CHANGES

Mirad como la amordazan al principio...

La ideología affichée de cualquier ciudadano importa poco, la ideología política está bien para quien vive de ese cuento. No me hallo entre ellos. Es la calidad de la persona lo que cuenta. Estimo que  españoles se mueven más por intereses más que por ideología, y  lo menos importante de tu ser, para los que no cobramos de tener un puesto político, es a quién votaste en los últimos comicios.

Ante los últimos acontecimientos ningún político con asiento en Cortes se ha permitido expresar en voz alta una duda o desafección mínima frente a lo "oficial". Es un hecho que me sobra para mi autoaclaración a este respecto. En determinados temas puedo tener una sensibilidad supuestamente derecha, en otros supuestamente izquierda. Pero eso no dice nada esencial de mí. Los políticos que representan supuestamente dichos principios cuando hace falta son los primeros en renunciar a ellos.

Y además ha resultado palpable y evidente, que muchos ideales izquierda proceden de EEUU y sus movidas intelectualoides que nos invaden. Es un contrasentido. Hay propaganda, pastoreo del rebaño, lo políticamente correcto vomitado por las teles de derechas y de izquierdas, que a menudo bien poco tiene que ver con la realidad del día a día de los españoles de a pie.

Por higiene mental y espiritual se impone desconectar de todo lo oficial y mirarlo así como de través....quieren fabricar el consenso...."ahora toca apoyar a este, ahora toca apoyar al otro". Ahora no toca apoyar a nadie después de lo que nos habéis hecho. 

Es lástima que la desafección con respecto a la oficialidad del pensamiento tarde en extenderse.

Y concretamente frente a Opus no hay ideología que valga, cuando Opus aparece en escena y frente a quien disiente de Opus públicamente, los de izquierdas se ponen a su lado, y los de derechas también. Te pueden hacer el favor de quitarse de en medio, sería lo justo, " esta no es mi guerra". Pero ¿quién no quiere llevarse bien con gran Hermano en España? "que no se fijen en mí y si se fijan que sea para bien". Reflejos heredados de la anterior etapa predemocrática.

Están los que te dan palmaditas en la espalda y felicitan cuando nadie mira. Un ..... asco.

La última realidad de la que he sido consciente es que el de la Sexta, supuesta cadena de izquierdas aunque acogiera al compatrioto Inda para animar el debate y a su hno gemelo catalán por estar a sueldo del mismo grupo, Ferreras es una "criatura mediática" de uno de los millonarios top ten de España, Florentino el del Real Madrid. Ideología izquierdosa patrocinada por el multimillonario. Otro contrasentido. 

Los Podemitas están que trinan por los audios revelados la semana pasada y lo que Ferreras dice de ellos en una comida entre copa y puro a Villarejo ....Cloaca y más cloaca. 

Los periodistas de izquierdas si quieren salir en la tele tienen que llevarse bien con el gorila de la sexta. En resumidas cuentas, como siempre y una vez más en España, todo queda en compadreo, te ajunto, no te ajunto. Nada serio, profundo y argumentado, el único valor por el que se está dispuesto a todo es un "sitio al sol", un puesto ganapán o complemento del magro sueldo que puede tener un periodista. De ahí la miseria de nuestro debate público: no hay ningún debate. Quien paga manda. Pura fuerza bruta, quien te puede quitar tu salario, manda. 

¿Esto es libertad y democracia? A los españoles no hacen más que caernos decretazos en todos los aspectos para los que nadie ha votado ni a nadie se ha preguntado. Obedece, cumple la ley y punto, es lo que se espera de tí. Como con Franco pero con más colorines.

"Nacì en Pamplona, vivía Franco. Mi padre era vet, mi madre ama de casa. Por invitación, presión de una amiga de mi madre con prima supernume empecé a frecuentar con 10 años el club Isaba. Un centro para chicas entre 10 y 18. Empecé a hacer uso de la sala de estudio por la tarde para hacer deberes, me apunté a clase de inglés, iba de excursión a la montaña con las del club, y así como quien no quiere la cosa, participé en los medios de formación de la o para niñas: charlas, meditaciones, convivencias....todo adecuado y expresado a nuestra edad. Me confesaba con el cura opus. 

Cuando cumplí 14 "salió el tema": me dijeron que Dios me llamaba para formar parte del od y que sería una gran falta de generosidad por mi parte con el Señor si no respondía afirmativamente a la llamada."

Cuando pitó, pidió la admisión como nume, ¿Ana era consciente de la importancia de la decisión? 

"Sí lo era, sabía que no me iba a casar y que cuando fuera mayor viviría en un centro opus. TOdo ello porque Dios había entrado en mi vida como me repetían continuamente."

Hoy Ana explica bien las técnicas que usaron para inducirla al pitaje.

"En primer lugar, la separaci´´on del resto de mis compañeras del cole y del instituto. Mi tiempo libre estaba totalmente ocupado por el opus dei. Aprovechando la confianza que me daban, las directrices del opus lograron que les contara todo de mi vida, mis cosas, mis inquietudes de adolescente. Y que lo hiciera con una nume, siempre la misma con la que estaba obligada a hablar. Mi vida, mi conciencia estaba en sus manos. Aceptaba que así eran las cosas porque en mi ingenuidad creía que opus d era un regalo de Dios para la humanidad, un don pensado para salvar a la Iglesia del caos. Y yo habia tenido la suerte de haber sido escogida, como si fuera un pequeño soldado, para participar en una empresa tan importante, entregando mi vida. 

Hoy tengo la certeza de que ni siquiera las directoras se toman en serio todo esto, pero así es como engañan a las adolescentes como yo educadas en el catolicismo".

Ana pidió la admisión como nume e inició su aventura en opus.

"Mi primera experiencia de vida en opus d tuvo lugar en Francia, en el centro de estudios de la rue des Ecoles en París. Todas éramos estudiantes y el régimen de vida era del tipo West Point, de academia militar, reclusión total, horarios muy estrictos, despertar al alba, limpiezas, oración, Misa, almuerzo todas juntas, muchas clases de formación, muchas correcciones fraternas, encargos, siempre sometidas a fuerte presión para hacer apostolado. 

No podíamos ver la tele a menos que el consejo local lo decidiese. La vida en el centro de la rue des Ecoles era una mezcla de colegio, noviciado, ambiente militar". Ana Az empezó a darse cuenta de que controlaban totalmente su vida.

"Las cartas que recibía me las daban abiertas, la directora del Centro las había leído y me decía lo que tenía que pensar y lo que tenia que contestar a lo que me decía mi madre o mis amistades de Pamplona. Según me decía la directora mi madre a veces se ponía muy sentimental cuando me escribía que no me tenía que haber ido de mi ciudad de nacimiento. Aquella era la parte dura y triste. La parte positiva es que tuve que adaptarme a otro país, otra cultura, aunque la vida opus sea la misma en el mundo entero".

Ana entró en las preocupaciones que caracterizan la vida de toda nume joven. Más tarde volvió a Pamplona, porque en junio del año del muro, le fue diagnosticado un cáncer de hígado a su padre que falleció a finales de verano. La madre que ya se había hecho supernume presionó para que su hija volviera a Pamplona. Y la que había empezado estudios de historia en la uni parisiense siguió con filosofía en Pamplona.

"Tras 4 años de vida francesa volví a mi ciudad foral. Mi padre había fallecido. El primer año estuve en una residencia universitaria donde recalaba lo más pijoopus de Spain entera: Goimendi. Un ambiente que al opus encantaba, "niñas bien" de toda la península y las islas que llegaban a la entonces cara o más cara uni española, chicas escogidas, alrededor de 100, que podían dar esperanzas de hacerse numes o supernumes.  Muchachas muy apreciadas por proceder de familias opus, de coles opus que sabían contribuir al ambiente opus de la residencia "niña de los ojos" de la organización.

Nosotras las numes mayores éramos unas 12, y muchas estaban con su tesis doctoral a cuestas, qué parto la tesis, pero allí a lo que más esfuerzo, empeño y desvelos se dedicaba, era la caza y captura de las residentes, para que se apuntaran a los retiros espirituales, para que se confesaran con el cura opus, para que acabaran siendo numes. Una auténtica carrera contrarreloj. 

Llegué en octubre porque tuve que examinarme en Francia, y ya se habían repartido el pastel. Me quedé al margen de la pesca, las posibles pitables estaban ya distribuidas. Aquel año me sentí como un verso suelto, estaba al margen del proyecto que allí se llevaba a cabo: el proselitismo. Estaba matriculada en Filosofia en la uni opus. Al año siguiente me cambiaron a otro centro de numerarias mayores en otro barrio de la ciudad".

El cambio fue mucho cambio, cambio delicado....

(Continuará)

Ferruccio Pinotti