FELIZ 2026

Feliz Nochevieja y feliz entrada de año 2026, quien nos iba a decir que llegaríamos tan lejos en edad, aunque no en autoridad ni gobierno. 
Aquí recuerdan los típicos abusos sex que en nuestro contexto vital era sencillamente inimaginable y Francisco Ferro dice que los padeció con 11 años en un cole por parte de un numerario. Sorprendentemente ha descubierto que a la institución predicadora de la santificación de la vida ordinaria no le importan los niños abusados. Ese numerario había abusado de otro chico. La respuesta a su petición de explicaciones e indemnizaciones:

"Los hechos ocurridos tuvieron lugar hace 30 años en un campamento, y la prelatura no organiza ese tipo de campamentos por lo que los hechos no se pueden investigar".

Qué gran respuesta, las prelaturas no organizan campamentos ni tienen propiedades,  no tenemos vocaciones, no tenemos pisos, somos pobres de pedir

Aquí más completo al principio del vídeo


Nunca se puede llegar a la cúpula dirigente, se esconden detrás de las asocaciones iniciativas de padres, de laicos, de personas equis, de ciudadanos cualesquiera...y nada consta en ninguna parte referente a la pertenencia y duración de la misma.


El secreto para conseguir la obediencia ciega y totalitaria es la coacción, las leyes represivas, la intimidación con el castigo de la eterna condenación sin atenuantes si se desobedece a los superiores inmediatos, las mortificaciones, las evidencias, las represalias como reos del crimen de esa colectividad. Desobedecer a los superiores en estos núcleos es semejante a ofender a Dios, a apartarse de la senda del "bien" y entrar en el camino de la "perdición" eterna. Es el mayor de los pecados. El desacato no se tolera y su correccion más que fraterna es terrible.

Medidas contra quienes desobedecen:

-Se debe prestar subordinación a ultranza  a la Obra, por encima de cualquier valor o institución exterior, porque sólo en el círculo interno se encuentra la verdad, debiendo informar a   los directores espirituales en la Obra, de todos los pormenores y secretos a los que el judío o miembro del Opus Dei tenga acceso, ya sean militares, políticos, administrativos, laborales o de cualquier índole. Los miembros del Opus Dei viven permanentemente hipotecados para toda su vida.

- Las leyes internas  de la mafia católica obligan a ventilar las diferencias en el interior. Los trapos sucios se lavan en casa. Las controversias las debe conocer y resolver el los superiores de la Obra. El escándalo no debe jamás trascender a la opinión pública, que debe vivir en la ignorancia de las interioridades del ghetto y de la Obra.

- Al judío, como al numerario que desobedece, se le priva de la relación carnal con su cónyuge, para lo que se insta a la esposa que también suele ser de la Obra - endogamia judía y del Opus o espiritual - que niegue toda relación sexual hasta que el marido vuelva al redil de la obediencia a las Órdenes de sus jefes, para que pueda regresar al lecho matrimonial.

- Como santa coacción también están permitidas las sanciones pecuniarias, siendo tanto el Opus como el judaísmo los grupos totalitarios mejor financiados del mundo.

- El fanatismo y la intransigencia son tan exacerbados que en casos de desobediencia grave y pública puede llegarse a la eliminación física del "desertor" o malsín. En el Opus hay un sin fin de "muertes providenciales" y "misteriosas" de hombres que sabían demasiado y que no interesaban en un momento dado.  Los intereses en juego son tan enormes que no se detienen ante nada.

Cada miembro de la comunidad es un espía para sus hermanos y están obligados a denunciar cualquier signo o síntoma de desafección a las Órdenes emanadas o a la comunidad. Por ello en una comunidad basada en la delación no puede haber ni sincera amistad, ni confianza, ni hermandad. Denunciar al descarriado es un timbre de gloria. Ser confidente de las intenciones heterodoxas, un tanto a favor del denunciante. La disciplina mediante este sencillo método está siempre garantizada, por funcionar integrados los sistemas más minuciosos de información, espionaje y traición. Así vemos a hijos denunciar a sus padres, esposas contra esposos, amigos entre sí en todo el mundo judío y del Opus.

- La pena en casos de contumacia en el "error" de la desobediencia y de la liberación del yugo del grupo o comunidad, es la excomunión, lo que conlleva una especie de muerte civil y donde antes era ficticia hermandad, ayuda recíproca y socorros mutuos, de pronto, como por un resorte se convierte en animadversión y muerte civil, negando el pan y la sal, haciendo al que se marcha de la espiral de obediencia el boicot más espantoso en todos los dominios, en el económico, en el social, en el político y en el personal. Hay que arruinarlo, eliminarlo socialmente, desacreditarlo, infamarlo, anularlo y neutralizarlo.

- La obediencia se da hasta en la censura previa a las lecturas, los juegos, las diversiones, los espectáculos e incluso los amigos. El no judío es un goim, un extraño; el que no es miembro del Opus Dei, aunque también sea católico, o cristiano, deja de ser un hermano.

Toda la información que recaben  los miembros del Opus Dei sólo debe servir para beneficio del judaísmo o de la Obra, teniendo de esta forma unos controles de información, unas centrales de datos, impresionantes y gratuitas. Conocer es imperar.

(...)

En el Opus todos sus miembros están obligados a una entrevista semanal con su director espiritual a la que se denomina "confidencia" para informarle de las actividades y comunicarle de todo lo que haya tenido conocimiento, visto, oído, leído en cualquier medio en que se haya desenvuelto. El director confecciona con todos los datos que semanalmente le transmiten los miembros un informe que a su vez lo eleva a los superiores y según su importancia y tras la valoración e interés de las informaciones, las mismas se transmiten hasta la cúspide de la Casa Central del Opus en Roma.

En el "Opus Dei" también existen las criadas - la Obra tiene centros donde enseña y adoctrina a las jóvenes para el servicio doméstico en casas de la aristocracia y de la burguesía; son adiestradas para comportarse como agentes del espionaje. En su. "confidencia semanal" deben relatar las amistades que frecuentan la casa donde están prestando servicio, las llamadas telefónicas que reciben sus señores, la correspondencia e incluso las conversaciones que escuchan en el hogar.

Existe en el Opus, la obligación de denunciar todo lo que pasa en el interior de la comunidad o del ghetto, en lo que se refiere al cumplimiento de sus costumbres y normas que en la Obra se denomina la "corrección fraterna". Esta obligación está dirigida tanto al culpable, a quien hay que tachar y censurar sus faltas con el fin de que se corrija y al director espiritual a quien hay que pedir permiso para desempeñar esta acusación o actuación frente al culpable, lo que significa que también el director espiritual está previamente informado del contenido de la denuncia pública ante los demás miembros del clan.

Estas prácticas ejercen un control y una continua vigilancia mutua, creando un ambiente de mutua desconfianza, recelo y sospecha que imposibilita una normal convivencia pero que van configurando el espíritu de la Obra.




Comentarios

Entradas populares de este blog

LISTAS ATRASADAS DE MIEMBROS Y SIMPATIZANTES DEL OPUS Dei

Otra consulta memorable de Enrique Rojas, supernumerario del Opus Dei y psiquiatra de postín

SEXO EN EL OPUS DEI, TEORÍA Y PRÁCTICA