PELIGROS DEL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL

Delicado tema el de los abusos sex a monjas, tan delicado que en nuestro amado país ni siquiera se oye hablar de él y tan espinoso que la cadena Arte hubo de retirar el vídeo en el que se daba testimonio a cara descubierta "fui monja y abusaron de mí" en menos que canta un gallo. En mi vida pasada y aún en esta que se pueda llegar a tanto supera toda imaginación y expectativa, pero ya no me sorprendo de casi nada. Todo es cuestión de "prestigio" y échate a dormir,

es decir, a aprovecharte de los que en tí confían por tu condición de clérigo. No tienes necesidad de demostrar nada. Por serlo ya estás por encima del común de los mortales.

Contesta Isabelle Sibet sobre este tema

 5. ¿Cuál es su análisis de la imagen que se tiene de las personas vulnerables en las estructuras de la Iglesia Católica? ¿cómo analiza la imagen  de las religiosas dentro en la Iglesia? ¿Podrían estas representaciones favorecer el desarrollo de fenómenos de influencia que dejan paso al abuso sexual?

 

 No estoy segura de haber entendido su pregunta, pero de todos modos voy a decir algo al respecto. La Iglesia es el cuerpo de Cristo y, por tanto, existe la noción de cuerpo. La noción de cuerpo y por tanto de comunidad. Como cristianos no estamos aislados unos de otros, no se es cristiano en soledad, y se han implantado tradiciones centenarias, basadas principalmente en el Nuevo Testamento, para que podamos avanzar juntos en el respeto de cada uno y de sus carismas (cf. cartas de san Pablo) . En el tema que nos ocupa, retendré dos nociones, la de acompañamiento espiritual y la de obediencia, porque donde debe suceder lo mejor que sucede lo peor. 

 

El acompañamiento espiritual permite tener una mirada externa en el propio camino hacia Dios, es una salvaguardia, una garantía para evitar las trampas y tentaciones del orgullo ("el espíritu propio es mal consejero", nos decían, sí, pero...), lo que implica confiar la propia intimidad a otra persona. Lo mismo ocurre cuando se habla con un terapeuta. Pero el trabajo del terapeuta es psicológico y nada tiene que ver con la relación con Dios. Si el guía espiritual en lugar de hacerse a un lado  y dedicarse a vigilar las salidas de la carretera, se dedica a hacerse con la brújula y se convierte en el conductor, solo podemos esperar lo peor. 

 

El acompañamiento espiritual es un lugar de gran vulnerabilidad para los acompañados; hay muchos guías mal capacitados. Ocurre lamentablemente que algunos guías viven el acompañamiento a los demás como un sueño de omnipotencia, y ellos  mismos no son bien acompañados por sus guías espirituales, y además les mueven malas intenciones.. Los hay que coleccionan mujeres como si de un collar de perlas se tratara, con el pretexto de hacer partícipes del amor de Jesús.

 

 La obediencia y sus peligros ocurre sobre todo en comunidades religiosas. El libro de Dom Dysmas de Lassus, Ministro general de los Cartujos, recientemente publicado debería arrojar una buena luz sobre las bondades de la buena obediencia, la obediencia que  deja ir y, al mismo tiempo, da la seguridad necesaria para el desarrollo de una vida en Dios en total libertad. Pero la obediencia adulterada puede convertirse en excusa para la esclavitud, ya sea psicológica, física, sexual o espiritual. 

 

Con respecto a las personas religiosas,  me he enfrentado a tres tipos de situaciones: 

-la cultura impone las relaciones sexuales y luego las víctimas son las religiosas. La monja no puede negarse a aceptar el acto sexual que le impone el que considera su superior. Así he tenido pacientes a los que tuve que explicarles que no sólo tenían el derecho, sino el deber de rechazar estos actos, que no estaba en el orden normal de las cosas, que sus cuerpos y sus compromisos les pertenecía.

-la monja o el religioso pertenecen a una estructura que ha teorizado un concepto que autoriza, incluso favorece el paso a los actos sexuales;

-Un hombre o una mujer abusa sexualmente de otra persona en una relación especial y oculta. 

En ninguna de estas tres situaciones la víctima es libre. ¿Y por qué no puede negarse a la relación? 

En el primer caso  la situación se presenta como normal, la monja es buena para el sacerdote. En la víctima se da una disociación interior, por un lado su vida de oración y entrega a Dios y, por otro, lo que no comprende pero que se le exige y que no puede rechazar. Luego se ve invadida por su propia impotencia y la inevitabilidad de la agresión sexual. 

En el segundo y tercer caso entra en juego el fenómeno del dominio, un control que suele comenzar con la seducción y en el que el apoyo u obediencia suscitada jugará un gran papel. Todos estos abusos están envueltos en odiosas mentiras: "Lo que hacemos no es grave", "Yo vigilo tu pureza", "Mientras no disfrutes no es sexual", o en sentido contrario "El disfrute es un regalo de Dios", "Dios está ahí, lo noto, confía en mí", "A medida que crecemos en el amor, elevamos nuestras almas hacia Dios" "Dios es infinito, no tiene límites "... 

Todo es posible: el abusador puede llegar a ofrecer ropa interior, juguetes sexuales para hacer como en "el Cantar de los Cantares ".

 
 6. ¿Qué piensa del clericalismo señalado por el Papa Francisco y que podríamos considerar como uno de los factores explicativos del abuso sexual? ¿Tienen los obispos un papel particular a este respecto? 
 
Me parece que el clericalismo es la caja de Pandora que permite chivos expiatorios, una especie de cajón de sastre en el que cabe todo (en el sentido de que no podemos nombrar las cosas) y con el que se evita que cada cual se autocuestione de modo reflexivo y personal. Detesto el clericalismo porque es la puerta abierta a todos los abusos y las humillaciones. No creo que hoy sea fácil ser sacerdote o religioso; algunos de mis pacientes cuando se suben al tren o al metro para venir a una entrevista han sufrido humillaciones por parte de otros pasajeros, les han escupido o llamado sucios pedófilos. 
 Sin embargo, este fenómeno es menos frecuente desde el incendio de Notre Dame; al día siguiente del incendio, a algunas monjas incluso se les ofreció un asiento en el metro. Uno de mis buenos amigos sacerdotes,  al enterarse del asunto Jean Vanier, me dijo: "Que llegue el fin del mundo, esto es inaguantable". Algunos obispos quisieron proteger la institución escondiendo y reubicando a los criminales y, como resultado, entregaron a sus sacerdotes a la venganza popular y han permitido el abuso de niños. 
 
¿Hay que extender el clericalismo indiscriminadamente en toda la Iglesia? Conceptos mucho más simples de comprensión y acercamiento me parecerían más útiles, como el respeto inquebrantable al otro en su cuerpo, su alma y su espíritu, en su libertad, pero también competencia, competencia extrema, ejercicio de sus justas responsabilidades; se puede abusar de dos formas, por exceso, es decir por maltrato: abuso de poder, manipulación mental, maltrato físico, abuso sexual, etc., pero también podemos abusar por defecto, al no ejercer su responsabilidades.

 7. En su conferencia del 9 de diciembre de 2019, aludió a sus hallazgos en los estatutos de las comunidades religiosas. ¿Identifica ciertos tipos de estructuras en la Iglesia que son más riesgosas que otras? y simétricamente, ¿determinadas buenas prácticas que serían beneficiosas si se generalizaran? 

Hay más riesgo cuando las comunidades no se apoyan en una tradición antigua, con principios probados a lo largo de los siglos, cuando los estatutos sean creados desde cero por una y la misma persona que es al mismo tiempo fundador, superior, malformado y arraigado en la nada; también hay más riesgos cuando, en los estatutos, no hay controles ni contrapesos.

 Los riesgos también son mayores cuando se trata de espiritualidades que promueven manifestaciones emocionales y arrebatos. Hay demasiadas situaciones en las que los clérigos son juez y parte en la Iglesia. A modo de ilustración, las visitas canónicas que realiza el obispo referente de la comunidad son visitas canónicas en las que no se quiere oír a los que  denuncian abusos, en las que el visitante o el comisario pontificio también tiene responsabilidades en las células de lucha contra las aberraciones sectarias o los abusos sexuales. Me explico: si una persona quiere quejarse de su superior jerárquico N + 1, lo hará a su superior N + 2, pero si el N + 2 también es el N + 1 el bucle se cierra y la persona no podrá hablar. Además, las visitas canónicas extraordinarias deberían lanzarse con mucha más facilidad que en la actualidad, que las conclusiones no se diluyan, "para no herir a los abusadores" y que siempre sean comunicadas a los interesados y a cada persona si se trata de una comunidad.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Los abusos a monjas es un tema sabido de siempre como las relaciones sexuales entre monjas y curas.Es como las relaciones entre numerarios y numerarias del opus o entre supernumerarios y supernumerarias.
Es por esto que se organizan las actividades y círculos continuamente. Para que se conozcan y puedan relacionarse con los tocamientos que caracterizan a los miembros del opus Solo hay que ir un día a alguna de las actividades que se organizan por ejemplo en el centro Camp Joliu de Vilafranca Penedés.Los profesores y alumnos van como locos buscando la presa y las adeptas que se prestan no se quedan atrás.Los parkings y jardines de este centro están llenos de gomas que se utilizan para cometer los pecados y poder confesarse.No queramos despistar ni manipular como es costumbre en el opus Dei.La gente de a pie ya conoce lo que se cuece dentro.Y el sexo es el protagonista.La obra de Dios fue creada para eso aunque parece que ahora el Vaticano quiere limpiar su imagen descubriendo públicamente a los pedófilos y pederastas como el Cristian Barquero o el Emilio del centro Camp Joliu que mencionais. Sexo,mentiras y dinero.Las tres premisas del opus dei que visionó su fundador al que nombraron santo.No hay que olvidarlo.
Anónimo ha dicho que…
Lo cierto es que ocurren estas desgracias y curas y monjas salen indemnes de esta mierda.Pero no hay nadie con bemoles y me van a perdonar ustedes el lenguaje, para decir hasta aquí. Y seguimos dando a esa mierda de la iglesia once mil millones de € al año. Pues si que somos gilis
Anónimo ha dicho que…
Hay monjas y curas jóvenes que ya saben a lo que se apuntan cuando descubren su "vocación".En el Opus dei los curas jóvenes saben que tienen carne fresca con adeptas que esperan con ansia que las "confiesen" ya que en sus casas no tienen con quién
Y las numerarias (o chupa-chups) tan contentas con su nueva vida.Hasta que el Vaticano no elimine este tipo de sectas continuará el sexo desenfrenado y los abusos a menores y no tan menores en estos centros,colegios, clubs.. y demás parafarnalia como este colegio Camp Joliu que se menciona montado,como todos los centros y colegios del opus,para cumplir los fines que visionó el fundador. Sexo,Sexo,sexo!!
Anónimo ha dicho que…
En el Opus Dei,como es una forma de vida,los curas cuando empiezan son muy jóvenes.Y muchos,ya saben porque se apuntan.Es la única ocasión que tienen para estar a solas y tener relación con chicas o chicos.Y a veces,las confesiones se convierten en auténticas orgias.Los que tienen más edad ya lo saben y conocen la bicoca de las confesiones.Y si tienes de director espiritual a un pulpo ni te cuento.Cuando empiezan a tocarte el pelo o las piernas a veces da grima. Este es el verdadero opus dei y no lo que quieren vender.Ya no engañan ni a San Pedro.Realmente deberían suprimir esta secta como decís.A ver si alguien tiene bemoles y se ponen a hacer los deberes.El Vaticano ya tiene trabajo si no quiere desaparecer como está profetizado.

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