LA CENSURA
Pero volvamos a nuestra investigación. Ocuparse de la vida secreta del opusd significa necesariamente hablar de censura. El tema de la información crítica sobre el "opus dei" es particularmente delicado, sobre todo en Italia. En nuestro país no ha habido un solo libro hasta el día de hoy que proponga de modo documentado, un análisis crítico de un fenómeno tan importante.
Lo poco que existe se sitúa en nivel de las publicaciones de "nicho" como el meritorio trabajo de la editorial de los protestantes, la Claudiana, o de "escritos corsarios" distribuidos personalmente por autores a menudo perseguidos o silenciados.El "Opus Dei" por su parte, a través de su apostolado de la opinión pública, intenta frenar a los incautos periodistas y escritores que se ocupan de sus actividades, gracias a la red de los directores de editoriales, de periodistas "amigos" presentes en muchos grandes periódicos y en particular en las redacciones de cultura, por no hablar de los "vaticanistas", que huyen como de la peste de cualquier noticia que pueda molestar al Vaticano.
La orden de los directores de los grandes periódicos parece explícita: no se ataca al "Opus Dei", al contrario, hay que acariciarlo en el sentido del pelo, mimarlo, halagarlo con artículos hagiográficos sobre la santidad de Escrivá o sobre la necesidad de canonizar en tiempo récord a su sucesor, monseñor Alvaro del Portillo, al que se dedican plazas y calles por parte de ayuntamientos complacientes con la primera beatificación.
Pero hay un nivel más avanzado: el de la persecución. En los casos en que opus se siente herido o vejado por una investigación la estrategia implementada es sutil pero durísima. OD no sale directamente al campo querellándose con el autor o periodista en cuestión. Hacerlo significaría admitir la herida, reconocer que la otra parte dió en el blanco, que de algún modo ha sacado a la luz el nervio del asunto. Además un ataque que llevase el nombre "opus Dei" durante un juicio tendría inevitablemente amplia resonancia en la prensa nacional y extranjera, produciendo un grave daño a su imagen. Otro efecto indeseado sería el de transformarse en un nuevo Salman Rushdie, en un símbolo de libertad capaz de denunciar la existencia de un fundamentalismo católico peligroso y manipulador.
Les resulta muy fácil decir que una persona no pertenece, puesto que las listas de quienes pertenecen son secretas y nadie hasta el día de hoy a ha tenido acceso a ellas. En el caso del "opus dei" y sobre este punto de la pertenencia en el pasado hubo preguntas en el parlamento italiano, mientras que hoy por hoy los políticos de todos los partidos guardan respetuoso silencio, un control similar al que se tiene de la masonería desde las prefecturas de policía es imposible. Y al juez que interrogase a la Prelatura sobre un miembro muy conocido se le contestaría que la pertenencia es solo una realidad de fe: un "mantra" que se acompaña del rechazo firme a dar a conocer todo lo relativo a las propias huestes.
Es precisamente este secretismo lo que hace del "Opus Dei" una realidad cuestionable.
Un grupo de poder cuyo poder es siempre mayor en el mundo de los medios de comunicación es capaz de bloquear el legítimo debate sobre él mismo.
Nadie quiere optar a convertirse en un nuevo Salman Rushdie del fanatismo
No sabría decir si lo que Pinotti dice de Italia es exactamente igual en España, o en España la situación es incluso peor que en el país de la bota. O no, se ha escrito ya más en español que en italiano dando a conocer la vida secreta y oculta. Pero curiosamente nadie de fuste se interesa. Silencio informativo ensordecedor. Y si lo hacen rápidamente cambian el sentido de la pregunta.
Como ya he dicho en varias ocasiones, fue doloroso observar a españoles jóvenes, otras generaciones nacidas a veces después del 78, otra España que la franquista, que tras un acercamiento a esta cuestión en el sentido de dar credibilidad a las quejas y denuncias, han acabado por caer en su seno, es decir, ampararse en ellos en cuestiones laborales e ideológicas.
No diré nombres, cualquiera puede excavar y recordar los que personalmente conocí y al cabo de 10, 15 años no dí crédito al retournement de veste en sus fobias/filias.
Por eso digo que es peor aquí, porque también quienes de primera mano saben de qué va, ceden a los encantos mafiosisectari.
Comentarios
1. Represalias. "En los casos en que opus se siente herido o vejado por una investigación la estrategia implementada es sutil pero durísima". Cierto, pero no menos que el refrán, "donde las dan las toman".
2. Secreto. Respecto al "rechazo firme a dar a conocer todo lo relativo a las propias huestes”, me remito a la petición 3659/2008, de 16 de abril, que presenté al Congreso de los Diputados, instando “se promuevan las reformas legislativas necesarias para establecer la obligación de declarar los vínculos de Jueces, Magistrados, Fiscales y demás funcionarios con la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei”.
Añadir que el concepto “estructura de pecado”, atribuido a Juan Pablo II, equivale a los factores situaciones y sistémicos identificados por Philip Zimbardo en sus estudios sobre la Psicología del Mal,
https://ccytem.morelos.gob.mx/sites/ccytem.morelos.gob.mx/files/El%20efecto%20Lucifer%20-%20El%20porque%CC%81%20de%20la%20maldad.pdf