FUI UNA ESCLAVA
Ann Marie Allen fue captada como limpiadora gratis a sus 15 y pudo marcharse con 22 porque sus padres la sacaron de la esclavitud. Antes enviaron a un obispo a entrevistarse con ella, el obispo se dió cuenta de que Allen vivía bajo una gran presión. De su época de auxiliar recuerda la falta de contacto humano con los residentes, la ausencia de cariño entre las numerarias, la infantilización buscada y cultivada, eran las hijas pequeñas del Padre. Pequeños monstruos de 30 o 40 años comportándose como chiquillas, dando saltos por el pasillo, escandalizadas por tonterías o con reacciones exageradas porque se habían encontrado a un hombre de frente donde se suponía que no tenían que verse.
O una clase que les dieron sobre cómo ducharse, ya que en un viaje a Roma les hicieron la correción de que las auxiliares irlandesas eran una sucias. Comían las sobras de la residencia. El trabajo era duro, de la mañana a la noche, rascando el piso y encerando, de rodillas demasiado tiempo, lo que conllevó problemas de salud.
Compara la ceremonia de las llaves, abrir y cerrar puertas que separaban la administración donde vivían las "sirvientas" de la residencia de estudiantes con lo que se hace en las cárceles, ya que ha trabajado en el sector y dice que es peor.
Al final sus padres tuvieron el mérito de sacarla de allí, llevársela al domicilio familiar y darle la posibilidad de iniciar una nueva vida. Aunque vivía con ellos, no dejaron de perseguirla, de enterarse de todo lo que hacía y donde estaba. Ella tardó más de un año en sacarse de la cabeza la idea de la vocación, incluso pidió ser supernumeraria. Y una vez en un hospital público al que acudió a consulta, se encontró con que una numeraria se había hecho pasar por ella y había ioo a buscarla a la sala de espera. Tenía un coche en la puerta para llevarla obligada a confesar a una iglesia con un cura opus, pues estaba viviendo en la inmoralidad.
No me queda claro cuando supo que no tenían derecho a retenerla porque no había ningún lazo canónico entre ella y opus, prelatura. Otro motivo para la indignación, qué sarta de mentiras y que cantidad de sufrimiento inútil además de un buen trozo de vida tirado por el desagüe.
Alaba el trabajo de Eileen, la ex numeraria que hace algunos años salió a la luz pública, dice que ya son un grupo de ex auxiliares irlandesas que se reúnen para reír y llorar por lo que les pasó. 20 años fueron necesarios para superar el trauma, un buen día se levantó curada, lo había dejado atrás.
Agradece a Gore el apoyo que ha dado a su libro autobiográfico de ex numeraria auxiliar. Y no piensa callarse.
Se nota que en su país no hay una red social opusina como aquí que rodea y protege estas prácticas, carecen en su historia de una dictadura que dió aliento y contribuyó al reconocimiento del "Opus Dei" como algo decente, de gentes de bien que estaban en el poder. Tampoco tuvieron la tele ni los periódicos en manos de simpáticos opusinos que suavizan la visión de las mazmorras opus para mujeres sirivientas. No existe la galaxia protectora, diversos cercos que rodean y hacen de empalizada, ni los periodistas moderados, de derechas, de izquierdas, de centro, de nada, quitando importancia, relativizando y silenciando los abusos que puede haber en los centros opus.
Salen y tienen donde agarrarse, en otros lugares sales y muchos "te miran mal" por haber abandonado tan selecto y santo lugar.
Me agrada que reconozca los "seguimientos" policiales tras la salida. Hace mucho que se habló de ello pero sin encontrar eco, más bien por decirlo los propios ex opus te llamaban de todo.
De Amoz Oz en ·"La caja negra" (1987), es ficción por supuesto, un investigador publica "La violencia desesperada, un estudio del fanatismo comparado", salen reseñas en la prensa. Por ejemplo esta:
"Una lectura fascinante, vital para comprender los fenómenos que han conmocionado y todavía conmocionan nuestro siglo...el profesor Gideon describe el fenómeno de la fe, cualquier fe, no como una fuente de moralidad, sino como su exacto opuesto..."
"Este estudioso israelí mantiene que todos los reformadores del mundo desde los albores de la historia e realidad vendieron sus almas a los demonios del fanatismo. El deseo latente del fanático de morir como un mártir en el altar de su idea es, en opinión del autor, lo que le permite sacrificar la vida de los otros, de millones a veces, sin pestañear. En el alma del fanático, violencia, salvación y muerte se funden en una sola masa... El profesor Gideon no basa su conclusión en especulaciones psicológicas sino en precisos análisis lingüístico del vocabulario característico de los fanáticos de todas las eras y de todos los puntos del espectro religioso e ideológico....Este es uno de esos raros libros que obligan al lector a revisar fundamentalmente su yo y sus convicciones y buscar dentro de sí en sus aledaños signos de enfermedad..."
Han desaparecido los vídeos centroamericanos del ex guatemalteco, en los que intervenían Alicia desde el Salvador y otros ex costarricenses. ¿Qué habrá pasado?
"La lectura es una secta de gente malvada en relación a la falsa bondad. Y falsa bondad hay de derechas de izquierdas y de centro. La lectura es el lugar donde se piensa y se piensa con unos cuantos locos parecidos a tí que se han encerrado años para escribir un libro....Vivimos en un mundo que es una comedia, un refugio de verdad de algo cálido, de algo que seas tú y tu intimidad solo existe con el libro. Y por eso sobrevive..." Enrique Murillo
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