ELENA Y COLLEEN

Elena Sánchez que estuvo en la Comunidad de Belén 21 años, salió en 2011, ha encontrado en el arte y la pintura un modo de expresión y de oxígeno tras las malas experiencias. En el vídeo se pueden admirar sus dibujos, desde la iconografía que aprendió en la Comunidad hasta dibujos más recientes de mujeres. Expresa la independencia, poniendo el acento en la cabellera abundante y libre, sin velo. El velo de monja fue un aditamento religioso que la mortificó y le hizo perder el pelo. 

Desde pequeña le gustaba pintar pero sus padres no tomaban en serio la opción "vivir del arte". Por lo Elena que inició estudios de derecho. Con 20 años fue captada. En esa comunidad religiosa se aprecian los talentos artísticos pues viven de la creación de iconos realizados según las reglas orientales. Pintar era una forma de oración para los monjes del monte Athos. 

Anuncia una exposición de sus dibujos en un café de Sanary sur Mer, y en el folleto guía de la misma narra su recorrido en el entorno sectario y su liberación, salir de allí  y retomar tras unos años el arte, pequeños pasos en la reconstrucción y el reencuentro con lo que la hace vibrar en la vida. Un ejemplo de evolución personal que no se esconde ni tiene vergüenza por el pasado.

Se aprovecharon de sus dones artísticos, pero  cuando empezó el "acoso y derribo" destructor típico de todo grupo sectario en el que se busca el dominio de la persona, su culpabilización, la superiora de la Orden le prohibió pintar. Has de someterte hasta el límite. Y fue el final, uno de los hechos que la hizo reaccionar  ¿dónde estoy? en un sitio donde me prohiben lo que más me gusta hacer. Pasaron varios años tras su salida antes de retomar los pinceles. Había una ansiedad asociada al tiempo de monja pintora de iconos. Pero poco a poco Elena ha ido dejando atrás las nubes negras que ensombrecían su vida.

 Volviendo a lo nuestro, Colleen O'Neill vive en Boston (Massachussets) y fue numeraria auxiliar durante 20 años.

Salió en abril de 2005 tras un recorrido de doméstica al servicio de la organización. Colleen tuvo que renunciar a su sueño de ser escritora y hoy con 40 años es una mujer en serias dificultades. Además cuando salió del opus, Collen cuenta que sufrió persecución junto con su familia.

Una historia dramática, que me fue narrada por la propia Colleen y por su madre, Jean, mujer de inmenso coraje que por salvar a su hija y su familia tuvo que afrontar, con increíble optimismo y fuerza de voluntad, dificultades insuperables para cualquiera.

Inicia la narración Jean, una señora pequeña, diminuta, con ojos de azul intenso y una voz alegre llena de determinación. Durante años trabajó como enfermera y asistió a situaciones humanas difíciles y sin embargo "Opus Dei" logró arañar su confianza innata, simple, limpia, sin retorcimiento. Una católica de corazón, atenta al bien de sus seres queridos y de las personas que la rodean, ajena a los juegos de poder que atraviesan la Iglesia, ha afrontado muchas batallas en su vida, dignas de un libro a parte.

El amor de esta mujer menuda y optimista por su familia lo capté al momento por un detalle insignificante, en cuantos nos vimos me mostró orgullosa un calendario realizado con fotos de la familia. Fotos sencillas, de americanos robustos de origen irlandés, gente orgullosa de sus orígenes y de su honradez.

"Nuestra familia es de origen irlandés, profundamente católica y practicante" empieza a contar Jean. "Todos frecuentamos desde siempre la iglesia del lugar, y nuestro hijo Jim fue monaguillo. Nuestra profunda fe no nos ha impedido manifestar nuestro sentido crítico. En Boston tuvo lugar el gran escándalo de los sacerdotes pedófilos. Uno de los sacerdotes acusados fue hallado colgado en la cárcel, no se suicidó por la vergüenza, lo asesinaron. Todo el suceso provocó una profunda rabia en muchas familias católicas como la nuestra, hubo manifestaciones de protesta pidiendo a la Iglesia medidas más drásticas. La actitud del cardenal Law que protegió a los curas pedófilos suscitó en todos profunda indignación. Semejante acto debería de haberle valido la cárcel si hubiera una verdadera justicia humana y divina. El cardenal encubrió una gran montaña de porquería que la Iglesia no debería permitir".

Expresa bien el espíritu batallador de la señora O'Neill, que me cuenta cómo su hija fue reclutada por "opus dei":

"Al principio de los 80 yo y mi marido Robert, manager que trabajó en IBM, encontramos la casa de nuestros sueños, la que le iba bien a nuestra familia en una zona de los alrededores de Boston. Teníamos por vecinos a una familia católica, gente famosa y muy bien situada, los Wally. La pareja se llevaba bien, tenían una casa bellísima, los hijos estudiaban en la Universidad de Notre Dame tras haber pasado por buenos colegios de Boston. Una familia de alto nivel, bien insertada en lo que nosotros en broma llamábamos "la mafia católica". 

Mi marido y yo teníamos entonces 35 años, éramos muy jóvenes. Conocimos a los Wally en la iglesia. Eran muy cariñosos con nosotros, muy amables y aparentemente sinceros. Fue nuestro primer contacto indirecto con "opus dei". Pasaron unos 8 ó 10 años sin que ocurriera nada particular.

La señora Wally me invitaba a reuniones del "Opus Dei" solo para mujeres, retiros espirituales acompañados de canciones y textos religiosos. Al final había un cóctel donse se servían bebidas y cacahuetes mientas se hablaba de la fe. No me sentía muy a gusto en aquel ambiente, había algo postizo, pero era difícil de discernir qué pasaba".

Cuando vió que la madre era dura de pelar, la señora de la alta burguesía bostoniana se acercó a la hija:

"La sra Wally puso a mi hija en contacto eon Pembroke Center, un centro opus enorme, una casa donde se realizan retiros espirituales. En aquella época Colleen estaba en el instituto. Nació en 1966 y tenía entonces 17 años. La señora Wally nos dijo que Colleen podía tener un trabajo estival en este centro del opus. Nos pareció bien, siempre pensamos que una estudiante tiene que trabajar en verano. Además teníamos 5 hijos. La señora nos dijo que si quería Colleen podía trabajar como camarera en este centro opus. Dados los buenos resultados en la escuela, Colleen ya estaba preinscrita en la universidad y había superado las pruebas para obtener una beca. Solo tenía 17 años pero era muy inteligente, quería ser escritora."

Colleen inició el trabajo estival en Pembroke Center y la experiencia inicial fue positiva: le conquistó el ambiente de aparente serenidad, la espiritualidad que expresaban sus compañeras de trabajo. Le impresionó el ambiente recogido y de meditación. Algo maduró en ella y en la residencia le ofrecieron la posibilidad de matricularse en una escuela hotelera, Lexington College en Chicago, emanación opus. Colleen obtuvo su diploma con buenas notas y después hizo la gran elección.

Su madre recuerda bien aquel momento: "Al final del verano llega Colleen y nos dice: he decidido que no voy a ir a la universidad. -¿Estás de broma? ¿qué dices? exclamó mi marido. Colleen parecía decidida: Me voy a matricular en una escuela profesional, no voy a la Universidad. Le preguntamos: ¿Por qué en Chicago?,  nos dijo: porque en Chicago está la escuela hotelera del Opus Dei.

Nos pareció una decisión incomprensible. Colleen siempre fue muy brillante, siempre había querido ser escritora. Tuvimos una gran discusión en la familia, a todos nos parecía una decisión extraña, para muchos incluso inaceptable. Siempre dimos libertad a nuestros hijos. Nuestra hija Clara se fue un año a Australia, la otra, Kathleen estuvo en Sudamérica, mi hermana mayor vive en Hong Kong y quería que Colleen estuviera un año con ella, siempre que ella lo decidiera con plena autonomía. Nuestro lema es: you choose the way you wanna go. Somos una familia de valores que se toman en serio pero muy abierta. No se trataba de que la escuela hostelera nos pareciera poca cosa. Pero estaba claro que Colleen quería ir a la universidad y dedicarse a la escritura. Así que cuando nos dijo que quería matricularse en esa escuela de Chicago nos quedamos perplejos: ¿por qué Chicago? tienes que ir a la universidad, tienes una beca, no tiene sentido. Pero ella estaba decidida".

Ferruccio Pinotti

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Porque criticar unos hijos echos con amor por una pareja y decir que te tienes que arrepentir de ellos porque son hijos del pecado pues lo siento mis hijos no son del pecado ya que estuvieron echos con amor y fueron buscados y deseados

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