LA MUERTE



LA MUERTE

  A las 7.30 de la mañana del 18 de junio de 1982 un empleado del Daily Express caminaba a orillas del Támesis y notó algo extraño: “Mientras caminaba miré hacia el río, primero sólo ví una cabeza que asomaba entre los hierros de un andamio. Me acerqué para ver mejor y descubrí un cuerpo en un andamio de color naranja. El hombre llevaba un traje de óptima calidad.

La River Police intervino y cortó la cuerda que rodeaba el cadáver. En los bolsillos hallaron el pasaporte falso a nombre de Gian Roberto Calvi, dólares, libras, francos suizos en total 23 millones de liras al cambio. También dos relojes marca Patek Philippe, uno de pulsera que se había estropeado por el agua y se había parado a la 1.52, el otro de bolsilo estaba parado a las 5,49. En los bolsillos el cadáver llevaba piedras que pesaban casi 5 kg. Había algunos papeles con escritos ilegibles, uno era una página de la agenda de Calvi con varios nombres de la letra F: Riono Formica, el ministro socialista de Hacienda, Alberto Ferrari, que formó parte de la Banca Nazionale del Lavor y de la P2. La tarjeta de visita del mafioso Alvaro Giardili, y el número de monseñor Hilary Franco en el Vaticano así como la dirección en Washington de su mujer e hijo. Y todavía algo más que el hijo estima da para pensar en un inquietante misterio:

“Mi padre llevaba en el bolsillo al morir una tarjeta de visita de un destacado abogado londinense, Colin Mac Fadyean, un pez gordo de la City relacionado con los ambientes “opus Dei” (En 2006 seguía figurando como tal en el gabinete Slaughter and May, encargado de la estrategia legal de uno de los mayores fondos private equity del mundo, con una capitalización de 3,5 billones de libras esterlinas en 2004 llamado 3i. En el que figuraba el chambelán de la reina Lord Thomas Camoys para empezar y para seguir algunos otros consultores de APSA, la entidad que administraba el patrimonio de la Santa Sede.)”
Sigue el hijo: “Cuando lo encontraron bajo el puente tenía bastantes trozos de cartas que fueron consignadas por los primeros investigadores de la policía. Pero no todo lo que tenía en los bolsillos fue consignado. En el mes de marzo abril del 83 cuando nos presentamos en el alto tribunal inglés para solicitar una nueva instrucción que anulara la primera, ocurrió un extraño episodio. Un día en las oficinas de mis abogados londinenses uno de ellos me pregunta si mi padre tenía en el bolsillo la tarjeta de visita de un abogado de Londres muy conocido.  Más tarde estuve con el periodista Charles Raw en las oficinas del Sunday Times, que había montado su propio archivo sobre el caso de mi padre. Me dijo que Paul Foot, periodista del Guardian se había enterado por la hija del abogado Mac Fadyean que Roberto Calvi  llevaba su tarjeta de visita. Pero que no lo quería contar.

Esta historia me la contaron un mes antes de la segunda instrucción. El hecho es que la dicha tarjeta no apareció. Le pedí a George Carman, nuestro abogado, para que llamara el inspector White y le preguntara con precisión las tarjetas que había en los bolsillos de mi padre. En el verano del 83 se hablaba sobre la desaparición de esas tarjetas.
El periodista del Guardian decidió hablar y sacó en el Daily Mirror la historia de Mac Fadyean una vez que la policía había confirmado que ellos no habían consignado dicha tarjeta de visita porque el tal Mac Fadyean es un personaje inglés de mucho renombre y respetable.”

Hubo por tanto desaparición de pruebas.

“El discurso es muy simple: mi padre tenía dos tarjetas de visita, una la de Alvaro Giardili, la misma tarjeta que tenía en su bolsillo Vincenzo Castillo (uno de los sospechosos de haber cometido el homicidio que a su vez fue asesinado) cuando lo hicieron saltar por los aires. Giardili era un camorrista. Cuando mi padre murió no importó que tuviera en su bolsillo la tarjeta de un mafioso pero que tuviera la de un abogado ilustre, titular de uno de los bufetes más importantes en lo relativo a las transacciones financieras, eso fue un fastidio. Es como si los que encontraron las tarjetas hubiesen decidido, “te dejamos el de Giardili el otro no” y así hicieron desaparecer la de Mac Fadyean. De ahí que sea importante que la Policía Metropolitana realice una nueva instrucción para saber qué tipo de encumbramientos hubo. El nombre de Mac Fadyean nos llevó a Mc Caffery, representante en Italia del Banco Hambros de Londres muy ligado a grupos malteses que comparten instereses con el “Opus Dei” en España. Mac Fadyean está ligado al “Opus Dei”. Negó que se hubiera entrevistado con mi padre pero sé que no dice la verdad. Son aspectos que los jueces ingleses pueden investigar mejor que los italianos. Otros también se han dado cuenta de la existencia de un contacto final entre mi padre y el “Opus Dei”.
Por ejemplo Rupert Cornwell en God’s Banker. An account of life and death of Roberto Calvi.

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