LA CARTA DE UN HOMBRE DESESPERADO
LA CARTA
de un hombre desesperado que confía ciegamente en el Opus Dei y se niega a
admitir que ha sido estafado, y que la persona a la que dirige dicha carta es
el máximo responsable de la estafa. Esa fue la carta que escribieron en los
momentos anteriores a su salida tantos numes, también supers y
agres, como se ve por las líneas que nos han llegado de los
45 folios de la de Ruiz Mateos,
dejado en la cuneta por el Opus Dei como un trapo después
de haber dado millones y haberse arriesgado con la justicia por el “Opus
Dei”. Está fechada el 31 de mayo de 1985:
“Le aseguró Padre que
todos los hechos que le cuento son verdad y Dios lo sabe. Mi único objetivo es
informarle de lo que pasó y si fuera posible recibir su consejo. Me lo han
quitado todo. No valoraron nada de lo que hice, he sido deshonrado,
desacreditado en mi trabajo y expulsado de España. He sido perseguido,
calumniado, difamado. He estado en la cárcel, me han separado de mi familia
¿hay algo que no me haya pasado?
(Sí, hay algo, no espabilaste y los recibiste en tu casa)
Le pido Padre que se
ponga en mi situación e intente entenderme. Estoy seguro de que tendrá compasión
de mí, si entendiera lo que estoy sufriendo me ayudaría mucho a aligerar mi
dolor…”
Seguidamente recitaba la procesión de miembros destacados OD
que fueron a verle en Londres y luego en Frankfurt. Todos lo habían dicho que
callara pero se preguntaba el jerezano empresario: “¿a quién beneficia que me calle? Puede estar seguro Padre de que en
ningún momento quise implicar a la institución y creo que lo he demostrado
hasta el heroísmo”. ¿Y cómo le habían pagado por su silencio? Ruiz Mateos
se quejaba al prelado del OD de que el vicario regional en Alemania le había
advertido: “Date cuenta de que mañana puedes morir de un heart attack”. Y seguía:
“Mi entorno personal
está intímamente ligado a la Obra:
mi mujer, mis hijos, mis hermanos, mi cuñado y hasta mi abogado Crispín de
Vicente. Cuántas veces he llorado por mi situación para recibir sólo un
silencio sepulcral y darme cuenta de que me miraban con reserva para entender
finalmente que ellos no me entendían…”
A ver si no es de locos esta reacción tribal tan típica en
el “Opus Dei” de dejar caer a un padre y marido poniendo por delante del amor
esponsal y el amor filial el amor al “Opus Dei”. Tanto que llenan calles para
defender la “familia”, a la hora de la verdad, sólo cuenta una familia, la famiglia. Me refiero a las movidas benignas del Foro de la Familia, hoy en horas bajas o más bien en horas silentes, ya que gobierna el PP, todo en orden. Pero a ZP le dieron buena lata, y eso que fue especialmente generoso con los dineros dados a la iglesia.
Citaba la carta que había recibido de Luis Valls negando su
relación con los problemas relacionados con el banco de España. Otro Judas: “Si
alguien te ha fallado no fui yo.”
Para asegurarse de que la carta llegaba a las manos del
prelado, Ruiz Mateos se la confió a su hijo mayor, Zoilo, quien se presentó con
ella en Villa Tevere. Jamás recibió una respuesta.
Me hierve la sangre pensar que contemporáneamente a estos
hechos se les llenaba la boca con las charlas de “filiación al Padre” que nos
daban a las jóvenes vocaciones de numes, totalmente in albis de estos avatares de supernumerario más famoso y generoso
de España. No hay padre sin paternidad y este ejemplo de que pasan de la gente
cuando ya no les es útil es significativo y tira por tierra tanta mandanga como
nos hacían repetir a diestro y siniestro a propósito “de los desvelos paternos
del prelado por nosotras y de la oración y mortificación diarias que habíamos
de ofrecer por su persona e intenciones”, …y un cuerno. Cuanto rollo.
El padre de los desvelos paternos, Alvaro Portillo, jamás
respondió pero envió un emisario: Amadeo de Fuenmayor, llegó desde Roma para
entrevistarse con él. Y en vez de tratar el asunto o los asuntos que
inquietaban a Ruiz Mateos, argumento ad
hominem, le preguntó: “¿Cómo está tu alma? ¿Estás haciendo las normas?” santificación del cinismo, así nos trataban cuando pones la cartas encima de
la mesa. Ruizma lo mandó a regar y le preguntó por la carta que había enviado
al prelado.
“¿De qué carta me hablas?” replicó y cuál pájaro de mal agüero
le recordó los Novísimos: “¿No sabes que puedes morir esta noche? ¿No sabes que
puedes tener un heart attack o morir
de cáncer?
En noviembre de 1985 las autoridades alemanas aceptaron la
extradición y lo llevaron a Madrid en un vuelo militar. Pasó siete semanas en
un ala de máxima seguridad de la cárcel de Alcalá Meco. Tuvo mucho tiempo para
reflexionar y poner en orden sus pensamientos. Reapareció en año nuevo en el
curso de una audiencia relativa a la libertad bajo fianza, aprovechó para
escapar de la custodia policial poniéndose un bigote, una peluca y vistiendo
una trenca en los lavabos de los juzgados. Unos días después reapareció en
conferencia de prensa quejándose sobre las condiciones de su detención. A partir
de ahí las autoridades, colmados ya sus nervios, decidieron dejarlo en arresto
domiciliario.
En ese momento de la historia le pasó parecido a Calvi y que
a la infanta Cristina, ¿por qué le tenían que acusar a él de exportación ilegal
de capitales mientras los que le habían presionado para realizarlo (o había hecho igual) no eran
acusados?. De ahí que informara a los señores magistrados que se
ocupaban del caso que tres directores nacionales del “Opus Dei” Alejandro
Cantero, Juan Fco Montuenga y Salvador Nacher no sólo le presionaron para que
hiciera contribuciones millonarias al “Opus Dei” sino para que las transfiriera
en su nombre al extranjero. Dijo que había
dado en líquido al Opus Dei 7 mil millones de pts procedentes de las arcas de
Rumasa. Sus alegaciones fueron oportunamente negadas por los directivos de
Diego de León 14, aunque reconocían que RM había sido miembro del OD.
Por cierto que he averiguado que el día del bombazo contra
Carrero los terroristas de ETA anduvieron por aquella opusina esquina entre
Lagasca y Diego de León. Tuvieron que enterarse los primeros, caso de que no lo
supieran de antes, el coche del almirante Carrero saltó a pocos metros de allí.
En mayo de 1986 los directores OD le enviaron un ultimátum: si no retiraba sus acusaciones contra los 3 directores lo echarían. En vez de
retirarlas Ruizma sacó a la prensa quince fotocopias de las transferencias de
Rumasa del Nordfinanz Bank de Zurich a “River Invest” con cuenta en Union Bank
de Suiza en Ginebra. Mientras en la oficina del Fiscal General del Estado cavilaban
sobre qué resolución tomar, hay que decir que el Fiscal Fco Jiménez Lablanca
era OD, el “Opus Dei” tuvo la desfachatez de negar toda conexión con las actividades
empresariales de Ruiz Mateos. Le añadieron entrevista en Epoca
al vicario regional Tomás Gutiérrez Calzada para contrarrestar los daños
colaterales de las acusaciones de Ruiz Mateos. 8 páginas de entrevista
encabezadas con el título: “Los enemigos de la libertad nos están atacando”. Libertad
en este caso era sinónimo no solo de Opus Dei sino más bien de Iglesia, porque quienes
sacan “papeles” contra ellos inevitablemente son los enemigos de la “Iglesia”.
Aunque un poco más abajo “los enemigos” de la Iglesia no eran los
yihadistas todavía sino Ruiz Mateos que “nos amenaza con dar un escándalo público”.
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