiosa la constricción es querida por Dios, es decir, es aprobada por una instancia absoluta de la que el hombre no puede disponer. El problema queda en lo trascendente. El modo de pensar típico de una persona que ha recibido una educación religiosa es: ¡que se ocupe Dios! Dios quiere que las cosas sean así, yo no debo cambiarlas.

Lo que ocurre en el ser humano individual halla su correspondencia en la realidad colectiva del grupo y viceversa. La batalla colectiva de los grupos entre el principio ley y orden y las opciones alternativas, respectivamente entre el integrismo del od y el liberalismo salvaje del grupo de base, siempre se libra a nivel individual y viceversa, esta disputa individual alimenta la colectiva. Así es como se llega a un reforzamiento recíproco de la disputa individual y la colectiva".

Esto vale especialmente según Wittschier en el caso del opus dei:

"Si alguno quiere huir de la constricción de un grupo, entonces los exponentes del mismo perseguirán al fugitivo, lo ligarán a sí con más fuerza para exorcizar sus miedos: el sistema podría no ser justo. Ninguna tipología humana tiene tanta necesidad del grupo como quien está bajo constricción. Y ningún grupo absorbe tanto al individuo como un grupo colectivo. La constricción es el fenómeno más colectivista y se tolera como normal".

Consideraciones que se aplican bien a la estructura del od, tal y como la describen numerosos testimonios y el análisis de Moncada.

"El presupuesto fundamental para la liberación, explica el psicoanalista, es reconocer que la constricción te oprime, reconocer la rabia monstruosa que tienes dentro y cuánto oprimes la parte salvaje que todos tenemos. Ninguna potencia en el mundo, ni siquiera la divina puede obligarte a reconocer y admitirlo. Por eso tomar conciencia de lo que te pasa requiere mucho valor, el valor que yo llamaría juego de la vida o anhelo de investigación".

Es un paso importante para poder superar el desprecio de sí que el od tiende a infundir en los individuos. Wittschier cita a este respecto frases de Escrivá sacadas de Camino: "no te olvides que eres el cacharro de los desperdicios...humíllate ¿no sabes que eres el cubo de la basura?"

También: "eres polvo sucio y caído, o si tu humildad te lleva a sentirte así, basura, un montón de basura, todavía podremos hacer algo de tu miseria".

Percepciones comunes entre los numes, modos de sentirse reforzados con los pensamientos de Escrivá en la que es considerada la biblia de todos los miembros....

Ferruccio Pinotti


Comentarios

Ricardo Pérez ha dicho que…
Yo no estoy muy seguro que los popes mandamases del Opus Dei no conozcan que la constricción, entre los miembros del grupo, sobre todo los que obedecen. No produzca esos cuadros clínicos de represión, neurosis y opresión entre quienes están dentro de la Institución. Me cuesta creer que no lo sepan.

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