FORMADORES DEL PRÍNCIPE

Graves acusaciones de frivolidad, avaricia, improvisación e impreparación al antiguo rey de España por parte de Jesús Palacios. Mano a mano con Stanley Payne, historiador norteamericano especializado en temas hispánicos y de tendencia conservadora.

Se basan ambos en nuevos documentos que salen a la luz liberados por Estados Unidos. Todavía podía ser peor, como somos una potencia de cuarta parece que no importa tener semejantes improvisadores a la cabeza del Estado. Juan Carlos al dictado del emperador del mundo a niveles insuperables, pura comodidad de no enfrentarse al amo y estar dispuesto a vender lo que haya que vender para que lo dejen tranquilo. Lo narrado en referencia al Sáhara así lo manifiesta. Qué abandono.
No le sirvió de nada tener a tutores santificadores, no aprendió, no estudió, no profundizó en nada. Siendo príncipe de España se contentaron con exhibir el título de profesor principesco, pero no de que el futuro Jefe del Estado se formara.

Así salió. Preocupado por cazar las mujeres más bellas que salían por la tele y los elefantes mejores de Africa. Además de nunca tener suficiente con los millones arramblados a monarcas persas o árabes, a los que no dudó en pedir para "el partido que tenía que ganar las elecciones" en cada caso.
Por no hablar de las negociaciones con ETA:  desde el principio de la transición, según Palacios, Juan Carlos y Suárez se ponían de acuerdo para liberar presos por día sin atentado. Improvisadores, Pepe Gotera y Otilio de la política.

Importante documento de Pierluigi Guiducci, jurista e historiador de la Iglesia, laico y especialista en asuntos laicales. Ya en enero 2021 leímos otro artículo suyo en OL a propósito de  historia del "Opus Dei" y biografía del founder, basado fundamentalmente en el libro de Ramón Rosal Cortés.

No me había fijado en su día,  dice Guiducci que la perspectiva de la Sta Sede al respecto consiste es dividir el invento escrivariano en tres: los curas numerarios y el prelado formarían la prelatura, por otra parte de los sacerdotes asociados a la sociedad sacertodal de la santa cruz y por otra los laicos, conformarían una asociación separada. Sobre esta última el prelado no tendría jurisdicción ninguna.

Las implicaciones son muchas, para empezar, a la calle todas las asesorías y delegaciones, fuera la burocracia de numerarias directoras dedicadas en exclusiva a fiscalizar cuerpor y almas, como longa mano del prelado para dirigir hasta el último minuto y el último céntimo y el último gramo de fuerza de cada una de las "súbditas", casadas, solteras, viudas, separadas. Si el prelado no interviene ni directa ni indirectamente, se acabó el poder y sus medios. Poder en el que se mezclaba el fuero externo, el fuero interno, el fuero medio....todo lo sabían, toda la información sobre quienes estuvimos y quiénes están se halla archivada y guardada. La información es poder. Las directoras pasan, cambian de cargo. La información queda. 

Muchas numerarias al paro, algunas quizás tienen trabajo al que volver, otras no, ya que jamás han realizado otra actividad sino la de mandar y ser veneradas. ¿Se hará cargo la prelatura de su sustento? ¿ o más bien probarán de su propia medicina? Ellas que durante tanto tiempo disfrutaron de dejar a las personas en la calle con lo puesto  y una maleta, sin ahorros, sin pensión, sin experiencia laboral digna de ese nombre ¿les ocurrirá lo mismo por obra y gracia de la prelatura que se deslíe como un azucarillo en agua? qué responsabilidad o falta de ella.

Qué tragedia tener que decidir quien merece ser mantenida en el futuro por los servicios prestados y quien debe ser expulsada, dado que por decreto papal, ese cura sucesor del founder, no tiene porqué ejercer control sobre laicos.
Tienen colegios, universidades... inventarán puestos de trabajo. Pero a la larga ¿cómo se va a mantener toda esa estructura pura fachada captadora de gente y dinero? si ya no está el poder férreo que se ejercía sobre sus dirigentes ¿serán capaces de sobrevivir sin coerción? no les interesa la enseñanza, no les interesa la ciencia, no les interesa el saber. Solo el mando cuenta. A ver cuanto duran en esas nuevas condiciones, teniendo que someterse solo a leyes civiles, eclesiásticas y no opusinas, en las que rige la discrecionalidad total. Un día estás en lo alto y al siguiente al lado del contenedor de basura o pidiendo por la calle.

Se pone interesante. Ya no van a dar miedo. 





Su conocimiento de leyes y teología era escaso y parvo lo que no le impidió ser, atraído por su soberbia, miembro de la Pontificia Academia de Teología y Consultor de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades, miembro de la Comisión Pontificia para la Auténtica Interpretación del Derecho Canónico, y de las Universidades del Opus, como ya hemos apuntado, Gran Canciller. Y es que era de la opinión que el dinero todo lo puede, como poderoso caballero, porque todo tiene, en la mentalidad de Escrivá su precio y su resistencia.

Tenía un regusto por la grandeza para olvidarse de sus propias miserias. Su pasión por la ostentación contrasta con sus protestas de humildad.

En vida decidió e hizo cumplir que cada vez que llegara a España le fueran a esperar, junto a las autoridades de la Obra, todos los ministros de Franco que pertenecieran a la misma. Era un placer que halagaba su jactancia.

Si Escrivá por una parte era un soberbio contumaz, también estaba poseído por la avaricia, por un afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. Era un gran materialista, avariento e insaciable. Y eso lo sabe todo el mundo viendo las propiedades del Opus Dei, aunque traten de camuflarlas a través de personas interpuestas, de fiduciarios selectos. Monseñor quería el dominio de todo, la posesión de cuanto más, mejor.

Ese disimulo para la pertenencia lo manifestó desde sus primeros tiempos cuando ya abrió la academia DYA en 1928 "oficialmente abreviación de "Derecho y Arquitectura”, carreras favoritas del fundador y en realidad "Dios y Audacia' en el lenguaje secreto de los socios de la Obra - ya estaba registrada legalmente a nombre de segundas, terceras y cuartas personas. Nadie, legalmente podría decir que aquella escuela de futuros dirigentes de la Organización, era propiedad de Escrivá".

Si para él lo quería todo, para los demás su consejo era "llevarlos cortos de dinero, y que aprendan a usarlo, aunque - concretaba - es mejor que lo manejen cuando se lo ganen",  la cita está tomada de su biógrafo oficial.

Su tesón por las ganancias le lleva ya desde muy jovencito, cuando llega como sacerdote a la capital de España, a hacerse "asesor espiritual de damas de alcurnia". Más tarde, ya al final, hace varios años, el presupuesto de Torreciudad según estimaciones lo aproximaban a los dos mil millones de pesetas...

No quería desperdiciar ocasión ni oportunidad y cuando el generalísimo Franco asume la educación y formación del entonces príncipe Juan Carlos, Escrivá está atento a ello y consigue participar desde sus comienzos en el entorno didáctico del principito para sacar la mejor tajada en el futuro. "En el verano del 47 - cuenta Antonio Pérez - yo estaba en Molinoviejo, la casa de ejercicios de la Obra, cerca de Segovia. Una tarde apareció por allí Carrero Blanco que fue recibido por el Padre y un rato después llegó Eugenio Vegas Latapié, acompañado por Rafael Calvo Serer. Yo entonces no sabía nada de lo que se tramaba aunque Eugenio Vegas, que había sido Letrado del Consejo de Estado, al enterarse de que yo también lo era, empezó a conversar conmigo. Luego supe que aquella fue la primera reunión entre, representantes de Don Juan y Franco, acerca de la educación del Príncipe".

Escrivá estaba a favor de que después de Franco reinara en España don Juan de Borbón, al que tuvo ocasión de tratar en Roma. En el equipo de educadores del príncipe estaban bastantes numerarios y entre ellos destaca Angel López Amo, que moriría en un accidente en los Estados Unidos en 1957 o también Federico Suárez."

Se nos fue la vida en aparentar y así termina la entrega de hoy, hemos empezado por la débil formación política del rey puesto en el trono por Franco saltándose la línea de sucesión. Lograron hacerse con la educación del principito ¿y qué? no hicieron nada útil para España, dieron pábulo a un aristócrata muy "mono", juerguista, mujeriego, avaricioso y frívolo, cuya formación dejaba mucho que desear. Un buen regalo para España y los españoles, los santificadores del trabajo. Humo puro Humo.

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