FAMILIAS ROTAS

 

¿Cómo va ese Apocalipsi? de parte de El Arconte, testimonio de enfermera de Barcelona.

He visto algunos episodios de la serie Patria. Protagonizada por actores vascos, recrea los años 80, el habla, la gente y las costumbres de aquellos años y de aquella zona. No viví tan mezclados los 2 bandos, sí el clima de guerra en la calle de al lado.


La estructura es la misma, gentes en la sombra caldean el ambiente: consignas, ideas, vocabulario específico, lemas, valores por los que dar la vida...., y tú que ni pinchas ni cortas, solo ejecutas, te juegas la cara, la vida, el alma,  por un ideal  que no favorece a nadie de tus conocidos, incluyéndote tú, quisiera saber quienes fueron los favorecidos de aquel conflito. De todas las guerras se benefician 4.

Así son los idealistas, se entregan sin esperar a cambio. Cuanto mal nacido. Con pretextos religiosos, políticos, de emancipación o salvación, enrolan jóvenes idealistas para que hagan lo que te conviene, a tí, que no te vas a mojar ....ni vas a arriesgar, "ni con un dedo vas a tocar la carga" .

Una vez más todo empieza en Dosnon. Fervientes católicos del norte de Francia, sr. sra. P. matricularon a su hija en la escuela de hostelería, no sabían que tenía que ver con "Opus Dei". Les gustó el ambiente serio, católico. Era 1985 y Hélène acababa de cumplir 15 años. 28 años después sigue perteneciendo, a pesar de una tentativa de "salida" hace 2.

Cuando  Hélène llega a la escuela está contenta. Dosnon había hecho publicidad en el Foyer de Charité de Courset (dep. Pas de Calais), el internado católico donde estudiaba, y parecía una buena opción. El sacerdote responsable del colegio, sus padres y ella misma estaban encantados con Dosnon. 

Hélène llega sonriendo a la escuela de hostelería, allí conoce a Catherine, son de la misma promoción.

La sra. P recuerda con emoción en la voz: "Recuerdo el mes de diciembre de 1988. Había pedido a la directora de la Escuela que Hélène pasara navidad con nosotros, en familia con sus 3 hermanos mayores. La tal directora me dijo que Hélène era mayor de edad y haría lo que ella decidiera".

En efecto Hélène acaba de cumplir 18 en julio y se ha hecho numeraria aux sin que sus padres lo supieran. 

"A partir de ese momento mi hija empezó a distanciarse de nosotros. Casi no la veíamos". Los hermanos mostraron extrañeza por la ausencia de la hermana pequeña pero los padres no estaban excesivamente preocupados. En 1992, su madre acompaña a la numeraria auxiliar en el viaje a Roma para la beatficación de JM EdB. Pocos meses después la joven se muda a la capital italiana, vivirá allí hasta junio de 1998. El sr. y la sra P viajaron dos veces a Roma para ver a su hija.

Algunos hechos les inquietaron, por ejemplo el encuentro con el prelado del opus dei monseñor Alvaro del Portillo el 19 de abril de 1993. 

"Llegamos con nuestra hija a la sede del od, a Villa Sacceti, dice la madre, recuerdo que monseñor del Portillo se enfadó cuando sugerí que la casa me parecía lujosa. Por los demás nos recibieron bien, nos hicimos una foto con nuestra hija y monseñor, del Portillo nos abrazó y la numeraria que traducía nos dijo que habíamos tenido mucha suerte porque nos había abrazado 3 veces".

Pero lo que más le llamó la atención de los padres fue la insistencia con la que del Portillo habló de la vocación de Hélène. "Ella sonreía pero nosotros no".

"Venid a buscarme"

"Todo se escondía muy bien", afirman hoy los padres que siguieron con las dudas y un malestar que crecía de día en día.Hasta el 26 de marzo de 2001 día en que reciben una llamada telefónica de su hija: les dice que está en la estación de Nord en París, que va a tomar un tren aunque tiene muy poco dinero y no sabe hasta donde va a poder llegar. 

"lo dejo, estoy harta, venid a buscarme".

La recogieron en la estación de Hazebrouck a 25 km de su casa. 

"Cuando se subió al coche, recuerda el padre, estaba pálida y como en estado de shock. En el viaje de vuelta a casa no abrió la boca. Pasó 2 días postrada sin decir nada".

La madre nos cuenta con lágrimas en los ojos: "Estada aterrorizada, de día no se separaba un centímetro de su padre. Por la noche tenía pesadillas terribles".

La joven se niega categóricamente a acudir al médico. Hoy los padres lamentan no haber sido suficientemente enérgicos para llevarla arrastras si hacía falta. "Cuando le dije que la solución era fácil, abandonar el "opus Dei" definitivamente me respondió "no puedo irme, sería como un divorcio..."

Una separación todavía mas inimaginable cuanto que precisamente unos días antes, el 19 de marzo, dia de san José había renovado sus compromisos como es tradicional en od.

Hélène no contestaba a las preguntas que le hacian sus padres, no quiso contarles de su vida, estaba blanca como un papel y se sobresaltaba cada vez que sonaba el teléfono. Y eran muchas veces las que sonaba.

"No contestéis" decía Hélène a sus padres. El padre habla con la directora del centro Garnelles y le dice que su hija no está bien, que tiene ideas de suicidio. La directora le respondió que le dieran calmantes, nos cuenta el padre indignado.

Hélène estuvo una semana con sus padres. Y como el acoso telefónico no cesaba, la mandaron con una prima al este de país. Mientras los padres escribieron al fiscal de la audiencia de St Omer y al obispo de Soissons, monseñor Herriot. El obispo los recibió y alentó esperanzas: "monseñor Herriot nos dijo que el compromiso de Hélène con od no tenía validez, que se hacía infringiendo el derecho canónico. Si me traen a su hija en el momento que les venga bien, la descargo de sus compromisos".

Se lo preguntamos en 2004 y el obispo nos responde: "cualquier confesor, no hace falta ser obispo, puede liberar a alguien de sus votos. Votos que por otra parte requieren cierta madurez". Pero visiblmente molesto porque le recordemos el caso que reconoce no haber seguido, no quiere entrar en más detalles.

Mientras Hélène retomó contacto con Garnelles y el 4 de abril de 2001 a las 5 de la mañana y a pesar de los intentos de su prima para disuadirla, se va a París.

Hélène les había dicho a sus padres: "si vuelvo me castigarán". Y efectivamente es lo que ocurrió, pocos días después de llegar al centro del opus, llama por teléfono a sus padres y les dice que se va a Holanda. ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cuánto tiempo? no obtienen respuesta y no sabrán más de su hija durante un mes entero.

"lo tomamos como una sanción, nos dice la sra. P con la voz temblorosa por la culpa. No supimos gestionar el asunto, ahora si volviera se quedaría con nosotros y no cometeríamos el mismo error".

"He perdido a mi hija"

Los padres de Hélène nos contaron esta fuga en el programa que hicimos para Canal Plus, después de la emisión en octubre de 2003, Hélène envió una carta certificada al dueño de la cadena en la que denunciaba: un reportaje tendencioso con propósitos manipuladores y engañosos que envenenaban las relaciones con sus padres y eran un atentado a su vida privada". Decía que "no se había fugado, sino que había pasado un tiempo de cansancio, cosa que le pasa a cualquiera y por eso había decidido descansar en casa de sus padres. Lo que cuentan mis padres se inscriben en un clima familiar difícil y el od no es más que una escusa para riñas que se dan en todas las familias", termina pidiendo que se supriman del programa las partes que a ella se refieren y la prohibicion de toda redifusión.

Hay más cartas que llegaron a la cadena tras el programa, todas muy parecidas. Ejemplo: "con fundamento en el derecho a mi imagen por una parte y mi derecho a la protección de mi vida privada por otra, me opongo a toda redifusión de ese programa y/o a toda cesión de derechos de reproducción en totalidad o en extractos con mi imagen. Ello agravaría el importante perjuicio que me causan ya la aparición en su cadena"

Todas las cartas terminan igual: "en el caso en que procedan a comercializar el programa que contenga la secuencia a la que me refiero, me reservo la facultad de obrar para la preservación y el respeto de mis derechos a partir de esta carta".

Así que el programa de Canal Plus había dado en la diana.

Unas semana después Hélène pasa un fin de semana con sus padres. Su padre se hace el loco:

-¿Sabes que hubo un programa de Canal Plus sobre od?

-Sí y he enviado una carta de protesta, no me gustó que pusieráis mi foto en el programa ni que hablarais de mí en esos términos.

-¿Viste el programa grabado?

-No.

-¿Cómo escribes sobre un documental que no has visto?

-No importa, ya me dejarán que lo vea en Garnelles.

El sr. P tiene grandes dudas de que esto suceda: "no se enteran de nada de lo que pasa. Hélène no está informada. La última vez que estuvo vió un anuncio en la tele, una pareja se besaba, Hélène volvió la mirada, reacción de una niña, pero mi hija tiene 34 años..."

Sus padres no saben a qué se dedica su hija. "De todas formas mienten tanto que es imposible saberlo". Tras la demanda de Catherine Tissier, Hélène fue recibida en audiencia por el juzgado y dijo a la policía judicial que trabajaba en casa de un tal M. haciendo las tareas del hogar. Pero no se sabe y además no le gusta que le hagan preguntas. "La última vez nos dijo: si seguís así no me veréis más. Fue un impulso no pienso que lo dijera en serio".

El sr. y la sra. P tienen sus propias ideas sobre lo que su hija soporta ("varias veces la vimos llorando en un rincón"), y tomaron la decisión de luchar. Tras la carta que enviaron al fiscal de St Omer el padre fue convocado por la policía judicial, podemos leer en la declaración:

"con motivo de su fuga el 26 de marzo de 2001, Hélène nos dijo que estaba harta del trabajo que tenía que hacer en el "opus dei" pero que no podía irse de esta "obra" por el compromiso que había realizado en Couvrelles en 1988, cuando era alumna (...) pienso que mi hija está manipulada mentalmente por el od. Me gustaría que se investigara a esta asociación Opus Dei clasificada como de alto riesgo aunque no como secta".

La carta de los P. llegó hasta la Audiencia de París, donde fueron oídos por el juez de instrucción encargado de la demanda presentada por Catherine Tissier. Pero desde entonces no ha habido más noticias. Si la primera vez que nos recibió el sr. P estaba decidido a demandar y constituirse en parte civil, unos meses después no habían procedido "mi abogado me aconseja que espere".

En cualquier caso la fuga de Hélène sirvió para que sus padres abrieran los ojos definitivamente. Es doloroso ver el sufrimiento de esta familia. Tienen la impresión de haber sido estafados durante años por od pero lo que es peor por su propia hija. "Es como si hubiera perdido a mi hija, murmura la sra. P que no retiene los sollozos. Como si lo hubiera perdido todo".

 





Comentarios

Entradas populares de este blog

SEXO EN EL OPUS DEI, TEORÍA Y PRÁCTICA

Otra consulta memorable de Enrique Rojas, supernumerario del Opus Dei y psiquiatra de postín

LISTAS ATRASADAS DE MIEMBROS Y SIMPATIZANTES DEL OPUS Dei