PÍO XII. DESTINO

El documental en Deutsche Welle en español realizado por Margot:

https://www.dw.com/es/los-misterios-del-opus-dei-fe-poder-manipulaci%C3%B3n/av-62292306

Qué barullo, ¿cómo va a tener la misma vocación una persona casada y una célibe? a no ser que se retuerza al máximo el lenguaje. Basta tener el poder, la fuerza y el reconocimiento social y se hace, nos lo tragamos e incluso predicamos este y otros muchos despropósitos.  Esta intervención, deja más claras  las milongas opusinas. Una especie de fourre tout, en eso consiste la escrivanía, todo es bueno para el convento si trae dinero y gente. Desde obispos y cardenales, a monjas de clausura y párrocos, gente casada, soltera o mediopensionista.

 A todos les "hizo" un hueco, por supuesto que las monjas no pueden tener vocación, eso es incompatible con la "llamada" opusina. Por eso las monjas, pobreticas ellas, se quedan en cooperadoras, con sus oraciones y sacrificios "cooperan". Pero todo el resto de condiciones de vida siempre que uno esté bautizado, son susceptibles de recibir la "llamada" y a todos los que acuden a los medios de deformación se les repiten los mismos mantras.

El Señor te había llamado desde la eternidad, que es donde se sitúa el Altísimo: un eterno presente sin pasado ni futuro. Nada menos, tu vocación escrivariana existe de toda la vida de Dios como se dice en esta tierra, te escogió desde antes de la creación del mundo. 

Curiosamente te escogió pero no te lo dijo directamente a tí, utilizó de teléfonos a personas encargadas de descubrirte la finalidad de tu vida, y si te negabas, serías una perdida y vagarías por el mundo sin rumbo.

Es en realidad así, hay un destino, pero no son los demás quienes nos lo van a contar: son los acontecimientos los que nos van hablando, con su lenguaje de acontecimiento.  Que es muy distinto, la vida se impone, se nos impone porque bien pocas cosas podemos escoger dentro del marco que nos es dado. Pero se impone la vida, no esta o la otra persona o institución.

Es muy fácil reírse de todo esto, cuando ya uno es adulto y cuando el propio Opus jamás va a publicitar en sus comunicados oficiales al lenguaje que se emplea con los captables=pitables. En la intimidad de una confesión y contando con el ascendiente de un cura o una nume veinteañera sobre una adolescente se dicen cosas que jamás se van a proclamar desde los tejados.

Y la vocación nada tiene que ver con los mangoneos opusinos de los que fuimos objeto y en los que participamos más tarde con mayor o menor conciencia de lo que hacíamos. No me dejaron dedicarme a captar crías, solo estuve involucrada en la captación de mujeres mayores de misa y rosario ya sin Opus, así que no les cambié mucho su trayectoria de vida.  Llegué como dire de san ga a la entrevista final para dar el visto bueno. Creyendo que todo era verdad: mi vocación y la suya. No es lo mismo que los triangulamientos y encerronas que se le hacen a la gente joven y los estropicios que a esas edades se causan en gente que no está preparada ni remotamente para unos compromisos religiosos brutales.

La vocación de toda esa gente a la que han convocado para la comisión de Escucha es tan milonga como lo fue la mía y las de las 43 numerarias auxiliares que se quejan. No hay vocación ninguna mediante engaño. La vocación que te colocan es resultado de ardua y detenida investigación por parte de los llamados "consejos locales" y directores "superiores" de todas las circunstancias y condiciones del individuos: físicas, psíquicas, mentales, espirituales, familiares, económicas, profesionales, de carácter y lo que te quieras inventar. Al final el resultado después de recoger info del "candidato" por múltiples fuentes y ver funcionar a la persona, "nos puede convenir" = tienes vocación. "No vamos a sacar nada de ella" = no tienes vocación.

Pero nadie capta diciendo que capta, ahí es donde meten la palabra "Dios". Su Dios a su medida, cortado y recortado, silencioso o callado según viene bien. Es todo un inmenso hoax, no me cabe en la cabeza que los que ya hemos dado la vuelta a la plaza, tratemos este tema en los términos opusinos, 43 mujeres excepción. A todos nos engañaron, estafaron, maltrataron, explotaron. Lo de las auxiliares por el trato degradante de horarios de trabajo, ropa peor, habitaciones peores, peor formación....etc clama al cielo, pero ni son solo esas auxiliares las que tienen que quejarse ni son solo las auxiliares en general. Somos todos los estafados.

Y en referencia al intelectual español Juan Manuel de Prada que va citando al santo, sin citarlo por aquello de que los amores de su vida son 2 judíos, qué cursiladas señor y qué embuste más enorme, uno más, presento estas nuevas perspectivas históricas: 

 Nuevos archivos del Vaticano al descubierto: el Papa Pío XII no se interesó por el destino de los judíos

Pío XII, Papa entre 1939 y 1958

Nuevos documentos encontrados en el Vaticano lo prueban: Pío XII no se interesó en el destino de los judíos perseguidos por los nazis, solo estaba preocupado por el bienestar de su Iglesia. Y encubrió abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos.

Cuando el Papa Francisco anunció en 2019 que el Vaticano abriría sus archivos  sobre las políticas de su predecesor Pío XII en relación con la Alemania nazi, los historiadores que se ocupan de la historia reciente de la Iglesia católica quedaron electrizados.

Pocos temas han calentado tantas cabezas como la cuestión no resuelta de la relación del "papa de la guerra" con Adolf Hitler y el Tercer Reich. Para los críticos, Pío XII no se  comprometió lo suficiente con los judíos amenazados de asesinato. Sus apologistas, por otro lado, opinan que se opuso firmemente a Hitler.

La Historia Secreta de Pío XII

 El historiador estadounidense David Kertzer fue uno de los historiadores que a partir de 2020 pudieron ver las partes de los archivos del Vaticano puestos a disposición del público 75 años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Kertzer acaba de publicar su libro “El Papa en Guerra: La Historia Secreta de Pío XII” en los Estados Unidos. 

El libro aún no está disponible en Europa, pero es de esperar que esto cambie pronto. Porque las casi 600 páginas lo tienen todo. Kertzer, historiador, premio Pulitzer e hijo de rabino, llega a un veredicto claro: el Papa Pío XII falló ante su responsabilidad moral. Y el autor puede sustentar muy bien su opinión con nuevas evidencias sacadas de los archivos.

Pío XII, que había sido nuncio en Alemania durante los años 20, fue elegido Papa en 1939. Adolf Hitler tenía todas las razones para dar un suspiro de alivio, porque su predecesor Pío XI no se había callado las críticas al gobierno nacionalsocialista en Alemania.

Pío XI criticó públicamente el hecho de que los nazis estaban atacando a la Iglesia Católica, tratando de debilitar su influencia y cerrando las instituciones católicas. En 1937 había publicado una encíclica condenando duramente a los nazis. Evidentemente no fue del gusto de Hitler.

El Papa quería proteger a la Iglesia - nada más

Después de la muerte de Pío XI y la llegada de su sucesor, considerado pro-alemán, el dictarod tenía motivos para esperar que las relaciones entre el Vaticano y Berlín pudieran mejorar. Porque el nuevo Papa tenía un solo objetivo: proteger su iglesia en la Alemania nazi.

Todos los demás objetivos tenían pasaban después. El “Führer” en Berlín quería aprovecharse de la situación, le interesaba mejorar las relaciones mutuas. Ya no necesitaba una guerra cultural con la Iglesia Católica porque hubiera interrumpido los preparativos para la guerra que planeaba.

A mediados de abril, pocas semanas después de la elección del nuevo Papa, Hitler envió un emisario secreto a Roma para ponerse en contacto. Este hombre era el príncipe Philipp de Hesse, un noble nacionalsocialista desde el primer momento con excelentes contactos en Italia.

 






Estaba casado con la princesa Mafalda, hija del rey Víctor Emmanuel III de Italia. y hermana de Umberto el príncipe heredero  quien fallecería más tarde en un campo de concentración.

Una conversación grabada en secreto

El 11 de mayo de 1939, un intermediario organizó una reunión secreta entre el príncipe y el Papa recién elegido, sería la primera de varias. Ahora sabemos mucho acerca de estas reuniones hasta ahora ignoradas, porque Kertzer encontró transcripciones de estas reuniones entre los documentos que se mantuvieron inaccesibles hasta hace poco. En esta primera conversación, que fue grabada en secreto por uno de los colaboradores del Papa escondido en la habitación contigua, Pío puso las condiciones para una relajación de las relaciones germano vaticanas bajo su mandato.

Entre otras poner fin al cierre de las escuelas católicas y la publicación de libros contra la Iglesia y el papado, y revertir los recortes en la financiación del gobierno a la Iglesia católica en Austria.

La conversación transcurrió en un tono amistoso. El Papa hizo a su invitado alemán la propuesta de un "armisticio". Enfatizó: “Estoy seguro de que cuando se restablezca la paz entre la iglesia y el estado, todos estarán contentos. El pueblo alemán está unido por el amor a su patria. Una vez que tengamos paz, los católicos serán más leales que nadie”.

Pío XII pronunció estas frases medio año después de la "Reichskristallnacht" (noviembre del 38) y unos meses después de que la Wehrmacht entrara en Praga (marzo del 39). El destino de los judíos, la paz en Europa:  no eran temas que estuvieran en la agenda del Papa . Le preocupaba el bienestar de su iglesia y nada más.

La persecución de Hitler a los judíos como "política de partidos"

Prometió no involucrarse en la "política de partidos" si los nazis dejaban en paz a los católicos y enfatizó: "Estamos contentos cuando Alemania es grande y poderosa".

Él mismo no era antisemita, aunque la hostilidad hacia los judíos estaba muy extendida en su entorno. Algo más surgió en esa primera conversación. En Alemania en ese momento hubo repetidos juicios contra sacerdotes católicos. Cientos de clérigos fueron juzgados en ese momento acusados de cometer delitos sexuales y abusar de jóvenes.

 Los historiadores tenían asumido que se trataba de acusaciones falsas y expresiones de homofobia, con las que los nacionalsocialistas querían desacreditar a la Iglesia católica.

Pío encubrió abuso sexual en la iglesia

Pero David Kertzer ha encontrado evidencias de que estas acusaciones de ninguna manera fueron inventadas, sino que al menos en parte correspondían a los hechos. Pío XII lo sabía muy bien. Trató de apaciguar al Príncipe Philipp y comentó: “Estos casos ocurren en todas partes. Algunos permanecen en secreto, otros explotan. Cuando se nos informan tales casos, tomamos medidas inmediatamente”.

De hecho, deliberadamente dejó que los encubrieran. En los archivos del Vaticano, Kertzer encontró una carpeta de las posesiones de la secretaría papal, que data de 1938 con la inscripción "Viena: orden de quemar todo el material de archivo sobre casos de inmoralidad por parte de frailes y sacerdotes".

El cardenal Pacelli era el jefe de la secretaría de Estado cuando se escribió esa carpeta, y se había convertido en el Papa Pío XII. Los documentos sobre la destrucción de estos informes incriminatorios fueron mantenidos en secreto por el Vaticano durante décadas, al igual que los de las conversaciones con el Príncipe Felipe.

Hitler estaba satisfecho con las informaciones que le trajo  el Príncipe Philipp. El 25 de mayo, se ordenó a la prensa alemana que dejara de atacar a la religión católica y a los sacerdotes. Por el contrario, deberían escribir bien sobre ellos. Sin embargo, el odio de muchos nacionalsocialistas hacia la iglesia era tan grande que la orden no se cumplió en todas partes.

Esfuerzos para llegar a un entendimiento incluso después del ataque a Polonia

Otra reunión del Papa y el príncipe tuvo lugar el 26 de agosto, tres días después del sensacional pacto Hitler-Stalin y unos días antes de la invasión alemana de Polonia. Hitler le hizo saber a Pío que bien podía imaginarse concluir un concordato, pero desafortunadamente estaba muy ocupado en ese momento. El Papa lo entendió.

El 24 de octubre, justo cuando finalizaba la brutal conquista de Polonia por parte de la Wehrmacht y el Ejército Rojo, se reencontraron. Kertzer: "La casi transcripción de la conversación en alemán entre el Papa y Felipe de Hesse deja claro que el Papa trató de llegar a un entendimiento con Hitler incluso después de la invasión".

El 11 de marzo de 1940, el mismo ministro de Relaciones Exteriores, Joachim von Ribbentrop, hizo una visita secreta a Roma para encontrarse con Pío XII. El “armisticio” por el que ambos lados lucharon no llegó tan lejos como se esperaba porque los valientes sacerdotes católicos en Alemania continuaron predicando contra los nazis. Y así, Ribbentrop exigió que el clero católico finalmente detuviera sus ataques contra el gobierno alemán.

Durante esta conversación, Pío también expresó su preocupación por la situación de la Iglesia en Polonia, especialmente por las restricciones extremas impuestas a obispos y sacerdotes. No le preocupaba la situación de las personas que sufrían bajo el brutal gobierno de los alemanes, o al menos aparentemente no lo mencionó.

"Nunca discutimos sobre el destino de los judíos"

Las conversaciones del Papa con Felipe continuaron un año más, hasta la primavera de 1941. Entonces se rompió el hilo de la conversación. “No hay indicios de que el Papa haya abordado alguna vez la campaña nazi contra los judíos de Europa”, dijo Kertzer.

Tenía otras prioridades y estaban salvando a su iglesia como organización. "Si el único objetivo fuera proteger el bienestar de la iglesia institucional, sus esfuerzos bien podrían contarse como un éxito", juzga el historiador.

Pero después de examinar los archivos que el Vaticano ha ocultado deliberadamente al público hasta el momento, llega a una conclusión devastadora: "Pero para aquellos que ven al papado como una posición de gran liderazgo moral, las revelaciones sobre las negociaciones secretas de Pío XII con Hitler serán una gran decepción".

En los años que siguieron, el Papa no cambió su deliberada reticencia. Sus apologistas citan a menudo su mensaje de Navidad de 1942 como exoneración.

En ese momento habló de "cientos de miles de personas que serían asesinadas sin culpa propia y solo por su nación o su raza". Pero era solo una frase en un discurso de 24 páginas. Y no se mencionaron las palabras "judíos" y "nacionalsocialistas".

Compromiso solo con judíos convertidos

David Kertzer también ha encontrado pruebas hasta ahora desconocidas de otro fracaso del Papa. Cuando 1.259 judíos italianos fueron detenidos cerca del Vaticano en 1943 para ser transportados a un campo de exterminio, él no movió un dedo por la gran mayoría, aunque sabía exactamente lo que les sucedería, porque en ese momento tenía  información irrefutable sobre los campos de exterminio de los alemanes.

Solo habló en favor de una pequeña proporción  de judíos , los que se habían convertido a la fe católica y habían recibido el bautismo. Los documentos sobre la búsqueda desesperada de los familiares de estos certificados de bautismo se encuentran en abundancia en los archivos del Vaticano.

Silencio mortal

 

Pío XII incurrió en una culpa moral al no preocuparse por el destino de los judíos. Hubo sacerdotes católicos comunes y corrientes en Alemania que fueron más valientes y arriesgaron su libertad o incluso su vida porque no querían permanecer en silencio. Pero Pío no dijo nada.

Este silencio fue más fácil que rebelarse contra el asesinato de millones de seres humanos. Pero también fue mortal, ya que ayudó efectivamente a la maquinaria de exterminio de los nazis.

El tiempo, los años, las décadas nos ponen a cada uno en nuestro lugar que nos corresponde. Por mucho que se intente tapar y ocultar la realidad.