UNA HISTORIA MODELO

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Orden religiosa controvertida intenta que una víctima mienta

Quizás prefieren que nos enteremos de los trapos sucios de un imitador. Da pie para imaginar lo que uno quiera con respecto a un grupo más poderoso y extendido entre gentes de bien, en este y otros países.

Todas estas trampas para gente inteligente, válida, educada en un entorno de fe, en buenas familias, la clásica familia como gusta a los franquistas, la de siempre, vienen de perlas a los que no quieren que el mundo cambie, encerrando en sectas variadas y diversas a lo más valioso de la juventud. El censo de los caídos en trampas sectarias católicas particularmente en los años del polaco es largo y tendido. Y no sólo los jóvenes, también sus padres se dirigen con estos santos curas.

 Pero bien, veamos como se la juegan los santificadores y sus guías, constructores de una iglesia renovada: la extorsión, el abuso, la mentira, el disimulo, los traslados de país. Les salva que tienen inmuebles, capital imprescindible, como todo el mundo sabe, para eso vino Jesús al mundo, para invertir en ladrillo. 

Si fueran pobres a lo Asís habrían desaparecido hace tiempo. 

No quisiera verme en el pellejo de los “responsables” que ven y tapan y mienten para seguir tapando, pasando ampliamente del sufrimiento causado en nombre del evangelio a chicos y chicas de lo mejor de su generación, salvando el capital como único norte en la vida "de fe". De fe en los dólares, en los que no hay que ser un dechado de creyente para creer.

Estos son los capítulos de la telenovela, estructura narrativa mil veces repetida:

1. Grabaciones probatorias
2. La imposible reforma de la Legión 
3. El control de las víctimas  
4. Madre angustiada de un adolescente que sufrió abusos
5. La Legión "sabía"
6. Las primeras denuncias del mismo delincuente
7. Intentando sofocar el escándalo  
8. Puñalada final a la familia 


Así las gastan con las familias devotas y sumisas los machacadores de oídos con la defensa de la familia. La familia tradi es fuente de "pescadito" (en el mar hay peces grandes a millares....) y money. Por lo demás si te salen respondones  y denunciantes, al cubo de la basura con ellos: madres, padres, hijos una vez extraída pasta, libertad,  juventud, salud. 

No aprenderemos nunca.

 

Miércoles 19 de febrero de 2020

NICOLE WINFIELD y MARÍA VERZA

MILAN (AP) – Hace 20 años su hijo fue víctima de abuso por parte de un cura de la Legión de Cristo. Años después cuando se enteró acudió al cardenal Velasio De Paolis (nombrado comisario vaticano para hacer limpieza en la Legión) para denunciar el trato que la congregación le proponía.

La familia  Martínez recibiría 15.000 euros y a cambio el chico habría de retractarse del testimonio que ya había dado ante los fiscales de Milán acusando a un cura de agresión sexual a la edad de 12 años, cuando era seminarista de la congregación en el norte de Italia. Tenía pues que mentir.

El cardenal no pareció sorprenderse ni indignarse. Contuvo una risita ahogada y dijo que no tenían que firmar, pero que era mejor llegar a un acuerdo sin abogados por medio. “En el nuevo testamento dice que los cristianos hemos de saber arreglar las cosas entre nosotros.”

Cardenal Velasio de Paolis, comisario del Papa en la Legión (1935-2017)

Grabaciones probatorias

La conversación entre la madre y el emisario del papa Benedicto XVI fue grabada. La grabación y la propuesta de pacto que ocupa 6 páginas, son elementos de prueba en el procedimiento penal que se abrirá el mes que viene en  Milán. Los fiscales afirman que abogados y curas de la Legión intentaron hacer obstrucción a la justicia y manipular a la familia de Martínez dándoles dinero para lograr la retractación del joven con la esperanza de anular la investigación criminal al cura abusador,  Vladimir Reséndiz Gutiérrez.

Los abogados de los 5 acusados no han querido hacer comentarios. La Legión insiste en que se declaran inocentes. Un portavoz hizo saber que por aquel entonces la Legión  no había adoptado las políticas y directivas de protección de la infancia que hoy son obligatorias en la congregación.

De Paolis está por encima de la justicia de este mundo puesto que falleció 2017 y no hay pruebas de que ya sabía y que había aprobado la propuesta de trato. Pero la grabación y los documentos hallados en el registro de la sede de la Legión en 2014 muestran que cerró los ojos a los superiores que protegían a los pedófilos dentro de la Orden. 

Por otra parte las pruebas muestran que cuando de Paolis supo de los delitos de Reséndiz en 2011, aprobó que se iniciara un procedimiento canónico pero no acudió a denunciar a la policía. Tampoco denunció cuando en 2013 supo que la Legión intentaba obstaculizar la investigación. 

La imposible reforma de la Legión

Tras su conversación con Yolanda Martínez, De Paolis abrió el Capítulo General de la Congregación en  2014 y anunció oficialmente que su misión de “reformar y purificar la Orden religiosa” había llegado a término. La Legión estaba “curada y limpia”.  Pero la realidad era otra .

Benedicto  XVI confió a  De Paolis, reputado especialista vaticano en derecho canónico, la misión de restaurar la Legión en 2010, tras las revelaciones sobre el fundador Maciel según las cuales había violado a unos cuantos seminaristas además de haber tenido 3 hijos con dos mujeres diferentes y que había fundado una comunidad desviada para ocultar sus delitos. Muchos dijeron que la Legión tenía que ser disuelta pero Benedicto XVI pensó otra cosa, ya que la Legión era demasiado grande y rica para dejarla caer. Optó por un proceso de reforma y dio a De Paolis plenos poderes para reconstruir la Legión de arriba abajo, afirmando que tenía que pasar por un profundo proceso de "purificación" y "renovación".

De Paolis no pensó que fuera conveniente hacer dimitir a la guarda pretoriana de Maciel. Hoy siguen en funciones directivas. No quiso investigar sobre lo que había permitido a Maciel disimular sus delitos. Se negó a reabrir antiguas alegaciones que incriminaban a otros curas, incluidos violadores en serie que quedaron impunes dentro de la Legión. 

Tampoco quiso desarraigar la cultura arraigada en la Legión de los abusos sexuales, el disimulo y el secreto, además de la tradición de escapar a la investigación criminal de la policía, aislar a las víctimas, desacreditarlas y silenciarlas. Por consiguiente hoy antiguos partidarios de Maciel cuestionan la reforma y la juzgan ineficaz.

El control de las víctimas 

« Siempre intentan controlar a las víctimas, minimizar sus quejas, difamarlas, acusarlas de exageración», explica Alberto Athié, un ex cura mejicano que lleva 20 años defendiendo a víctimas de abusos sexuales por parte del clero, en particular a víctimas de la Legión. 

« Si no logran controlar a las víctimas, pasan a la etapa siguiente, que consiste en dirigirse a los padres, intentando minimizar las cosas o intentando comprarlos, taparles la boca. Si no les funciona entonces van a juicio y hacen lo posible por ganar el caso ».

Hoy las víctimas de otros curas legionarios rompen su silencio, y cuentan sus historias. Hay abusos sexuales, psicológicos y espirituales. Los testimonios de esas víctimas muestran que la cultura del secreto y el disimulo sigue sin cambiar en la congregación.

«Dicen que están cerca de las víctimas y que quieren ayudar a las familias », declara la sra. Martínez a Associated Press en Milán. « Pero doy testimonio de que no es así. » 

 Madre angustiada de un adolescente que sufrió abusos

Yolanda Martínez, 54 años, madre de 3 hijos, se angustia cuando recuerda la llamada de teléfono del psicólogo que trataba a su hijo en marzo de 2013. Su hijo mayor estaba en terapia siguiendo los consejos de una amiga del instituto. Martínez pensó que le iban  a decir que iba a ser abuela porque su hijo había embarazado a la chica. 

Pero en vez de anunciarle un embarazo el D^r Gian Piero Guidetti le dijo a ella y a su marido que durante la terapia el chico había revelado que había sufrido varias agresiones sexuales por parte de Reséndiz. Y que la cosa había empezado en 2008, cuando era alumno del seminario de la Legión de Cristo en Gozzano, cerca de la frontera italiana con Suiza.  Guidetti, también cura, les dijo que por su profesión estaba obligado a comunicar el hecho a la fiscalía. 

Su denuncia y el testimonio del muchacho dieron pie a una investigación que acabó condenando a Reséndiz en 2019, condena confirmada en segunda instancia en enero. Resendiz, de 43 años, fue condenado por contumacia. Volverá a  Méjico, su país, y tiene hasta marzo para recurrir la condena de 6 años y medio de cárcel. Su abogada Natalia Curro declaró que estaban pensando en el recurso y que su cliente negaba haber abusado del hijo de Yolanda Martinez, aunque admitió haber abusado de otro chico.

La investigación permitió recoger pruebas que van más allá de los delitos  de Reséndiz. Los documentos incautados por la policía y consultados por Associated Press muestran que tanto la Legión como el emisario papal encubrieron las actuaciones del agresor tanto en Milán como en Méjico, en el Vaticano y en Venezuela.


La Legión "sabía"

En ellos se dice claramente que la Legión sabía que Resendiz era un riesgo desde sus años de seminarista en los años 90. No obstante fue ordenado sacerdote en 2006 y enviado a ocuparse de los chicos en el seminario menor de Gozzano.

« Es un chico de fuertes pulsiones sexuales y poca capacidad para controlarlas », así lo describe el superior en el noviciado, Padre Antonio León Santacruz, en una evaluación interna de  9 de enero de 1994. « Su perfil psicológico muestra que tiende a transgredir las reglas, el psicólogo piensa que le va a ser muy difícil llevar una vida de consagrado dado su poco respeto por las mismas. Las cumple cuando sabe que alguien le mira, pero en cuanto puede las desobedece sin remordimientos ».

Un año después cuando Reséndiz cumple 19 años escribe una carta a Maciel con el encabezado de rigor entre los legionarios que consideran al fundador santo en vida: "Nuestro Padre".

« Tengo varios problemas en el ámbito de la pureza y de la verdad, me cuesta mucho porque las tentaciones me asaltan. Rezo a la Virgen para que me dé la gracia y la fuerza para no pecar más, lo repito porque tengo vergüenza por mis caídas, pero con la ayuda de Dios lucharé para formar en mí un corazón puro de cura».

Cuando Martínez pudo leer estas cartas se le abrieron los ojos. “Mi hijo aún no había nacido en esa época. ¿Cómo se puede confiar la dirección de un seminario a un tipo como él? »

Un portavoz de la Legión, el Padre Aaron Smith, declara que la Legión había revisado su proceso de formación de los seminaristas después de la época de Reséndiz, y que hoy aplican un examen más minucioso antes de ordenar a un candidato.

« Las cosas son hoy diferentes», afirma el cura en respuesta a nuestras preguntas enviadas por correo electrónico. 

Aún cuando los fiscales de  Milán supieron de Reséndiz en marzo de 2013, sus delitos eran conocidos desde antes en el Vaticano y en la Legión.


Las primeras denuncias del mismo delincuente

La Legión reconoció una primera denuncia 6 de marzo de 2011, por parte de otro chico alumno en Gozzano. Este muchacho austríaco habló a un cura de la Legión de los abusos. El cura le dijo que acudiera a la oficina del mediador de la Iglesia en Austria, encargada de recibir las quejas de abuso. Así lo hizo, declara el Padre Smith.

También en la Legión se supo de otra posible víctima de Reséndiz en Venezuela donde había sido enviado  en 2008. La policía italiana no fue advertida ni por la Legión ni por el Vaticano. En Italia no hay obligación de denunciar los casos de pedofilia clerical.

Cuando en 2013 la policía se enteró descubrió todos los esfuerzos realizados para ahogar el escándalo. Según un mail incautado por los agentes escrito el 16 de marzo de 2011, 10 días después de que la queja austríaca llegara a la congregación religiosa, un abogado de la Legión recomendó a un importante burócrata de la misma, el Padre Gabriel Sotres, que enviara un cura a visitar a la víctima residente en Austria.

Intentando sofocar el escándalo 

El objetivo de la visita según los fiscales que resumen los correos « era hablar con el hermano mayor de la víctima y convencerle de que no hablara con los padres ni acudiera a la policía porque serían problemas no sólo para la Legión, también para el Padre Vladimir, y todos los curas implicados además de la víctima y su familia».

Smith, portavoz de la Legión, no negó el resumen hecho por los fiscales pero añadió que « animar a un niño a esconder algo a los padres es contrario a nuestro código de conducta ».

En 2011, la Legión de Cristo organizó el traslado de Reséndiz desde Venezuela a  Colombia, y preparó una estrategia jurídica para limitar las pérdidas eventuales si el caso venezolano tomaba alas. 

Los mails se enviaron a varios dirigentes de la congregación entre otros Sotres, que hoy siguen en sus puestos. De hecho en el Capítulo General que se acaba de celebrar en Roma, en el que se eligen los superiores y se establecen los objetivos prioritarios, al menos  13 de los 89 curas  participantes, estuvieron implicados en el caso Reséndiz. Dos de ellos son acusados en el próximo juicio que tendrá lugar en Milán.

Según los mails el plan propuesto por el abogado de la Legión consistía en denunciar a Reséndiz a la policía de Venezuela conformándose así a la ley local, pero omitiendo que era cura y que estaba acusado de un crimen sexual contra un niño y omitiendo en todo momento el nombre de la Legión. El informe indicaba que ya no vivía en Venezuela. 

Días después de recibir el informe austríaco la congregación asegura que Reséndiz ya no era cura, “había sido reducido al estado laico” y que ya no trabajaba con jóvenes en Venezuela. Pero los mails muestran que tampoco esto era verdad. Uno de 20 de diciembre de 2012, indica que Reséndiz confiesa chicos en escuelas colombianas  y celebra misa. Los directivos piensan que es mejor aconsejarle que vuelva a Méjico y que se someta a tratamiento psi, para después darle un puesto administrativo “donde no se sepa su situación”.

En conclusión, hubo investigación eclesiástica, Reséndiz confesó ante las autoridades legionarias y vaticanas haber abusado de otros chicos, no del hijo de Yolanda Martínez.

« Reconozco sinceramente mi terrible comportamiento como cura », escribe al cardenal Gerhard Müller, que en 2012, era el responsable vaticano de la oficina que se ocupa de los delitos sexuales.  « Viví un infierno cuando se produjeron esos hechos, reconozco la gravedad de mis actos y pido humildemente a la Iglesia que me perdone por estos tristes y dolorosos hechos. No puedo entender cómo pudo pasar y reconozco que me faltó valentía para admitir el problema y advertir a mis superiores del peligro ».

El Vaticano le dio pasaporte al cura el   5 de abril de 2013, pocas semanas después de que el caso del hijo de Yolanda Martinez fuera denunciado a la policía italiana.

En octubre del mismo año la misión del cardenal De Paolis tocaba a su fin, y la Legión de Cristo quería evitar como fuera que explotara el caso Reséndiz porque se estropearía el proyecto de sacudirse toda responsabilidad.

Puñalada final a la familia

Yolanda Martínez, por su parte tenía que lidiar con el traumatismo de los abusos padecidos por su hijo.

« Tenía pesadillas, no me dejaba que lo tocara, no soportaba que alguien se le acercara de masiado. »

Una vez tuvo que retenerlo porque se quería tirar a las vías del metro. 

Yolanda Martínez estaba en contacto con un cura de la Legión, el padre Luca Gallizia, director espiritual de su marido. Era el último contacto que la familia tenía con la obra de Maciel, una vez que todos los demás curas y miembros de la congregación habían roto con ellos quizás por orden de los directivos. 

Gallizia visitó en Milán a Yolanda Martínez el 18 de octubre de 2013, traía una propuesta de pacto. Se vieron en el exterior de la basílica de San Eustorgio, donde trabajaba Yolanda Martínez.

Cuando Yolanda Martínez lo leyó junto a su marido sufrió una conmoción: « Era como un segundo violación, en esa carta nos pedían que negara los hechos. Fue una puñalada en la espalda que nos daba nuestro director espiritual… sabía todas nuestras cosas, porque mi marido se lo contaba todo. Todo esto hizo que las cosas fueran todavía más dolorosas».

La Legión rechazó comentar la propuesta de acuerdo dado el próximo juicio. 

El  documento que la Legión quería que los padres firmaran estipulaba que su hijo tenía que negar que había sufrido abuso sexual por parte de Reséndiz, que no se acordaba. Tenía que negar los contactos por teléfono y SMS con su agresor, y decir que los problemas que había sufrido se debían a su salida del seminario y a las dificultades para integrarse socialmente en el instituto. 

El documento preveía pago de los estudios y la terapia del chico pero exigía secreto absoluto. Si la familia era llamada a testificar debía negar los abusos. Pocos meses después la Legión dijo que había cometido un error y reconoció que había habido abusos. Pero exigió que la familia devolviera el doble de los 15 000 euros si violaba el acuerdo de confidencialidad.

Entonces Yolanda Martínez llamó al cardenal De Paolis.

« Mi abogado y yo nos quedamos con la boca abierta », explicó al cardenal. También el prelado se mostró sorprendido.

«Sí pero así son las cosas en Italia », añadió.

La madre no quiso oír más.  « No es un buen acuerdo firmar una mentira », le dijo al cardenal. « Además no quiero ese dinero, no firmaré la carta. »