LA GRAN MUDA

La que le va a quitar la medalla de honor al ministro (min. 6:16), tenía y tiene probablemente, dos hermanas numes, de las de mando en plaza. Terminé con la serie y hay que ver que en todos los líos destrozadores de familias "buenas", "trabajadoras" está metida la Iglesia, sea tema opus, sea tema ETA. Y en el último episodio se menciona al asesinado concejal de SanSe, Gregorio Ordoñez, del que se dijo que había sido.

 Una vida vocacional que siembra inquietud y desconcierto en las familias, casi todas católicas. Los padres no entienden cómo hacer compatible la imagen del od con el mensaje de Jesús. Recordamos la frase del sr. Beuselinck: "ya no sé si od significa obra de Dios  pues el comportamiento de mi hijo no tiene nada que ver con Dios". Si hasta hoy catolicismo rimaba con servicio a los demás, caridad, tolerancia, estas familias descubren que od, corriente de la Iglesia católica  reconocida por el Papa produce  efectos totalmente opuestos a esos valores.

Por eso en 1986 cuando la Santa Sede publicó un documento sobre sectas ("El fenómeno de las sectas o nuevos movimientos religiosos: un desafío pastoral" 7 de mayo de 1986) en el que se detallan las características de un movimiento sectario, una asociación americana ODAN (Opus Dei Awareness Network) retoma punto por punto el documento y lo aplica al opus dei, y escriben así la Guía sobre el opus dei para padres. 

Publicada en EEUU en 1991 este texto afirma que opusd posee las características de una secta: estructura autoritaria, uso del control mental y colectivo, infunde sentimientos de culpabilidad y miedo. En la guía se muestra extrañeza por el hecho de que od está en contradicción total con el cuarto mandamiento: "honrarás a tu padre y a tu madre", por incitar a los jóvenes a ocultar su compromiso con el opus a sus padres, el od  acelera a ojos de los autores de la Guia la ruptura con la familia, en las antípodas de la enseñanza de la Iglesia. 

Y ¿cómo ha reaccionado la Jerarquía católica? ¿qué han respondido los obispos y los sacerdotes a las familias que les han preguntado? veámoslo.

LA IGLESIA, LA GRAN MUDA

Las familias más desesperanzadas se han dirigido a la Iglesia, todas nos enseñan copia de las cartas que enviaron a los nuncios, obispos, cardenales. Las cartas de estilo parecido dan testimonio del mismo dolor, de la mima incomprensión. A veces hay rabia en ellas, como cuando es la décima carta sin respuesta,  la décima vez que se cuenta la misma historia.

Pues las respuestas son raras y cuando las hay, se muestran sibilinas. Por ejemplo la que el nuncio apostólico Lorenzo Antonetti envia a la madre de Catherine T. el 11 de mayo de 1995:

"Me envia ud un documento referente al opus dei. Si tuviera algo personal que decir me fijaría en las palabras de los Hechos de los Apóstoles (Act. 5, 38-39): "Si viene de los hombres se desvanecerá ella sola, si es de Dios, no podréIs nada contra ella".

Claramente es de Dios, porque nadie puede contra ella. Gracias Nuncio inspirado.

El mismo año el cardenal arzobispo de París, monseñor Lustiger responde a la misma familia con prudencia:

"Las relaciones difíciles con su hija son para uds motivo de preocupación y sufrimiento (...). Me doy cuenta de ello y les hago partícipes de mi simpatía por uds. pero el respeto de las leyes civiles y canónicas no permite obligar a una persona mayor en ejercicio de su libertad." (carta de 25 de febrero de 1995)

La madre se acuerda de la reacción de un cura de la zona al que le contó la historia: "si tiene una hija en el opus dei sáquela inmediatamente de allí, o sino ¡mucho ánimo!"

Los Dupont también recibieron el mismo tipo de respuesta:

"El od no es una secta sino un instituto muy oficialmente reconocido por la Iglesia...Su hija es mayor de edad y puede decidir libremente la orientación de su vida", escribe el canónigo Henir Minnaert, ex decano del distrito 7 de París el 11 de mayo de 1985.

En 1990 el obispo auxiliar de París, Albert Rouet, encargado de las relaciones entre la diócesis y el od, escribe en nombre del cardenal Lustiger a quien ha escrito la familia: "antes de responder quise confirmar si el caso de su hija era excepcional o había otras en la misma situación. No he encontrado ningún caso parecido, pienso que es mejor que compartan sus preocupaciones legítimas de padres con el responsable del od en Francia, m. abbé Agustín Romero".

El cardenal Martini por su parte conoce casos parecidos porque responde en estos términos: "no es la primera vez que recibimos una carta similar pero no tengo posibilidades de actuación". (12 de mayo de 1995)

Otros toman cartas en el asunto, como Charles Amarin Brand, arzobispo de Estrasburgo que convoca a la nume Nathalie F. el 8 de marzo de 1995, y explica: "No he confirmado sus temores. En todo caso no en el grado en el que uds me los expresan en su carta, Nathalie más que esquelética está delgada, me pareció serena y de ninguna manera "manejada" (...) me pareció entender que el problema relacional con sus padres es anterior a su entrada en od". Un argumento usado a menudo que permite cerrar la discusión de un plumazo.

Otros prelados reconocen su impotencia frente a los curas del od, como por ej. lo muestra monseñor Marcel Herriot, obispo de Soissons en respuesta a la carta de los padres de Catherine una vez que se hubo fugado de vuelta al opus, la carta es de 29 de junio de 2001:

"He presentado al responsable del od en vano las preguntas que uds me hacen. En el nivel presente de los acontecimientos no puedo hacer nada más como obispo, en la medida en la que el opus dei no depende de mi autoridad de obispo diocesano. Me conmueve el dolor que están pasando, tengan la certeza".

Hoy cuando le preguntamos monseñor Herriot responde: "este asunto no es de mi competencia".

Aunque sea una prelatura personal, los responsables del od deben de mantener relaciones frecuentes y esperemos cordiales con los obispos de las diócesis donde ejercen- En realidad da la impresión de que no solo la jerarquia eclesial no está al corriente de sus actividades sino que no tiene ningún poder de inspeccionar en od.

Hoy cuando el founder ha sido canonizado, la Iglesia se muestra todavía más discreta sobre el tema. Nos dirijimos por carta a monseñor Lustiger, arzobispo de París para conocer su posición sobre el opus dei...Repetimos dos veces la carta, sin respuesta.

Da la impresión de que la Iglesia prefiere guardar silencio sobre esta cuestión. ¿No está al corriente de los hechos reprochados al opus? ¿No tiene nada que decir sobre la obra de Dios? ¿O no puede intervenir? esta hipótesis es plausible como lo muestra una historia que tuvo lugar en Suiza.

Bénédicte y Patrick des Mazéry