SIERVA DE DIOS

 Quizás no me trago nada desde 2020 por mi "pasado de esclava", como les ha pasado en la isla Guadalupe, los descendientes de los esclavos que los franceses llevaron allí no se han dejado engañar como el resto de la población.

Ahora Google y entidad financiera de cabecera con ciertas referencias opusinas se interesan por los ucranianos y su "guerra": 

Ucrania es la primera población del mundo desde que existen esas dos empresas que sufre una guerra. Como todo el mundo sabe.

 Un testimonio se añadirá al malestar de nuestra estancia en la escuela. Una madre cuya hija entró en la escuela de hostelería en septiembre de 1998.

"Con 16 años tras la escuela mi hija Clarisse quería estudiar hostelería, nos cuenta madame B. En el colegio católico al que iba le recomendaron la escuela Dosnon, la matriculamos para el curso 98-99".

"Pasaron 6 meses, mi hija no estaba bien, adelgazó muchísimo, se quejaba sin parar de cansancio porque trabajaba mucho. Nos daba la impresión de que era una criada".

Clarisse no estaba a gusto, en una carta les cuenta a sus padres el ambiente de la escuela y las condiciones de trabajo:

"Tengo que limpiar las ventanas del castillo, no paro, lavo la ropa de los curas...El ambiente es muy cerrado, no tenemos contacto con el mundo. No se parece a mi colegio donde había más apertura, veíamos la tele...Y además quieren reclutarme. Me obligan a hacer cosas que no quiero hacer, quieren que haga votos...lloro sin parar, estoy harta y no puedo más...Sacadme de aquí por favor".

Su madre y su padre se extrañaron mucho: "Pagábamos 1800 Francos al mes (274 euros). Nos parecía excesivo viendo que además nuestra hija trabajaba  sin parar".

Y como no aguantaba más: "un domingo, como la veíamos tan mal fuimos a por ella. Clarisse no abandonó la restauración y acabó los estudios en un colegio corriente. Desde entonces está muy bien".

¿De veras Clarisse  era usada como una criada?

En realidad nos enteramos de que hay 3 categorías de miembros en od: numerarios, supernumerarios y cooperadores. Los numes son solteros, a disposición completa del opus, comprometidos en pobreza, castidad,obediencia y viven en las residencias de la obra.

Como la sección masculina, la sección femenina cuenta con numes y también auxiliares, no hay numerarios auxiliares. Son numerarias "criadas" que trabajan en las residencias masculinas haciendo la limpieza y la cocina, o como dicen las malas lenguas, "chicas para todo".

Cuando descubrimos esta categoría de miembros mujeres auxiliares nos damos cuenta y es evidente que la escuela hostelería Dosnon busca fomentar las vocaciones de numerarias auxiliares, como  Catherine. Además ¿no es cierto que las alumnas sirven como mano de obra gratis para ocuparse del mantenimiento y limpieza del castillo de Couvrelles? nada nos permite afirmarlo si no fuera que para un castillo de ese tamaño, con cuatro pisos y dos subsuelos, en el que se organizan varios seminarios cada año, solo figuran dos mujeres asalariadas para realizar la limpieza. Bien poco para un edificio  tan amplio y acogedor.

Una vida vigilada 

Si la escuela no tiene muchas alumnas, en 2000 había 15 alumnas, la organización es draconiana. Catherine lo tiene muy claro: cada minuto está lleno, el tiempo libre es escaso y no hay  momentos de soledad. Cuando nos cuenta cómo es el día de una numeraria auxiliar no tiene nada que envidiar a cualquier ama de casa o a la más comprometida de las monjas.

Levantada a las 6 de la mañana, menos los domingos a las 7.20, media hora de meditación y misa, desayuno. A las 8.20 empieza la limpieza que dura hasta las 12.15, hora del almuerzo que se realiza en 30 minutos. A las 12.45 recomienzan las tareas, que se interrumpen para rezar el rosario o hacer la oración hasta la cena que también dura media hora como la comida. Cuando el trabajo termina a 21.10 hay una tertulia que empieza a las 21.15 y termina a las 22, hora de irse a dormir.

Nada se deja a la improvisación y se eliminan todos los momentos libres. "Nuestra directora de conciencia establecía el plan de vida en el que se apuntaba todo lo que teníamos que hacer" cuenta Catherine.

Semejante nivel de control nos parece una locura y sin embargo la confirmación nos llega por un documento que no tendría que haber salido de un centro opus,el centro Garnelles. Son 7 páginas escritas a máquina que llevan fecha de 10 de junio de 2002, de una precisión incroyable, parece un mecanismo de relojería que llega al absurdo. Lo leemos y casi nos entra la risa, pues en esas hojas se describe negro sobre blanco todas las tareas, el control es total y es sistemático:

"Organizar los montones de papel, gestionar las carpetas, preparar los cumpleaños y el fútbol de los domingos por la mañana, ordenar la sala de música y la biblioteca de los mapas y de las guías turísticas, apagar lámparas y radiadores, cerrar las ventas por la noche. Y se detalla al lado de la descripción de la tarea, se pone una duración estimada de la misión. Reproducimos extractos del documento con la ortografía original:

Descripción del encargo: poner los papeles para avisos al lado de los teléfonos, coger las hojas de borrador A4 en la caja de la sala de estudio y cortarlos con las tijeras de secretaría. Poner los papeles en los teléfonos de oratorio, vestidor, delante del vestirdor, portería, 2º, 3er,  4º y 5º piso  para que se puedan escribir los mensajes. Poner bolígrafos, cogerlos de secretaría. Los bolis tienen que quedarse al lado del teléfono, de vez en cuando habrá que recogerlos de las habitaciones y ponerlos en su sitio. Duración estimada de la tarea: 1 vez cada 15 días, 15 minutos.

Otro ejemplo:

"descripción del encargo: orden de la sala de la música, ordenar los CD y los K7 en su sitio siguiendo un orden lógico (los clásicos por autor, los demás según género). Ordenar los equipos de música y los cables, o en un cajó en en R1. Ordenar las sillas y los objetos en su lugar. Limpiar con regularidad los aparatos (cadena hi.fi, amplificador, mesa de mezclas), el polvo se acumula, utilizar un trapo de polvo del armario de la sala de estudio. Ordenar las partituras y cubrirlas se es preciso. Identificar los CDs de los residentes y los de la residencia que tienen que estar clasificados. Estar pendientes de los préstamos, se anota en un papel que se deja en secretaría cuando la persona se va de vacaciones. Duración estimada, todos los días hay que mirar brevemente, 3 minutos. Una vez al mes, pasar el trapo de polvo, 10 minutos.

También los momentos de distracción o de fiesta son objeto de contabilidad minuciosa:

"Descripción del encargo: organizar los cumpleaños. Avisar a los residentes discretamente de cumpleaños de un residente. Pedir a todos que preparen un sketch, una música, un chiste, un texto, un mimo...etc para la tertulia de la noche. Tiene que ser divertido, recoger información para prepararlas. Las intervenciones tienen que ser suficientemente cortas para durar 45 min.. Preguntar al que cumple años qué le gusta de postre o como plato principal y decírselo al director. Recordar a todo el mundo la víspera que tiene que estar en la residencia, hay que hacer ambiente. Asegurarse de la presentación del show. Hacer un anuncio que se pondrá en el tablón de anuncios del 3er piso. Coger fotos y poner música ambiente, duración estimada por cumpleaños 1 h 30 min".

Y así en todos los encargos, para todos los actos de la vida cotidiana, desde apagar lámparas a los cumpleaños sorpresa, la manera de hacer se describe con todo detalle. 

Procedimientos que persiguen la programación de los comportamientos. Es lo que nos dicen tanto Sylvie como Clarisse. Y en el curso de nuestra investigación nos daremos cuenta de que otras personas vivieron y siguen viviendo en el seno del od, una forma bien curiosa de ejercer su fe.

Bénédicte y Patrice des Mazéry