CONFESIONES PARTICULARES

Por la plande la han trasladado este año a marzo, les tocará respirar arena del desierto. 

Sophie nos cuenta su experiencia opus: "acepté por curiosidad, estuve yendo a la residencia en el curso 96-97".

Lo que más le llamó la atención fue "la tristeza de esas personas supuestamente creyentes, Se te quitan las ganas de  ir al paraíso" Y añade: "normal tanta tristeza, no paran de mortificarse el día entero. Cualquier mínimo placer es pecado. Se trata de hacer lo que no quieres o comer lo que no te apetece para santificarte".

Después de un fin de semana de retiro en Couvrelles Sophie volvió con las rodillas rojas de tanto apoyarse sobre ellas. (Se te pelaban y agrietaban, rodillas de fregona de tanto "rezar") "Practican la religión católica de modo increíble, siempre están de rodillas, rezando a todas horas siempre y todavía más. Durante los días en Couvrelles era casi un lavado de cerebro tanta oración. Otras cosas le llamaron la atención: "Ví mujeres embarazadas de  8 meses arrodilladas durante horas o mujeres recién paridas que dejaban al bebé no sé donde para estar rezando todo el día".

En ese retiro la presionaron. Si está bien ir a misa los domingos mejor ir otro día en semana, "aunque en verdad buscaban que fuera todos los días, como la confesión, una vez en semana o más".

El culto al fundador le resultó chocante. "Hay fotos de Balaguer en todas las esquinas, te da la impresión de que le rezan a él más que a Dios", la actitud distante de los curas Opus. "Estrictos, fríos, altaneros y apenas se dignan lanzar una mirada hacia las chicas que tanto los admiran. EN Couvrelles sentí que las mujeres eran consideradas inferiores". En las residencias hombres y mujeres viven estrictamente separados, las puertas de comunicación se cierran con doble llave. Pero los curas tienen que entrar en las residencias de mujeres y entonces "en vez de cruzarse en los pasillos con normalidad, nos evitaban: ni que fueran a caer solo porque nuestras miradas se encontraran..."

Véronique y Sophie terminaron pronto sus relaciones con el mundo opusino. Pero hay que decir que las confesiones con el padre nicarag se volvían escabrosas como pudimos comprobar porque Véronique las grabó sin que el cura lo supiera. "Me llamaba cariñito, me decía que le gustaban mis hombros". Nos deja las cintas: "Juzguen uds mismos".

CONFESIONES PARTICULARES

De vuelta a casa enchufamos el magnetófono. Son registros tomados entre noviembre de 1994 y febrero de 1995, cuando llevaba un año "dirigiéndose" con el cura. Se oyen pasos, ruidos de ropas (la sotana), toses y una voz dulzona, susurrante, el tono es pegajoso, con palabras vulgares a veces. Una confesión bien extraña, algunos extractos sin comentarios:

Veronique: padre, ud me conoce desde hace un año.

Cura nume: sí mujercita amable, pero es como si te conociera desde siempre, como si te hubiera visto crecer desde que tenías leche en los labios. Ni tu padre ni tu madre te conocen tan bien como yo.

Veronique: ¿se acuerda de la primera vez que vine a verle padre?

Cura nume: Sí bonita, desde la primera vez que te ví, te desvestí por entero, amé desde el primer momento a esta chica que me abrió su corazón con una sencillez conmovedora.

Veronique: ¿Ud piensa que tengo vocación o no? porque yo no lo sé.

Cura nume: no solo tienes vocación sino que Dios te llama (...) la vocación comporta ciertas cosas que no van con tu sensibilidad pero que con la fe, irás aceptando poco a poco.

Veronique: ¿Qué cosas no acepto?

Cura nume: el hecho de desvelarte, de hablar de tu intimidad siendo muy humilde y sobrenatural, el hecho de no darte cuenta de que la vocación a la que el Señor te llama es una vocación a la santidad que exige un abandono total en sus manos y una confianza infantil, que hay que hacer las cosas que no quieres o no te apetece por amor a Jesús porque él te lo pide.

Véronique: pero yo necesito comprender, cuando no comprendo doy marcha atrás.

Cura nume: hay cosas que solo se comprenden haciéndolas, no se puede comprener la humilidad más que si te humillan, no se puede comprender la vocación al od más que empezando a vivirla. Porque hay una gran distancia de la teoría a la práctica. Lo que Jesús quiere es que abras tus labiecitos y bebas los vientos del amor de Jesús.

Todavía no estás preparada para adherirte a Jesús pero yo te voy a preparar, ¿vale? Voy a preparar el cuerpecito y el almita de esta mujer ¿te parece?

Véronique: le va a llevar tiempo....

Cura nume: no cariñito, va a ser rápido porque tú me seguirás ¿vale? voy a tomar esta chiquilla por la cintura, amarás a Jesús con locura.

Véronique: Pero ud sabe que cada vez que pongo los pies en el opus es muy doloroso porque me acuerdo de Bertrand.

Cura nume: Sí bonita, pero es como una penitencia para tí, como una purificación. Es doloroso pero necesario porque las mujeres y esposas del mañana tienen que estar bien preparadas porque los tiempos serán duros y tú vas a ser una mujer a prueba de bomba.

Véronique: me dijo ud que las numerarias y las supernumerarias tenían la misma vocación

Cura nume: cuando entres en el opusd tendrás que amar a Dios como yo, no se ama a los demás por nosotros sino por Dios. Si yo te amara por tí misma no estaría bien, desembocaría en el erotismo, porque eres una mujer, muy bien hecha y encantadora.

Véronique: nos separa la rejilla...

Cura nume: pero puedo reventarla, no es un problema, o te puedo tomar a la salida, no no te quieron para mí, cariño, te quiero para Dios.

Véronique: no estoy disponible...

Cura nume: por eso te preparo, intenta conocer bien la obra, déjate moldear por la gracia de Dios, sé humilde y reza, y sin darte cuenta, en un momento dado habrás cambiado y dirás ya está no soy la misma, Dios me ha cambiado. Entonces estarás disponible.


¿Confesiones o conversaciones privadas? la relación entre este cura y una potencial futural captada parece estrecha. No duda en seducir para provocar la "crisis de vocación". Véronique nos lo confirma: me parecía que el cura me quería imponer una vida que yo no había escogido".

Este cura nos confesaba a las alumnas del centro de estudios y nos predicaba la meditación una vez por semana, qué peligro ¿no sabían los directores lo inconveniente de sus propósitos?

Bénédicte y Patrice des Mazery

Comentarios

Entradas populares de este blog

SEXO EN EL OPUS DEI, TEORÍA Y PRÁCTICA

Otra consulta memorable de Enrique Rojas, supernumerario del Opus Dei y psiquiatra de postín

LISTAS ATRASADAS DE MIEMBROS Y SIMPATIZANTES DEL OPUS Dei